Después de que Marion se marche, un par de minutos más tarde, la puerta se vuelve a abrir y yo respiro hondo. No estoy preparado para esto, la verdad es que no tenía pensado este tipo de reencuentro con mi padre. De acuerdo, me da miedo, de verdad que tengo mucho miedo. Este no es ese típico pánico que se evapora rápidamente. Es un miedo que se lleva forjando en mi interior a base de mucho tiempo y del dolor al ser rechazado. La obsesión que tengo con el orgullo...
El hombre de pelo levemente canoso y con ojos oscuros camina por la sala. Se sienta en la silla detrás de la mesa. Es un despacho nuevo que nadie ha usado. Aquí no hay ningún tipo de lujo como el despacho de la gobernadora. Como es habitual en él, mi padre tiene el ceño fruncido, papeles en la mano que deja tirados en frente de la televisión, el traje del Ejército que le corresponde totalmente planchado. Lleva la insignia de Alejandría justo encima de sus condecoraciones, que no son pocas. Y las luce con orgullo.
Trago saliva y respiro hondo.
Yo no soy como mi padre, apenas me parezco a él. Soy una copia de mi madre y eso es algo que él no sabe manejar y no soporta. Pelo marrón chocolate, algo más largo de lo que me gustaría. Tengo la piel morena ya de por sí, pero el sol hace también su trabajo.
Mis ojos son verdes, como las esmeraldas, como los de ella.
Soy como ella.
Y es mi condena.
—Cuando eras tan solo un crío travieso que correteaba por el jardín de casa, me gustaba pensar que si tenía que volver cabreado a Roma desde Alejandría cuando fueses más mayor, sería porque estarías tirado en el jardín borracho. Lo pensaba de verdad, que podrías hundirte si perdías la oportunidad de participar en algo tan grande y magnífico como lo es el Ejército de la República—la voz es agresiva, pero a la vez no. Como si le importase y a la vez no. Que empiece así es raro en mi padre, esto es nuevo—. Pero aquí estoy, en nuestra amada capital, cabreado con mi hijo y no por una fiesta en mi casa. ¿Qué mierda has hecho?
Joder...
¿Por dónde empiezo?
Lo único a lo que me puedo aferrar es que no dice que soy una mierda de hijo. Lo peor. Un fraude. La deshonra de la familia Bianchi. El niñato que no se merece nada de lo que me ha tocado en la vida. Esto no parece un regaño. Solo es una pregunta como si de verdad le hubiese descolocado. Él no lo entiende en lo más mínimo. Incluso puedo ver la decepción en su mirada. Y me jode un mundo tener que reconocer que eso me duele y me molesta.
De todas las caras de mi padre, la última que quería ver de todas era la de la decepción. Pero yo no soy el mismo chico que hace años. Antes era un niño y ahora no me queda más remedio que ser un hombre.
Así es la guerra.
—¿Cómo que qué mierda he hecho? ¿Traicionar a la República te refieres?
He traicionado al país de todas las maneras posibles. Incluso he salido de ella. Mi padre aprieta los puños a ambos lados de su cuerpo. Mi respuesta no le ha gustado.
Pero esa es la verdad.
Su hijo es un traidor que prometió no serlo nunca.
—¿Te parece poco? ¿Vas a quedarte ahí sentado llorando por una zorra rebelde? ¿A decirme lo más obvio que hay?
—No hables así de Alexia—él da un golpe contra su reposa manos.
—¡No me he recorrido dos mil kilómetros para que vengas a decirme cómo tengo que hablar de una puta traidora! —grita él. Y en ese momento sí que reconozco a mi padre, la ira en su mirada, la furia. Este es el hombre que recuerdo. De todos modos se controla, respira hondo y me mira—. Julian, ya sé que llevamos tiempo sin vernos, que han sido dos años en los que no hemos tenido mucho contacto—en realidad, ninguno. Yo le mandaba cartas hasta que me cansé de que no hubiera respuestas. Así que miro a otro lado negando poco a poco con la cabeza—. No tenemos la mejor relación entre padre e hijo, te lo reconozco. Pero yo te he criado, me merezco que me digas qué mierda... ¿¡Qué mierda es esto Julian!? —respira hondo de nuevo, pero golpea de nuevo.
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La Marca del Ejército (#LMDLR2)
Научная фантастикаSEGUNDA PARTE DE LA MUERTE DE LA REVOLUCIÓN. ¿Qué estarías dispuesto a sacrificar por lo que más deseas? Tras la ida al Imperio, Alexia cree encontrar las soluciones a sus problemas al encontrarse con sus hermanos, los cuales viven a salvo en el I...