Liam
No podía dormir. Miré el reloj y eran las 6.00 a.m. Me enderecé y me quedé quieto en el borde de la cama, mirando más allá de la ventana entreabierta. Había pasado todo el fin de semana sin hablar con Alexia. Ella no había dicho nada y yo realmente necesitaba tiempo. Aquella noche con ella... No voy a decir que fuera la primera vez que compartía cama con una mujer, antes prácticamente vivía con Nancy, ni tampoco diría que era la primera vez que era infiel... Fueron muchas, demasiadas, para sentir arrepentimiento ahora. Era un cabrón y lo sabía. Tampoco estaba orgulloso de eso. Pero sí era la primera vez que compartía cama con una alumna. Una cría de 18 años... Una edad en la que somos, especialmente las mujeres, enamoradizos, frágiles e inmaduros. Y sabía que lo que me estaba jugando con Alexia era mucho... Era el puesto de trabajo por el que había luchado estos dos años que llevaba de profesor y aunque soy joven, necesito una estabilidad. No sé si merece la pena perderla por ella.
- Mi amor.- escuché ronronear a mis espaldas.
Cuando me giré pude ver el perfecto pecho de Nancy asomar sobre las sabanas. Y la cara con la que me miraba era realmente erótica. Sabía lo que quería y sería un imbécil si dudaba en dárselo. Nancy podría pasar perfectamente por actriz porno con esos labios gruesos y esa mirada de niña traviesa. Y eso se supone que era lo que nos gustaba a los hombres. Pero no sabía que coño estaba fallando en mí últimamente.
- vuelve a la cama... Aún tenemos tiempo.- dijo y noté como sus largos y finos dedos se metían bajo la sábana que rodeaba mi cintura y agarraban mi polla, poniéndomela dura.
Miré a sus ojos fijamente, Nancy era directa, sabía donde y como tocarme. Y era mi novia, no podía rechazarla. Así que me dejé hacer y disfruté mientras sus manos bombeaban lenta y rítmicamente sobre mi miembro, en una perfecta paja. Solté un par de gruñidos y rápidamente me activé. Empujé el fino cuerpo de ella sobre la cama y dejé que siguiera tocándome un buen rato, mientras yo pellizcaba y mordía sus pezones. Amaba sus tetas. Cualquier hombre hetero lo haría. Ella siguió tocando, como si la vida se le fuera en ello y en un momento tenía mi polla dentro de su boca. Aproveché para agarrarla del pelo y empezar a follarme sus gruesos labios. Hacía unas buenas mamadas... Eso estaba claro. Gruñí más alto mientras clavaba mi verga aún más hondo en su garganta. Nancy gemía y me acariciaba los testículos. Aumenté el ritmo y cuando estaba a punto de correrme, salí de su boca y empecé a tocarme con fuerza, hasta que me vine sobre su pecho. Nunca me cansaría de ver esa imagen. Era jodidamente caliente ver a una mujer marcada por tu semen. Volvió a mirarme perversa y antes de poder hacer nada, Nancy me empujó sobre el colchón y se puso sobre mí, empezando a montarme descontrolada. Cerré los ojos mientras sentía su pelvis moverse sobre la mía y los abrí violentamente cuando en mi mente apareció la cara de Alexia.
* * * * * * *
Estaba de muy mala hostia. No había terminado de echar el dichoso polvo con Nancy y ella ahora no paraba de joderme la cabeza con eso. Que si ya no la quería, que si había dejado de ponerme, que si me estaba volviendo gay... Porque para ella era imposible la opción de que hubiera otra. Y eso me causaba risa. Nancy era tan superficial y creída a veces que llegaba a pensar que un hombre se volvería gay antes de pensar en otra mientras se lo follaba. A veces jodidamente hubiera deseado decir que no aquel primer día. No acceder a tener nada con ella. Pero ahora estaba obligado. Malditamente jodido y obligado a salir, follar y besar a una tía que parecía modelo de pasarela, pero que me desesperaba. Era la mierda más irónica que podía pasarle a un hombre que adoraba a las mujeres guapas.
- Nancy, ¿puedes dejar de rallarme la cabeza con esa mierda?- estaba realmente irritado.
- ¡Liam!- me gritó.- ¡no me hables así!
- Entonces tú para de decir tonterías...- Ella se cruzó de brazos y bufó. No podía creerme que estuviera haciendo esto en el instituto.
- No pienso volver a chupártela. Egoísta capullo.- Nancy me hinchaba las pelotas en nivel experta. Era tan infantil a veces...
- Como quieras.- contesté indiferente y me alejé por el pasillo dejándola ahí.
Unas cuantas alumnas me saludaron, otras solo me miraban y se sonrojaban supongo que esperando una sonrisa, pero hoy no estaba de humor. Me había acostumbrado a sus miradas y verdaderamente me hacían gracia, pero definitivamente hoy no era el día. Pasé por delante del casillero de Alexia, ella no estaba ahí. Tal vez no había llegado aún o había llegado antes... ¿Por qué mierda pensaba en ella? No era nada de otro mundo, no entendía por qué le daba mayor importancia, pero sobre todo no entendía qué narices tenía ella para no poder sacármela de la cabeza. Sentí ganas de golpearme contra un casillero. Era un jodido estúpido. Me estaba comportando como un crío. Eso te pasa por follar con crías. Mi teléfono empezó a vibrar en mi bolsillo y lo saqué de mala gana.
- ¿Liam?- era la voz de Ryan. Suspiré y miré al frente.
- ¿Qué quieres a estas horas, capullo?- era extraño que él llamara tan temprano.
A lo lejos vi a Tyler y reprimí las ganas de no devolverle el saludo. Últimamente le había visto observarla demasiado y cuando fui a buscar a Alexia aquella noche, casi estallo al ver que era su casa. Pero todo se me pasó cuando la vi tan destrozada y descompuesta. Lo odié desde ese instante. En realidad desde que llegó ella, odiaba a la gran mayoría de mis alumnos del sexo masculino. Maldita sea, era jodidamente ridículo.
- Traté de hablarte anoche, pero tenías el teléfono apagado.- escuché decir a mi amigo y volví a la conversación.
- Ajá.- contesté vagamente.- Estaba con Nancy.
- ya, pues tengo noticias de una de tus chicas.- Ryan rió al otro lado de la línea.
- ¿cuáles chicas, idiota?- Tampoco estaba para sus bromas.
- ¿Tú no estabas con una alumna?
- ¿tú no dijiste que cerrarías el pico?- contesté entre dientes mientras salía hasta el aparcamiento del centro. Lejos de cualquier oído curioso.
- Sí, colega, pero es importante, ¿Estás con ella o no?
- No estoy con ella, Ryan. Nunca lo estuve.- contesté tenso.
- Ya me entiendes.
- ¿Qué importa, Ryan? ¡Habla claro, joder!- me mataba que no lo dijera de una vez.
- yo la he visto.- fruncí el ceño aunque sabía que no podía verme.
- ¿Y qué?- pregunté sonando obvio. Como me hubiera llamado por una tontería...
Pero en cuando dirigí mi mirada al Parking supe de lo que estaba hablando y en ese mismo instante me quedé congelado. Lo que era bastante curioso teniendo en cuenta que mi sangre empezaba a hervir. Definitivamente no era mi maldito día. No daba crédito a lo que estaba viendo: Alexia y Niall sonriendo mientras iban cogidos de la mano hasta la puerta del centro. ¡De la mano! ¡Y ella se estaba riendo! Y lo peor no fue eso, lo peor fue ver como Niall estampaba sus asquerosos labios sobre la boca de Alexia una vez llegaron a la puerta. Frente a mis narices. La besó, se besaron. Iba. A. Jodidamente. Matar. A. Alguien.
Ey, ey, ey!!! Capítulo corto, lo se, pero.. ¿Cómo se quedaron?? Lo esperaban? Ya les dije, prometí emoción pronto y una pareja.. Aquí la tienen. Nunca dije que fuera a gustarles. Ustedes también tienen intriga por saber qué pasará? Por que alexia es tan feliz con Niall!! Yo sí fuera Liam también mataría a alguien jaja
Bueno amores, las dejo y espero que comenten pronto.
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Después me iré
RomansaAlexia Woods se ve obligada a mudarse a Chicago cuando sus padres deciden darle esta segunda "oportunidad". Ha estado perdida mucho tiempo y es hora de reencontrarse, pero lo que no espera es que tal vez en este camino de vuelta, no sólo se encuent...