La historia detrás de los grandes himnos de Guns N' Roses, el gran amor oculto detrás de la banda más peligrosa del mundo, una ficción que es más realidad que fantasía.
Una mujer joven que quiere comerse el mundo y un hombre que todo lo que toca lo...
"La vida vale la pena, por esos momentos inesperados de intensa felicidad que no podemos hacer nuestra del todo, ni retenerla mucho tiempo". —Joan Vinyoli
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Capítulo 6: Falling Fast
Christina
Escuche el ruido que hacía el agua al caer, entreabrí un poco los ojos, mi cerebro mando señales de alerta al no reconocer el entorno en el que me encontraba, me giré un poco evaluando la habitación que era un completo desastre.
Ahora recordaba lo que había sucedido...
Había sido completamente diferente a como me lo había imaginado, fue mejor, mucho mejor pero sabía que en gran parte había dependido de él. Ahora comprendía porque presumía tanto y la razón de que lo acosarán las mujeres, realmente era muy bueno en la cama. Estaba muy agotada, como si hubiese subido el Himalaya, mis piernas estaban adoloridas pero era aquel dolor placentero que surge al hacer ejercicio, era extraño pero reconfortante.
Los rayos del sol entraban por la pequeña ventana, me senté recargándome contra el espaldar, la puerta del baño se abrió, sus ojos se encontraron con los míos, en su boca apareció una pequeña sonrisa en la esquina de sus labios, soltó una bocanada de humo y volvió a llevarse el cigarro a su boca. Su cabello estaba húmedo y su piel tenía pequeñas gotas de agua, una toalla estaba enrollada en sus caderas.
No dudaba en que era una de las mejores escenas con las que uno se podría despertar.
—¿Tienes hambre? —preguntó rompiendo el ambiente de silencio.
Asentí, —¿Llevas mucho despierto?
—Si, no soy una persona que duerme mucho, a diferencia de ti —se burló. —Creí que despertarías al mediodía.
—Y podría hacerlo, yo soy muy buena en la cama... Amo dormir —bromeé y soltó una carcajada.
Negó sonriente, —No solo eres buena para dormir.
Sentí como la sangre caliente se acumulaba en mis mejillas. Caminó y arrojó el cigarro por la pequeña ventana.
—Deberíamos salir a comer algo.
Al recordar su cálida y suave piel me pasó un fuerte escalofrío por la espalda.
Me levanté envuelta entre la sábana con la intención de irme a dar una ducha, sus ojos me detallaron por completo, pase por su lado rápidamente pero su mano me tomó del brazo reteniéndome.