— Debo admitir que al menos eligieron mi mejor foto. — murmuró Dujin mientras masticaba unas galletas. Había llegado al hotel sano y salvo, con su chaqueta aún intacta, en perfecto estado. Aunque ya no tenía la necesidad de demostrar que era un mandamás, le gustaba llevarla puesta. Quizás era más un símbolo de protesta que de poder, pero sentía que valía la pena. El color rojo de la cinta en su brazo le generaba curiosidad, quería saber más sobre su significado, así que decidió preguntar a quien él llamaba la vieja enciclopedia andante, esas que ya casi nadie encontraba.
— Jungkook, ¿qué significa el color rojo?
Jungkook, por su parte, estaba concentrado en enseñarle a Jimin cómo desmontar un arma. Estaban en uno de esos hoteles donde la corrupción era la norma, un lugar donde nadie se atrevería a buscarlos, perfecto para esconder a criminales que verdaderamente importaban. La fachada del hotel parecía como la de cualquier otro establecimiento lujoso, pero escondía secretos. La estructura del edificio estaba inspirada en la arquitectura alemana de siglos pasados. Una maravilla de diseño que se fusionaba perfectamente con una ciudad llena de excesos.
— Es un color bipolar, tal vez. — Jungkook acarició la mejilla de Jimin mientras este desmontaba con destreza el arma, sorprendiéndolo con lo rápido que aprendía. A pesar de su carácter duro, no podía evitar admirar la capacidad de Jimin. — Ya sabes, se asocia tanto al amor, a la pasión, a las cosas cálidas de la vida, como también a la muerte, la guerra y, en general, a la violencia. Es curioso, ¿no? En el marketing se utiliza mucho, porque denota poder, pero en los centros de salud no lo quieren cerca, buscan algo más tranquilo. Por eso, el color rojo suele ser descartado allí.
Jongo, sentado en el suelo, jugaba distraído con su rata, sin dejar de prestar atención a la conversación entre Dujin y Jungkook. El resto del grupo ocupaba la habitación de diferentes maneras, asimilando la noticia de que eran criminales a su propio estilo.
Dongyul, por ejemplo, no dejaba de sonreír. Parecía disfrutar de la atención que recibía, incluso si esta provenía de una forma tan oscura. No podía evitar que todos lo miraran. Edmond, por otro lado, caminaba de un lado a otro, perdiéndose en sus pensamientos, tratando de organizar las ideas que daban vueltas en su cabeza. La idea de pasar el resto de sus días en la cárcel lo enloquecía; no podría soportar ni un día en ese tipo de tormento. Jimin, en cambio, se mantenía tranquilo. Ya había estado en prisión y sabía perfectamente a lo que se enfrentaban. Su única respuesta era pelear. Jungkook lo inspiraba a ser más audaz, a confiar más en sí mismo. Era como si Jungkook lo empujara a abrazar su lado más salvaje. Jongo y Dujin, sin embargo, permanecían indiferentes, completamente ajenos a la tensión que dominaba la habitación.
— Soy como el color rojo en la vida, nadie me quiere a menos que me necesiten para algo. — Dujin comentó, mientras cambiaba el canal de la televisión a un programa más alegre, que resultaba ser una extraña caricatura sin mucho sentido.
— No realmente. ¿Sabes por qué llevamos una cinta roja siquiera? — Jungkook levantó una ceja, esperando una respuesta rápida de su compañero más cercano. Aunque sus fuerzas eran similares, lamentablemente no podía decir lo mismo de su conocimiento.
En la habitación, todos estaban atentos al intercambio de palabras entre Dujin y Jungkook. Había algo en la forma en que hablaban, una calma inquietante. No se mostraban demasiado afectados por el aviso internacional que los señalaba como los peores delincuentes de la historia, a pesar de que Dujin sólo había actuado en defensa propia, aunque tal vez con un exceso de violencia en comparación con lo habitual.
— No sé, y ya es demasiado tarde para saber. — Dujin dejó escapar un suspiro, y su tono relajado parecía contradecir las heridas visibles que adornaban su cuerpo. A pesar de las marcas, se veía en su rostro una recuperación rápida. Aunque su cuerpo estaba dañado, no dejaba que eso lo desorientara. De hecho, no lucía ni la mitad de estresado que Edmond, cuyo rostro reflejaba un caos mental.
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HECATOMBE 神 KOOKMIN
FanfictionLa religión tiene por padre a la miseria y por madre a la imaginación. ✨ Fanfic, distopía. ✨ Temas para gente madura. ✨ No acepto copias ni adaptaciones de ninguna de mis historias.