Aquel rubio no paraba de mirarme las tetas con una tonta sonrisa estampada en sus carnosos labios, irritándome como él no podía imaginar. Sentí unos grandes dedos rozar mi culo a través de la tela de los vaqueros y juro que me estaba costando no crear un alboroto ahí mismo, pero la vergüenza de estar nuevamente frente a Liam aunque él ni siquiera me estuviera mirando, me impedía actuar como la loca desquiciada que poco a poco se estaba apoderando de mí. Pero supe que ese estúpido extraño había llegado demasiado lejos cuando sus manos empezaron a amasar mis nalgas, así que me giré dispuesta a plantarle cara cuando...
- Como sigas tocándola te cortaré las manos.- Mierda. Su voz era amenazante.
Después de casi una semana sin oír su voz, ahora sonaba más profunda y excitante de lo que había sido nunca. Pero la cosa no se puso realmente jodida para mí hasta que alcé la mirada y me encontré con sus duros ojos azules. Y extrañamente esto me recordó a la primera vez que le vi, tan serio y distante como en aquel entonces, pero igual de atractivo. No sé qué narices tenía Liam Reeds, a parte de un cuerpo de escándalo y una chulería desbordante, pero conseguía hacerme caer en su órbita con sólo mirarme. Me ponía nerviosa e insegura, sin saber nunca cómo iba a reaccionar. Y odiaba esa parte de mí que sacaba él, odiaba esa nerviosa inestabilidad cuando hasta mi respiración se paraba esperando por él, como si necesitara su permiso para seguir tomando oxígeno. ¡Agh! Juro que odiaba todo de él... Pero aun así amaba cada una de sus partes. Sin saber por qué ni cuándo exactamente había descubierto esto, simplemente supe que me volvía loca. Pero a él parecía no importarle, incluso creí que llegaba a molestarle, dado que hasta este mismo momento me miraba como si fuera lo más aburrido y estúpido del mundo, dejándome claro que sobraba. Pero ahora no. Ahora fulminaba a su amigo con la mirada mientras que apretaba los puños sobre la mesa.
- ¿Por qué?- preguntó el rubio curioso.- ¿Es que acaso la conoces?
Y entonces Liam me miró por primera vez en toda la noche, frunciendo el ceño a más no poder. Sabía que él no quería decirle a sus amigos que yo era su alumna, aunque no entendía muy bien por qué. Ni tampoco entendía por qué se había enfadado tanto porque su amigo me tocara el culo, ¿no se suponía que yo le daba igual? ¿O es que me veía incluso poca cosa para el salido de su amigo?
- ¿Quieren que les traiga algo?- Reformulé mi pregunta, sabiendo que lo mejor era alejarme de allí cuanto antes.
- ¿Qué ha sido eso?- me interrogó Jamal cuando llegué a la barra con los pedidos de los amigos de Liam aún girando en mi cabeza.
Eran muchos, pero intentaría no olvidar que a él le gustaba el whisky. Yo lo odiaba. Miré tan mal como me fue posible a Jamal y le ignoré, preparando las copas y cervezas que me habían pedido.
- Alexia, yo...- comenzó a decir el moreno, pero se atoró enseguida.- yo... Es que...- Otra vez.- mira...
- Déjalo, Jamal. No me interesa nada de lo que tengas que decir, ya quedó bastante claro todo antes, ¿no crees? Y lo mejor es que tú hagas tu camino y yo el mío.
- Lo siento, ¿vale?- soltó de golpe.- Es solo que... Odio a Niall, y odiaría que dejaras que te hiciera algo... Solo de pensarlo...
- Basta, Jamal.- le corté, si era justa se le veía bastante afectado.- Eso no es asunto tuyo.
- ¿Sabes? Conozco a Niall bastante bien y...- continuó, pero esta vez la curiosidad pudo conmigo y le dejé hablar.- sé que puede llegar a ser bastante cabrón a veces, yo le he visto serlo en muchas ocasiones. Y también sé que rápidamente se cansa de molestar a la misma persona. Pero como te mira a ti... Te odia.- Bueno, no me descubría nada nuevo.- lo que dije antes... Sé que no estás saliendo con él, he estado pensando este tiempo en eso y sé que es por Jeremy.
ESTÁS LEYENDO
Después me iré
RomansaAlexia Woods se ve obligada a mudarse a Chicago cuando sus padres deciden darle esta segunda "oportunidad". Ha estado perdida mucho tiempo y es hora de reencontrarse, pero lo que no espera es que tal vez en este camino de vuelta, no sólo se encuent...