Traté de besar a Liam una vez que estuvimos en el salón de mi casa, pero él me detuvo.
- Alexia, tenemos que hablar.- le miré frunciendo el ceño y me volví a acercar.- ¿por qué te odia Niall?
- ¿Qué más da?- no podía contárselo. No ahora que le volvía a tener después de tanto tiempo. Sabía que estaba mal, que estaba perdida por Liam y esto no podía salir bien, pero aun así era lo suficientemente egoísta como para no querer perderle aún.
- No da igual.- dijo cruzando los brazos y remarcando sus bíceps. Esos brazos...- necesito saberlo.
- y yo necesito que lo dejes.- dije suplicante, esperando que de verdad lo dejara pasar.
- Alexia...- pero no le dejé continuar y me lancé a abrazarle. Me sentía como una niña pequeña.- Suéltame.- dijo tratando de zafarse de mis brazos, pero por la poca fuerza que ponía supe que le estaba costando resistirse.
- Ha sido demasiado por una noche, Liam... Yo...- sentí mis ojos humedecerse. Estaba siendo tan malditamente emocional.- por favor...- susurré e inconscientemente apreté mi pelvis contra la suya, depositándole un suave beso en el cuello.
Ya me daba igual admitirlo. Liam era la cura a mis problemas. Era mucho más que sexo, era... Era sentir su piel junto a la mía, era tener sus brazos rodeándome, era su voz, su olor, sus ojos, su tacto... Y entonces lo supe: era él. Y yo me estaba enamorando. Liam gimió y permaneció estático ante el contacto de nuestros cuerpos, haciéndome querer más de él.
- Te he echado tanto de menos...- volví a susurrar, besando esta vez su barbilla.
- Mierda, yo a ti también.- reaccionó al fin, atrapando mi pelo entre sus dedos e inclinando mi cabeza hacia atrás hasta atrapar mis labios con los suyos suaves. Creo que podría morir en este momento y no me importaría lo más mínimo. Cuando Liam me besaba sentía que al fin estaba en casa. Su sabor era tan dulce y adictivo... Le había extrañado muchísimo en todo este mes.
Mis manos viajaron por su musculosa espalda y se detuvieron al llegar a su duro culo, tocándolo como si lo estuviera amasándolo. Sentí a Liam reír contra mi boca y le empujé aún más cerca de mi cuerpo. Él gruñó y sus dedos abandonaron mi pelo, siguiendo el mismo recorrido que siguieron los míos pero esta vez a través de mi cuerpo. Sentí mi piel erizarse ante el contacto con la suya... Liam me hacía sentir una sensación chisporroteante en mi estomago tan parecida a la felicidad...
Apretó mi trasero hasta acercarme más a él, pareciendo casi imposible que existiera un solo milímetro entre nuestros cuerpos. Él empezó a empujar mis caderas suavemente arriba y abajo con sus grandes manos, haciendo que nuestras pelvis se rozaran de una manera exquisita. Gimoteé con descaro y sin miedo; era tan voluble entre sus dedos...
- No vuelvas a dejarme.- le oí gruñir sobre mis labios y juro que sentí como mi corazón se encogía un poco.- no quiero seguir más tiempo sin ti, no tan lejos.
Besé con fuerza sus labios, queriendo decirle todo en ese beso. No podía reconocer a este Liam romántico y profundo, pero lo amaba. Amaba cada una de sus palabras y sus gestos, lo amaba a él. Porque si algo había aprendido todos esos días que pasé a su lado es que era un hombre de escasas palabras y actos románticos, y por eso valía tanto lo que me estaba diciendo. Sus manos empezaron a ascender por la parte delantera de mi cuerpo, hasta llegar a mis pechos y masajearlos con sus largos dedos.
- Yo ya no puedo estarlo.- le contesté en voz baja, solo para él. Por un momento tuve miedo. Temí que pronto se arrepintiera de lo que había dicho, temí al futuro que no podría tener a su lado. Porque sabía que terminaría perdiéndole, sabía que dejaría de verme igual si se enteraba de lo de Jeremy, sabía que no podía ocultarlo eternamente y también sabía que en el momento en el que ocurriera eso mi corazón estaría roto.
Un pequeño gemido por parte de Liam me alejó de esos malos pensamientos y terminó de aniquilarlos cuando me besó aún más fuerte y tiró de mi cuerpo haciéndome pegar un salto y enredar mis piernas en su fornida cintura. Nuestros sexos se presionaron y no pude evitar balancearme un poco sobre su ya dura entrepierna. Sus manos rápidamente se encendieron y subieron de mi cintura hasta mí torso, agarrándome por ambos lados y tirando de mi cuerpo, hasta dejar uno de mis pechos a la altura de su boca. Me creí morir cuando sentí sus dientes morder mi pecho derecho por encima de la camisa y el sujetador, haciendo que arqueara mi espalda hacia atrás completamente indefensa ante su boca. Suspiré y noté como su húmeda lengua se paseaba por encima del borde de mi camisa, yendo desde mi canalillo hasta mi cuello.
- Liam...- gemí y tiré de su suave y corto pelo, sintiendo como su boca me hacía cosquillas en la oreja.
- Voy a follarte como ese niñato no lo ha hecho en todo este mes, nena.- dijo sonando a promesa mientras le sentía subir las escaleras de mi casa.
Cuando llegamos a mi habitación me depositó sobre la cama y se abalanzó prácticamente sobre mí, apartando cada prenda de ropa que encontraba en su camino.
- Voy a adorar cada uno de los centímetros de tu cuerpo con mi boca...- susurró pasando su lengua por mi estómago ahora desnudo, haciéndome estremecer.- voy a hacerte olvidar donde estuvo él.
Di un brinco cuando sentí dos de sus largos dedos introducirse con fuerza en mí. Bajé mi mirada y Liam me observaba con diversión y perversión en sus ojos. Me sentí perdida, pero antes de que pudiera decir nada, su lengua ya estaba haciendo maravillas contra mi centro.
- Liam... Liam... ¡Liam!- grité su nombre una y otra vez, incapaz de creerme que al fin estuviera con él de nuevo. Incapaz de soltar sus manos que estaban entrelazadas con las mías.
Me dejé llevar, no fue difícil con Liam entre mis piernas. Era un jodido Dios del sexo, sabía cómo acabar conmigo. No tardé en llegar al orgasmo y él se alejó de mí con una sonrisa triunfante y depositando suaves besos por todo mi cuerpo. Haciéndome olvidar de verdad donde había estado el salvaje de Niall aquella noche en la fiesta...
- Me vuelves loco, pequeña...- susurró cuando llegó hasta mi mandíbula.- loco de necesidad. De deseo.- su voz sonó desesperada, lo que me excitó aún más.- Eres mi mayor debilidad.- sentí como su longitud se hundía en mí, despacio y con ternura. Esto era tan nuevo para mí...- y no me arrepiento de seguir cayendo contigo.
Fue lo último que dijo antes de volver a besarme y acariciar todo mi cuerpo. No podía sentir nada más que amor y plenitud mientras me besaba. Este Liam era distinto, era menos frío, más humano conmigo. Y por paradójico que suene, nunca fui más libre de lo que me sentí en ese instante en el que estuve prisionera entre sus brazos.
Le abracé con fuerza, depositando pequeños besos por su cara y me derretí cuando él clavó sus preciosos ojos azules en mí, transmitiéndome tanto.
- Te quiero- susurré justo cuando llegué al orgasmo y esas dos palabras se perdieron entre el eco de nuestros gemidos.
En ese momento me dio igual haberlo dicho, me dio igual que lo escuchara, me dio igual que pudiera alejarse, me dio igual el pasado o cualquier tiempo insustancial. Simplemente me dio igual si el mundo seguía girando o no. Me daba igual Niall, mis padres, Nancy, incluso Jeremy... Me daba igual todo porque por primera vez Liam me había hecho el amor.
Hola!! Capítulo cursi y romántico ñee jaja pero creo que ya era hora no? Después de tanto drama y lo mal que se los he hecho pasar con las dificultades que ha sorteado Alex!!
Que les pareció? Les gusto?? Alguien más ama que alexia se esté enamorando? Jajaja
Bueno, nenas, las dejoo
Espero que comenten y voten muchoLas adoro <3
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Después me iré
RomanceAlexia Woods se ve obligada a mudarse a Chicago cuando sus padres deciden darle esta segunda "oportunidad". Ha estado perdida mucho tiempo y es hora de reencontrarse, pero lo que no espera es que tal vez en este camino de vuelta, no sólo se encuent...