La historia detrás de los grandes himnos de Guns N' Roses, el gran amor oculto detrás de la banda más peligrosa del mundo, una ficción que es más realidad que fantasía.
Una mujer joven que quiere comerse el mundo y un hombre que todo lo que toca lo...
"Creo que una de las mejores sensaciones del mundo es reírse con otro y, a mitad de risa, darte cuenta de cuánto disfrutas con esa persona y de su existencia."
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Capítulo 4: Instant Crush
Christina
Estábamos en clase de física y estaba tan aburrida que buscaba alguna forma de salirme de aquí, el profesor hablaba y hablaba y lo único que conseguiría sería hacerme dormir. Todos bostezaban y miraban cada minuto la hora, solo unos pocos estaban plenamente concentrados. Le di una breve mirada a Angie que estaba unos puestos más atrás, ella sonrió, era como si nos leyéramos la mente, las palabras sobraban.
Vi como derramaba "accidentalmente" el jugo que tenía sobre la mesa por todo el suelo, todos se quedaron observando la escena, ella se disculpó apenada y si no la conociera tan bien hasta le creería, era una actriz de primera.
—Lo siento, no me fijé, iremos por algo con lo que limpiar este desastre —dijo caminando hacia el profesor. Me tomó de la mano arrastrándome fuera del salón, me giré a mirar al profesor sonriendo y él asintió dándonos permiso para salir.
—¿De verdad tenías que derramar el jugo que con tanto esfuerzo tú mamá preparo? —le reproche dramatizando.
—Era de pera, ni valía la pena —se burló mientras corríamos riendo por todo el pasillo.
Nos quedamos escondidas en los baños charlando unos minutos para matar el tiempo pero sin que nadie nos viera, justo cuando faltaban quince minutos para que la clase terminara, fuimos hacia el cuarto donde guardaban todos los utensilios de aseo, la bodega siempre estaba disponible en caso de algún accidente.
Angie intentó abrir pero la puerta estaba trabada, nos miramos extrañadas y luego entre las dos forzamos la cerradura hasta que la puerta se abrió revelando lo que se escondía detrás de esta.
Estaba segura de que las dos no podíamos tener nuestras bocas y ojos más abiertos, lo que veíamos no podía ser verdad, allí estaba el profesor de gimnasia, Scott, con Kim la maestra de matemáticas, completamente desnudos y en pleno encuentro sexual.
Se separaron de golpe, nosotras dos no podíamos decir o hacer algo mientras que ella tenía el rostro rojo y el de él lucía como una hoja de papel. Él cerró la puerta con su pie de golpe, el silencio rondaba el ambiente, Angie y yo nos miramos intentando no partirnos de la risa por lo que acababa de suceder, justo cuando estábamos por irnos el profesor nos llamó a lo lejos, nos giramos y los vimos mal vestidos, su ropa estaba desacomodada y el cabello de la maestra era un desastre.
