La historia detrás de los grandes himnos de Guns N' Roses, el gran amor oculto detrás de la banda más peligrosa del mundo, una ficción que es más realidad que fantasía.
Una mujer joven que quiere comerse el mundo y un hombre que todo lo que toca lo...
"Mi deber es divertirme terriblemente y hacer una vida que sea una obra de arte." -Oscar Wilde
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Capítulo 20: Here's To Never Growing Up
Christina
Me desperté un poco asustada, vi que todo estaba oscuro, íbamos en plena carretera, ya llevábamos varias horas viajando, se suponía que viajaríamos temprano, en la madrugada pero como todos éramos tan cumplidos resultamos arrancando en plena noche.
Hacer un viaje con tus mejores amigos y tú novio sonaba genial y lo era.
Lo único que iluminaba eran las lucesitas adelante cerca al volante, Duff iba manejando concentrado bebiendo una taza gigante de café cargado que le compramos para que no se durmiera. A su lado, en el asiento del copiloto iba el charlantan de Steven hablándole aunque en vez de entretenerlo lo están aburriendo y con Britney a su lado dormida, en el asiento de atrás íbamos nosotros, por suerte la camioneta que alquilaron era vieja pero grande, tenía a mi lado durmiendo prácticamente sobre mi a Angie y a Axl, Mariah estaba recostada contra la ventana y su cabeza se movía golpeando ligeramente con el vidrio.
Atrás iban los demás, Slash, Izzy, Joe y Josh, estaban en la caja destapada, iban con el poco equipaje que trajimos y los instrumentos, se cubrieron con cobijas para que no se congelaran por si hacía frío, por desgracia West y Del tuvieron que quedarse trabajando.
Me recosté nuevamente acomodándome en el pecho de Axl, que era realmente el lugar más cómodo del universo. Se removió y me abrazó haciéndome quedar en una posición aún más cómoda. Estaba a punto de quedarme dormida nuevamente cuando la camioneta freno tan duro que de no ser por los brazos de Axl hubiese quedado estampada contra el vidrio panorámico.
-Mierda.
Algo sonó encima nuestro.
Duff pego un grito ahogado. -Carajo, no vi ese maldito camión, lo siento.
Respiramos con más tranquilidad hasta que una cabeza con rulos se asomó por nuestro vidrio. -Hola, quede aquí arriba con la maldita frenada de mierda que pego la jirafa esta.
Todos reímos y volvimos a acomodarnos mucho más calmados. -Pudiste haber matado a los que serán los músicos más importantes de los 80's.
Encendió nuevamente el auto y siguió conduciendo superando el ataque de nervios, después de semejante susto y la tremenda sacudida nadie pudo conciliar de nuevo el sueño, llegamos a San Francisco y dimos vueltas buscando la zona donde estaban los bares para conseguir alguna presentación cuanto antes.
