Liam
Lo que había visto había conseguido enfurecerme. Hace sólo dos días era yo el que estaba dentro de ella, follándola, y ahora... Odié y amé su cara de placer cuando llegó al orgasmo. Con Niall. Hace menos de una hora la tenía mirándome con cara dolida y ahora... Maldita sea, quería matarlos. Y follarla. Había conseguido excitarme y eso me enfurecía aún más, ¿qué narices iba mal conmigo?
- ¿Qué coño estáis haciendo?- les dije regañando. Pude ver al imbécil de Niall reírse por lo bajo mientras abrochaba su pantalón. Estaba a punto de lanzarme y golpearlo.
- Eso no es asunto suyo, profesor.- Alexia me había sorprendido. Incluso Niall la miraba con los ojos abiertos y... ¿Admiración? Este tío era gilipollas.
- ¿Perdona?- dije conteniendo mi rabia, amenazante mientras ella se colocaba la falda con indiferencia. ¿Quién coño era esta Alexia? No conseguía reconocerla.- Repite eso que has dicho.
- Digo que Niall y yo ya terminamos de follar, aunque eso no es asunto suyo, profesor.- pude escuchar ¿despecho? En su voz. Así que de eso iba todo...
- Al despacho, Woods.- ella me miró levantando las cejas. Luego miré a Niall.- Y tú,- no digas gilipollas, no digas gilipollas- McBain...- escupí con asco- te quiero ver en mi despacho nada más acabar las clases. Estaré esperándote con tu entrenador.
Niall me miró directamente a los ojos, pero no dijo nada. Luego miró a Alexia con prepotencia y se acercó a ella.
- No quiero volver a verte como antes.- no entendí nada.
- ¿Desde cuando te preocupa como estoy?- respondió ella con los brazos cruzados. Él se rió con frialdad, luego le agarró de la barbilla. Estaba a punto de golpearle para que la soltara, pero habló rápido.
- Nunca me ha importado. Pero quiero que los secretos sigan siendo secretos. Así que procura tener más cuidado.- dijo con dureza y la soltó.
Luego se giró encontrándose con mi cuerpo más cerca de lo esperado. Me crucé de brazos y le lancé una mordaz mirada. Ojalá pudiera reducirle a polvo solo con la mirada. Él cuadró los hombros y alzó un poco la cabeza hacia mí para igualar nuestros ojos. Agradecí internamente ser un poquito más alto.
- Hasta luego, Reeds.- dijo antes de mirar una última vez a Alexia de arriba a abajo y marcharse cerrando la puerta.
Estábamos solos.
- ¿De qué narices iba todo eso?
- Nada que te importe.- dijo mirándome en el espejo mientras colocaba su pelo. ¿Cómo diantres podía estar tan indiferente?
- Nunca pensé que fueras así.
- No pedí tu opinión.- dijo a la defensiva, pero pude ver algo parecido al dolor en sus ojos. Le sonreí con malicia.
- ¿Te gusta acostarte con todos?- no contestó y por su mirada furiosa, yo me di por satisfecho.- No vuelva a hacer algo así en el instituto, Woods.- había conseguido ponerme furiosamente celoso. En estos momentos llegué a odiarla.
- Porque en tu casa sí, ¿no?- contraatacó. Apreté los dientes y tomé aire profundo.
- No sé de qué estás hablando.- se giró con los puños apretados, parecía una niña. Si no fuera por lo enfadado que estaba, me hubiera echado a reír.
- Yo tampoco pensé que fueras así.- escupió dolida.
- ¿Así como?- dije acercándome lentamente a ella, quería molestarla. Hacerle daño.
- Un hijo de puta que se folla a sus alumnas y luego se olvida. Pero créeme que quien sale perdiendo aquí eres tú, profesor.- dijo eso último con burla. La sujeté por la nuca y tiré un poco hasta que su boca quedó cerca de la mía.
- Cállate.- prácticamente rugí mirando sus profundos ojos. Parecía otra y por un momento sentí pena por ella. Pero recordé como me la acababa de encontrar y recuperé mi enfado.
- ¿Quieres besarme?- me sorprendió y observé como su pequeña lengua humedecía sus labios. Maldita sea si no moría de ganas por hacerlo, si no moría por volver a estar dentro de ella. Mi polla palpitaba, pero tenía más amor propio que eso.
- Quiero follarte.- dije con mi voz ronca.- Pero no lo haré. Yo no olvido tan fácilmente como tú, que hace unos minutos era el imbécil de McBain el que se te estaba corriendo dentro.- y la solté, alejándome un poco de su cuerpo.
Ella pareció dolida con mis palabras, pero no hizo nada más que mantener mi mirada. Parecía que quería oír esto, parecía que lo estaba esperando.
- Olvida todo lo que pasó esa noche. Supéralo, Alexia. Fue un error. Estaba bebido y tú...- vi como su mandíbula se tensaba y sus ojos brillaban más de la cuenta.
- Vete a la mierda, Liam.- me dijo furiosa.
- No actúes así. Solo estoy haciendo lo mejor para los dos.
- Para ti, dirás.- su mirada cambió repentinamente a una más dura y fría.- Ya quisieras tú borrar todo lo que pasó. Pero eso no es posible, Reeds. No es posible devolver el tiempo así que supéralo tú también, porque nunca dejarás de ser un hipócrita profesor sin nada de ética profesional que vive con el miedo a que su "error" decida abrir la boca.
Contuve el aliento. Por la determinación en su mirada sabía que estaba hablando en serio, pero yo no me iba a dejar intimidar por una niñata. Sinceramente había conseguido enfurecerme, pero sabía cómo funcionaba la mente de una adolescente y no iba a caer en su juego.
- Escúchame bien, Alexia.- di una zancada hacia ella, mirándola seriamente y por como se encogió ligeramente pude ver que había conseguido intimidarla. Reprimí una sonrisa y apoyé mi mano derecha en la pared detrás de ella, arrinconándola.- Conmigo no funcionan las amenazas.- reí secamente.- Solo mírate, eres una cría.
Y antes de que pudiera decir nada, me dirigí a la puerta.
- Liam.- me sorprendió una familiar voz cuando salí del baño. Mierda. Tenía que sacarla de este pasillo antes de que saliera Alexia. No tenía ganas de darle explicaciones a nadie ahora mismo, estaba furioso y lo último que necesitaba es un encontronazo más, así que cuando escuché la puerta del baño abrirse, agarré a Nancy del brazo y tiré de ella. ¿Qué mierda hacía aquí?
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Después me iré
RomantizmAlexia Woods se ve obligada a mudarse a Chicago cuando sus padres deciden darle esta segunda "oportunidad". Ha estado perdida mucho tiempo y es hora de reencontrarse, pero lo que no espera es que tal vez en este camino de vuelta, no sólo se encuent...