La historia detrás de los grandes himnos de Guns N' Roses, el gran amor oculto detrás de la banda más peligrosa del mundo, una ficción que es más realidad que fantasía.
Una mujer joven que quiere comerse el mundo y un hombre que todo lo que toca lo...
"Tal vez usted piense que no es lo correcto, pero si su corazón está tan agitado como el mío, continuemos." —Manuel Muñoz
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Capítulo 39: So Fine
Axl
Tomé otro trago de mi vaso con whiskey, estaba sentado en el cómodo sofá, en el nuevo departamento que había comprado el mes pasado. El otro me parecía muy pequeño ahora.
El teléfono sonó, sacándome de mis pensamientos. —Señor, hay nuevas noticias.
—¿Cuales Rick? —pregunté molesto, últimamente las noticias de mis investigadores privados no tenían nada de nuevo e interesante. Lo poco que sabía lo había descubierto yo mismo.
—La encontramos señor.
Me senté de un brinco botando el vaso al suelo. —¿Dónde?
—Acabo de llegar, aterrizó en el aeropuerto, está reclamando su maleta, ¿que ordena señor? ¿Procedemos?
—Tráiganla aquí.
—¿Y si se resiste?
—No sé, busquen la manera de hacerlo sin revelar mi identidad y mucho menos sin herirla.
—Entendido señor.
Colgué, la sangre me hervía, la señora que aseaba ya estaba recogiendo el desastre que había hecho. Le agradecí marchándome hacia la habitación, me cambie de ropa y me encerré en el salón viendo una película, no le preste ni un poco de atención, los nervios me estaban comiendo vivo, miraba como pasaban los minutos en el reloj de mi mano, mi respiración se hacía pesada de solo saber que la vería de nuevo, después de estas dos largas e insufribles semanas.
Si solo hubiese sabido que era su maldito cumpleaños jamás me hubiera ido a ese evento, sabía perfectamente el día en el que cumplía años, pero el tiempo en casa se pasaba desprevenidamente, no sabía ni que día era, si era jueves o domingo, perdía la noción de los días, por eso sabía que su cumpleaños se acercaba pero no caí en cuenta que era ese jodido fin de semana en que decidí alzar el trasero e irme, dejándola sola.
La puerta principal resonó al fondo, el sonido retumbó en mis oídos haciéndome estremecer. Me quede en silencio escuchando atentamente, aunque aparte de los pasos y las voces de Rick y Marco no podía oír nada más.
Tocaron a mi puerta y siguió uno de ellos sigiloso, —Señor la encerramos en la habitación principal, ella está muy asustada, cree que la secuestro un mafioso y la quiere vender a China.
