❐│𝘀𝗲𝘅 𝗺𝗲🔞

65; mommies.

Una semana de intenso reposo había sido suficiente para que Sunoo volviera a estar cien por ciento bien.

En su cuerpo ya curado habían quedado unas cuantas marcas que, a pesar que no eran demasiado notorias, Sunoo amaba mucho. Siempre le gustó que Sunghoon lo marcara para demostrar que él estuvo ahí, sin importar de qué manera, pero esto casi nunca era posible, ya que Sunghoon no se atrevía a lastimarlo estando en sus cinco sentidos.

Y la única manera de ser marcado era siendo lastimado.

Por ende, Sunoo aprovechaba cuando Sunghoon estaba en celo -que era demasiado poco- para pedirle que lo llene de marcas que muy difícilmente se borrarán y, así, recordar cada día lo feliz que fue mientras su pareja le realizaba esas marcas.

Ahora, él estaba solo en su casa, en espera de una visita.

Muy temprano en la mañana, encontró un mensaje de sus madres diciendo que iban a Seúl a pasar dos días, antes de regresar al trabajo. Ellas decían que estaban apunto de llegar y le pidieron a Sunoo que les mandara la ubicación de su casa para que su pequeño bebé no tuviera que ir a buscarlas a la estación de trenes. La noticia le tomó por sorpresa a Sunoo, pero él sin duda estaba muy feliz ante la idea de volver a ver a sus progenitoras después de tanto tiempo.

Gracias a ello es que Sunoo se encuentra ansioso, mirando la puerta cada dos por tres, deseando que finalmente, el timbre sea tocado. Él había querido viajar antes para ver a sus madres, pero ellas le habían comentado que sus trabajos no le dejaban mucho tiempo libre y, si él iba, pasaría la mayor parte del tiempo solo. Sunoo comprendía, ya que él sabía lo pesado que era el ser abogada y jefa de una empresa. Siempre había trabajo, sin importar qué.

Por ello, esta visita logra regocijarle el corazón. Él las había extrañado más que nada durante todo ese año, sin saber qué tanto tiempo más debería pasar para poder obtener su visto bueno e ir a hacer su visita. Al final, él no tuvo que moverse y ellas fueron a él. Sunoo siempre tuvo en cuenta que era el ser más amado por Dios.

Y lo confirmó cuando, repentinamente, el timbre sonó varias veces, lo cual provocó que él pegara un brinco lejos del sofá y, sonriente, se dirigiera rápidamente a la puerta, abriendo esta de inmediato, logrando encontrar a-

ㅡ¿Sunghoon? ㅡ

Sunoo frunció el ceño, extrañado al ver a Sunghoon parado frente a él, con una pequeña mochila en sus manos, que estaba llena de algo que Sunoo desconocía.

Sunghoon no había ido a su casa desde yace dos días, lo cual le había hecho a Sunoo pensar que su chico necesitaba tiempo para sí mismo. Teniendo en cuenta que Sunghoon siempre le dice cuándo irá a su casa, su estancia ahí era una sorpresa, relativamente buena. Sunoo estaba mucho más feliz al ver a Sunghoon, pero no podía saber qué tan contento estaría Sunghoon con la idea de que sus madres ahora... lo volverán a ver. Después de dos años.

Sunoo sonrió levemente.

ㅡHo-Hola Sun... n-no te pude avisar que iba a venir porque... salí un poco tarde de mi casa y- ㅡSunghoon apartó su mirada del menor, apenado. Sunoo rió. ㅡ¿Te interrumpo o...? ㅡ

ㅡJamás lo harías, mi bebé. ㅡSunoo atrajo a Sunghoon cerca de él, comenzando con la ronda de besos tan necesaria entre ambos. ㅡEs sólo que... te reencontrarás con alguien. ㅡ

Sunoo acunó el rostro de su mayor entre sus manos, observándolo con detenimiento. Sunghoon estaba tan bello como siempre, parecía incluso haberse arreglado más que antes. Sunoo siempre lo miraba maravilloso, pero hoy, especialmente, lucía mucho mejor. Especialmente, para volver a ver a sus madres, sin que él siquiera lo supiera.