La historia detrás de los grandes himnos de Guns N' Roses, el gran amor oculto detrás de la banda más peligrosa del mundo, una ficción que es más realidad que fantasía.
Una mujer joven que quiere comerse el mundo y un hombre que todo lo que toca lo...
"Quizás te diga un día que deje de quererte, aunque siga queriéndote más allá de la muerte; y acaso no comprendas en esa despedida, que, aunque el amor nos une, nos separa la vida." —José Angel Busa
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Capítulo 53: Ain't It Fun
Axl
—Axl, Axl, Axl, llamando a tierra —vi unas manos agitándose sobre mi cara.
Chasquee. —¿Qué quieres?
—Hombre, ponme atención al menos dos minutos para que escuches la mezcla, después andas jodiendo otra vez porque no te gustaron —se quejó el maldito productor una vez más. —¿Sabes qué? Si no le metes el culo a este álbum, te quemarás amigo, pasaras a la historia como esas bandas de un solo éxito, una estrella fugaz, ¿quieres eso?
Negué seguro en silencio pensativo.
—Entonces concentrate y enfócate en esto. Es tu bebé, tu obra de arte, ¿la lanzaras imperfecta? ¿Mediocremente?
Me erguí sentándome en la silla correctamente. —Empecemos otra vez —ignore sus palabras y seguimos discutiendo sobre las mezclas de las canciones que iban en proceso.
Nos tardamos lo que fueron varias horas, a pesar de que a veces me distraía trabajando me gustaba hacerlo, era en lo único en lo que me podía enfocar ahora. Además de que todos los de Geffen y nuestro equipo nos estuvieran recordando a cada rato que debíamos mantener los primeros puestos de las listas en las radios y las revistas, bandas habían por montones, mientras una subía la otra bajaba, así era esto y apestaba realmente.
Cuando comenzó a oscurecer Duff e Izzy llegaron al estudio, no habíamos planeado una reunión porque jamás ninguno cumplía pero al parecer habían decidido venir o el destino nos había cruzado. Steven llegó minutos después y Slash que había estado aquí en la mañana viendo mis nuevas letras e interpretándolas con su guitarra creando nuevas melodías también volvió. Estábamos todos pero el ambiente estaba tan tenso que se sentía un insoportable peso en los hombros. Nadie hablaba, cada uno estaba en su propio mundo o más bien en su infierno.
Todos parecían estar bien, al menos físicamente, Steven no, él siempre era la excepción, estaba peor que nunca, tenía el aspecto de un drogadicto en el fondo del abismo. Duff parecía estar pasando por otra crisis con Mandy, Slash no sabía, ni me interesaban sus asuntos, Izzy no me hablaba más allá de lo necesario, según rumores algo drásticamente terrible le había sucedido, estaba limpio, nada de vicios, nada de problemas, era introvertidamente tranquilo pero lejano, sobretodo conmigo y eso me dolía, me afectaba realmente pero al final no hacía nada por solucionarlo.
—¿Qué les parece si tocan las cinco canciones que tienen terminadas? Digo, para ir armonizando.
A mi y a todos les pareció agradar la idea, comenzamos a acomodarnos en el gran salón, cada uno en su lugar y con su instrumento, vi como Steven se retiraba disimuladamente hacía el pasillo, dirigiéndose al baño, lo seguí con la mirada, dejé que avanzara lo suficiente para que no me viera, sigiloso fui tras él, entró sin ajustar la puerta, está quedó entreabierta por lo que aproveche para quedarme y ver por el pequeño orificio, estaba dándome la espalda pero escuchaba como sonaba una bolsa plástica, guardé silencio, sabía a dónde llegaría todo esto, mi límite se había sobrepasado y no quería saber cómo terminaría.
