La historia detrás de los grandes himnos de Guns N' Roses, el gran amor oculto detrás de la banda más peligrosa del mundo, una ficción que es más realidad que fantasía.
Una mujer joven que quiere comerse el mundo y un hombre que todo lo que toca lo...
"Fui asesinado por una mujer que en lugar de matarme me dejó con vida, pero sin la suya." —De poetas y locos.
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Capítulo 49: November Rain
Axl
El auto tomó la esquina girando, acabábamos de salir de la casa de Del y ahora nos dirigíamos hacia el aeropuerto. Busque en mi chaqueta la caja de los cigarrillos, estaba vacía, la lance lejos y bufé mirando por la ventana, tenía un maldito dolor de cabeza tras haber bebido ayer todo el día. El sol entraba con fuerza agobiando mi existencia, el auto se movió rápido, atravesamos el tráfico en pocos minutos y llegamos, me bajé del auto cuando este estacionó, Evan salió también yendo hacia atrás para sacar mi maleta, me revise los bolsillos en busca de mi billetera, por más que rebusque en mi chaqueta y mis pantalones no la encontré.
—Puta vida —maldije molesto.
Evan me miró atento. —¿Qué ocurre señor?
—Creo que deje mis documentos, no tengo la billetera...
—Sin ellos no lo dejaran viajar, señor —me recordó.
—Ya lo sé... ¡ah! —me quejé agobiado. —No se por qué me sorprendo, ¿qué me sale bien a mi últimamente?
Peine mi cabello poniéndome las gafas.
—Tenemos que devolvernos —le informe volviendo a subir al auto, él no había sacado mi maleta así que solo cerró el baúl y entró nuevamente tomando el volante.
Quería golpearme a mi mismo por haber sido tan estúpido como para no revisar al salir de casa, la verdad tenía la cabeza en otro lado, la tenía puesta en ella, que seguía desaparecida. Tomó unas calles alternas para evitar volver a tomar la autopista que era mucho más congestionada de sur a norte, llegamos por detrás del edificio, Evan estaba por cruzar cuando lo detuve al ver la entrada del estacionamiento que era en la parte trasera.
—Quédate aquí, voy a entrar por el estacionamiento para no dar toda la vuelta o perderé el maldito vuelo... —anuncié bajándome.
Caminé hasta las rejas, que siempre estaban sin seguro, la empujé y seguí cerrándola tras mío. Atravesé rápidamente el grande estacionamiento, logré llegar al ascensor y subí impaciente. Saqué mis llaves abriendo, esto estaba hecho un maldito desastre, ¿donde mierdas podía estar la billetera?
Probablemente en la habitación, a lo mejor en el armario o en la mesita, camine por el pasillo, vi una maleta en la entrada, la miré extrañado, de repente algo quemaba en mi pecho, subí la mirada y la vi de pie. Creí que estaba alucinando, parpadee incrédulo, no era mi imaginación, ella estaba allí, frente a mi, casi no pude reconocerla, estaba opaca, pálida, podía notar las arrugas que se formaban en su ropa, tenía los huesos más pronunciados, su cabello estaba recogido en una cola alta por eso sus ojos se veían a primera vista pero no brillaban, algo se hundió en mi estómago cuando vi esas marcas sobre su piel, eran como manchas oscuras esparcidas por su cara.
