Alexia
Era lunes y eso significaba vuelta al instituto, pero no iba a decir que no tuviera ganas. Estaba ansiosa por ver a Liam... Tan solo de recordar el domingo por la madrugada, me sonrojaba de nuevo. Le había perdonado rápido, es cierto, pero no podía hacer otra cosa si él me miraba así, pareciendo abatido y suplicante, como si no quisiera perderme... Tonterías.
Me miré en ropa interior ante el espejo. No era perfecta, ni tampoco pretendería serlo jamás. Lo cierto es que era bajita, y delgada, aunque mis caderas y pechos fueran grandes. Pero no grandes como los de Nancy, no en la forma sexy y perfecta que se ven ella, no como una super-mujer. Sino como una chica de 18 años normal, con celulitis en los muslos, demasiado bajita para un cuerpo con tantas curvas y con el pecho un poco caído por los cambios de peso y lo grande. Pero me importaba una mierda, yo sabía que desde hace tiempo había dejado de importarme verme bien para un hombre... Hasta que llegó Liam. O mejor dicho, llegué yo a él.
No iba a decir que yo fuera una mierda, sabía que solía gustar a los hombres, pero en comparación con Nancy... No entendía como Liam se acostaba conmigo. Cuando era más que obvio que si fuera por ella estarían juntos. Bufé y le mostré mi dedo medio al espejo, como si fuera la rubia plástica y no yo la que estaba reflejada en él. Esto antes no me pasaba... No con Jeremy. Con él siempre me sentía tan segura de mí misma y bonita... Porque él me hacia ser así, él me hacía sentir querida. Y yo la fastidié. Sin embargo, con Liam todo era tan distinto... Desde que le vi por primera vez, me hizo sentir insegura y pequeña, torpe e imperfecta. Suspiré. Dolía... Dolía pensar en Jeremy, traicioné a la única persona que lo era todo para mí, a mi mejor amigo, al único que me había querido de verdad. Y pagaría por siempre las consecuencias.
* * * * * * * * *
Entré al instituto, ahora totalmente desilusionada. La tristeza estaba volviendo a mí y me sentía tan estúpida y egoísta por pensar en Liam, por ilusionarme por verle, cuando Jeremy ya no estaba aquí. Era como si yo siguiera felizmente con mi vida mientras él hacía ya un año y medio que no estaba aquí. Era totalmente injusto. Y yo lo sabía.
Abrí mi casillero de mala gana y mientras sacaba los libros de la clase de Historia, sentí como golpeaban mi hombro, haciéndome chocar con mi frente en el borde metálico del casillero y los libros resbalaron de mis dedos. Me giré completamente adolorida y molesta, por suerte no había mucha gente en el pasillo, pero lo primero que vi nada más voltearme consiguió enfurecerme aún más. ¿Es que siempre tenía que aparecer cuando estaba mal?
- ¿Qué diablos te ocurre, Niall?- Grité enfadada y entonces el dolor de mi cabeza fue peor. Instintivamente me llevé la mano a ella y vi que estaba sangrando.
Empecé a marearme. No me considero de esas niñas débiles y delicadas, pero sinceramente cada vez que veía sangre, MI sangre, el cuerpo entero me flaqueaba.
- Oh, mierda...- Susurré por lo bajo, dejando caer mi peso contra los casilleros.
- Sí, mierda.- dijo Niall despectivamente, mirándome de arriba-abajo. Iba a replicar algo, en otro momento lo hubiera hecho, pero ahora mismo me daba igual. Solo tenía que preocuparme de no desmayarme. Eso sería tan absurdo...
- ¿Qué coño le has hecho, imbécil?- Escuché una gruesa voz gruñir a nuestro lado y luego una gran mano apartó a Niall de un empujón y situó su alto cuerpo frente a mí. Tyler miraba mi cabeza con sus oscuros ojos verdes, sin hacer contacto visual.- Vamos a la enfermería.- ordenó, pero yo seguí ahí, inmóvil.
- ¿Desde cuándo defiendes a putas, hermano?- Escupió un Niall burlón y Tyler se giró dándome la espalda.
- ¿Qué cojones te pasa, Niall?- le dio un empujón en el pecho, haciendo que Niall retrocediera dos pasos, aún con su arrogante sonrisa.- No la conoces de nada, para con esta mierda de acoso ya.
- ¿No te conozco, Alexia?- Me habló Niall con ponzoña tiñendo su voz. Vi el ceño fruncido de Tyler y fulminé a mi, desde que llegué, enemigo con la mirada.- Vamos, dile a Tyler si nos conocemos o no... Cuéntale todo lo puta y regalada que eres.- Yo le miré, humillada y dolida.
El odio de Niall poco a poco me estaba sobrepasando y sabía que tarde o temprano a él también le sobrepasaría. Pero por ahora, él solo se limitaba a cruzarse de brazos y mirarme con suficiencia.
Todo lo demás pasó demasiado rápido. Antes de que ninguno nos diéramos cuenta, Tyler estampó a Niall contra la otra pared de casilleros y le agarró por el cuello. Niall era fuerte y batallaba bastante bien por separarse del agarre de Tyler, pero éste parecía saber luchar perfectamente. Con lo tranquilo y pacífico que se veía siempre... Miré a mi alrededor en busca de ayuda y entonces descubrí que una decena de personas se habían reunido a nuestro alrededor, pero ninguno hacía nada. Volví mi mirada al frente y miré con horror como la gran mano de Tyler apretaba aún más su agarré sobre el cuello ahora rojo de Niall. Ambos se miraban a los ojos, desafiantes a pesar de sus posiciones. Niall era un idiota, ni aún muriéndose pediría ayuda.
- Para, Tyler, vas a asfixiarle.- Dije débilmente acercándome a ellos. Niall me miró y sonrió perversamente, con maldad. Tyler gruñó y con su otra mano tiró del rubio pelo de Niall. Ahogué un gritito al ver lo enfadado que estaba.
- Mírame a mí, cobarde.- le rugió, pareciendo más un ladrido.- déjala jodidamente en paz, Niall. Estás empezando a hinchar mis pelotas con tu actitud de hijo de puta.
- ¡Suéltale, Tyler!- Grité cuando vi que Niall cerraba los ojos, completamente rojo. Tyler obedeció y Niall cayó al suelo, tomando una larga bocanada de aire. Abrió los ojos y los clavó en mí.
- ¿También te lo vas a follar a él?
- que te jodan.- Espeté y agarré el brazo de Tyler, tratando de evitar otra situación como la de hace un momento. Si le hubiera visto algún profesor, simplemente él estaría jodido. MUY jodido. Tyler me siguió por el pasillo, pero en cuanto giramos le esquina se soltó de mi agarré bruscamente.- ¿Qué te ocurre?- pregunté extrañada por su comportamiento.
- ¿De qué conoces a Niall?- ¿estaba enfadado? Le miré y su mandíbula tensa me lo dijo todo. ¡Estaba enfado! ¡Conmigo! No contesté, no podía. Tyler suspiró y rió secamente.- Genial. Vamos a la enfermería.- y esta vez fue él el que tiró de mí.
La enfermera del centro me dio un solo punto y dijo que debía quedarme media hora en la camilla reposando, por si volvía a marearme. Tyler estaba a un lado de la habitación, evitando hacer contacto visual conmigo mientras se pasaba la mano por su castaño pelo claro. Suspiré y miré por la ventana hacia el patio del centro, no había nadie fuera dado que la primera hora ya había comenzado.
- Gracias.- Susurré aunque no confiaba en que Tyler llegara a escucharme.- Por defenderme.
- No lo he hecho por ti, Alexia.- me contestó con dureza y estúpidamente eso me dolió.- Yo a Niall ya lo odio... Esta solo fue mi oportunidad.
- ¿Podrías no ser tan jodidamente duro conmigo, Tyler? Yo no te hice nada.- le dije cansada de esta actitud tan brusca que tenían en este centro conmigo. Estaba harta de las malas caras y las palabras feas. Cansada de los insultos de Niall y de que todos me miraran como a un bicho raro. Tyler bufó.
- No tengo por qué ser amable contigo, Alexia, yo no soy tu amigo.- sus palabras me hirieron. Sabía que no era mi amigo, pero aun así el sábado por la noche no parecía tan reacio.
- Vete.- Dije tratando de controlar mi enfado, con voz neutra. Él me miró levantando las cejas por un momento, pero luego negó con la cabeza con una fría sonrisa.- Lárgate, Tyler, no tienes por qué ser amable conmigo.- contesté mordaz, devolviéndole sus propias palabras.
Tyler no se lo pensó una vez más, se levantó del asiento que segundos antes había tomado y salió por la puerta dando un portazo y sin mirar atrás.
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Después me iré
Roman d'amourAlexia Woods se ve obligada a mudarse a Chicago cuando sus padres deciden darle esta segunda "oportunidad". Ha estado perdida mucho tiempo y es hora de reencontrarse, pero lo que no espera es que tal vez en este camino de vuelta, no sólo se encuent...