Era mi primer día en aquel viejo instituto a las afueras de Chicago y, para ser honesta, me sentía jodidamente nerviosa.
Todo había pasado tan rápido que aún no me podía creer que me encontrara en pleno mes de Noviembre a las puertas de aquel decrépito y enorme portón decidiendo si entrar o no. ¡Era una maldita locura! Mi vida había sido toda una locura en los últimos meses.
Ya había pasado un año y medio y parecía que fue ayer cuando recibí la noticia. Pero ya hacía demasiado tiempo y era hora de coger las riendas de mi vida y reconducirla. Él ya no estaba y nada podría hacer que volviera. Ni tampoco podía borrar los muchos errores que había cometido hasta el momento. Ahora me encontraba sola, completamente sola, siendo la nueva en un maldito instituto que no era el mío.
En estos momentos odiaba a mis padres por haber decidido continuar con su vida tan jodidamente lejos. Les odiaba por poner siempre por delante su maldito trabajo, su maldito estatus social y su maldita y falsa felicidad. Y aún por encima se creían que debía agradecerles "esta nueva oportunidad" que, según ellos, me estaban dando. ¡Y una mierda!
Solo me estaban alejando de todo lo que conocía, del único lugar al que realmente podía llamar casa, de las únicas personas que eran capaces de entender mi mal humor cuando el dolor volvía nuevamente a presionarme. Me estaban quitando todo eso para lanzarme lejos, a un lugar que no había visitado en mi vida, en un barrio que no me gustaba nada, a un instituto que hacía meses que había comenzado sus clases, con unas personas que ni conocían lo que había pasado ni yo quería explicarles por qué debían dejarme en paz, a mi bola.
Pero por más veces que se lo hubiera dicho, por más días que hubiera pasado sin hablarles o por más promesas que les hubiera hecho... Nada de eso cambiaba el hecho de que aquí estaba yo, frente a este decrépito y enorme portón, cogiendo aire y dando un paso al frente.
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Después me iré
RomanceAlexia Woods se ve obligada a mudarse a Chicago cuando sus padres deciden darle esta segunda "oportunidad". Ha estado perdida mucho tiempo y es hora de reencontrarse, pero lo que no espera es que tal vez en este camino de vuelta, no sólo se encuent...