Alexia
No sé en qué momento exactamente empezó o, mejor dicho, acabó todo. No sé cuándo me di cuenta de que la historia con Liam debía comenzar a ser pasado por mucho que me doliera hacerlo. No sé en qué instante decidí que debía superar lo ocurrido con Jeremy y emprender el vuelo de nuevo. No sé cuál es el punto exacto al que debe llegar un ser humano en su vida para decidir volver a respirar de nuevo. Pero yo hoy puedo decir que respiro otra vez; libre, lejos.
Respiro sentada en una vieja cafetería a demasiados kilómetros de Chicago, mientras contemplo a la gente pasar por delante de la gran cristalera y espero como quien tiene toda la vida por delante para ello. Como quien ha probado las prisas y los frenazos en seco y el quedarse sin combustible y el reinventarse para seguir tirando... Como quien se ha prendido fuego y, cuando estaba a punto de extinguirse el humo, ha resurgido gritando. Como quien decide olvidar lo llorado y amar de nuevo, como si nunca le hubieran hecho daño. Amar de nuevo, sin límites ni obstáculos. Amar como si la persona amada fuera un milagro...
* * * * * *
1 año antes...
Me encontraba hundida en un taburete del bar en el que había pasado unos cuantos meses trabajando y en el cual presenté mi renuncia unos días atrás. Me encontraba bebiendo más alcohol del que creo que mi cuerpo podría soportar y bajo la dura mirada de Jamal, pero todo eso daba igual porque la vida dolía, el amor hacía daño.
Me sentía dormida, inerte y vacía. Como si nada nunca hubiera tenido sentido, como si mi vida entera fuera un completo despropósito. Rota y acababada, siendo incapaz incluso de llorar. Solo bebiendo más alcohol del debido, como si así pudiera matar toda la mala hierba que sentía crecer en mi interior, como si así pudiera curar mi corazón herido, como si pudiera dormir este dolor... Porque mi vida era una continua sucesión de pérdidas y escasas ganancias. Porque había perdido tantas veces que me sentía una absoluta idiota por no haber aprendido aún a despedirme, por no saber decir adiós a tiempo, por dejar que mi vida se detuviera en cada una de sus partidas. Porque en ese momento el mundo seguía girando, pero yo no.
Me sentía miserable y sola. Abandonada a mi suerte. Perdida. No sabía cómo podía seguir ahora, no sabía qué me tocaba por hacer si ya lo había intentado todo. Había tratado de olvidar mi pasado, había tratado de huir de él largándome a la otra punta del estado, había tratado de fingir que Jeremy nunca había existido, que nunca llegué a fallarle. Había tratado de seguir viviendo sin vivir realmente, porque eso no podía ser vida. No si en cada momento me encontraba dispuesta a entregar la mía a cambio de la suya. Y ya estaba cansada de huir, estaba cansada de fingir, de fallar, de volverme a ir y volver a tropezar; estaba cansada de olvidarme de olvidar y seguir recordando lo infeliz que era cada noche, lo mucho que lamentaba no tenerle aquí. Estaba cansada de sumar nombres a la larga lista de personas a las que había herido, porque aunque Liam me hubiera hecho el mismo o incluso más daño, dolía saber que él había llorado por mí. Dolía porque le quería, porque Liam me había hecho volver a sentir y luego me había destrozado de nuevo, recordándome que no merecía ser feliz junto a nadie, que el amor después de todo lo que hice no era para mí. Así que no sabía que iba a hacer en cuánto saliera de aquí, no sabía si es que acaso llegaría a salir, pero en caso de que así fuera, solo tenía una última opción ahora que había tocado fondo, la única cosa que no había hecho desde que había llegado aquí. Perdonarme.
* * * * * *
A pesar de encontrarse algo emborronados mis recuerdos de aquella noche a causa de todo el alcohol que había ingerido, aún era capaz de recordar mis últimos momentos en Chicago...Me había despertado en una cama que no era la mía, abrazada a un cuerpo que no era el suyo y que me hacía sentir querida. Pero no lo merecía, no le merecía. No podía hacerle eso a Tyler, no podía arrastrarle conmigo más de lo que ya lo había hecho. No podía sumar también su nombre a la larga lista de afectados que había dejado a mi paso, así que decidí escabullirme de entre sus brazos y dejarle vivir.
"Querido Tyler,
Sé que cuando despiertes y veas que ya no estoy aquí, sentirás unas ganas terribles de matarme, pero quiero que sepas que es mejor así.
Quiero que sepas que yéndome nos estoy haciendo un favor a ambos, a ti y a mí. Porque lo cierto es que eres impresionante y aunque no lo hayas dicho, hace tiempo que descubrí que me quieres, hace tiempo que vi en tus ojos un amor de verdad, un amor que aún no creo merecer. Y por eso me voy, porque ya no puedo seguir aquí, porque después de lo ocurrido con Jeremy tú has vuelto a hacerme ver lo que es sentirse querida y respetada de nuevo, valiosa para alguien. Y creo que aún no merezco que me quieran así, que aún necesito curarme para decirte que yo también te quiero a ti. Porque, sí, también te lo oí mientras me dejabas dormirme entre tus brazos, llorando desconsolada.
Hace unas horas estaba completamente cegada y emborrachándome como una idiota, pero tus palabras de anoche consiguieron despertar algo en mí... Consiguieron hacerme ver que no podía seguir así, que ya había sufrido demasiado para ser tan joven y que era mi momento de ser valiente y emprender el vuelo. Así que me voy; me voy a despedirme y disculparme con Jeremy, cosa que debí hacer desde un principio, me voy a empezar esta vez de verdad de 0, me voy a curarme, a perdonarme, a cuidarme, a quemar este último cartucho...
Me voy porque aunque me quedaría toda la vida entre tus brazos, este lugar me hace daño y tú no mereces ser arrastrado por mí, mereces ser feliz junto a alguien que te quiera de verdad, que te quiera por completo y no a medias como llegaría hacerlo alguien como yo, alguien lleno de heridas abiertas.
Así que supongo que esto es una triste despedida, perdóname por no ser lo suficientemente valiente como para decírtelo a la cara, pero es que aprender a decir Adiós es otro de mis asuntos pendientes... Y mientras llega el momento en el que pueda decirlo sin romperme un poco, te digo que hasta luego, gran amigo... Hasta dentro de lo que espero que sea un gran y asombroso tiempo... Hasta que volvamos a encontrarnos y yo sea capaz de decirte a la cara todo esto que siento"
Besé sus labios por última vez, viendo como se revolvía un poco en la cama, buscando con la mano lo que supongo que era mi cuerpo. Sequé las pocas lágrimas que resbalaban por mi rostro y me fui mirando al frente, sin volver mi vista atrás por miedo a encontrarme con sus ojos verdes y arrepentirme de este pequeño acto de valentía.
* * * * * *
En este momento, puedo verme dibujada en el empañado cristal, levemente distorsionada por el vaho que provoca la calidez que hay dentro del local. Me levanto y doy un último sorbo a mi té, dispuesta a salir fuera y mojarme bajo la lluvia, sin preocupaciones o miedos. Sintiéndome por primera vez en la vida libre y en paz conmigo misma. Suspiro, guardo el libro que estaba leyendo y, preparada para lo que sea que tenga planeado la vida para mí en este lluvioso día de junio, le devuelvo la sonrisa a mi reflejo.
Hace tiempo decidí quererme y cuidarme sin reparos. Hace tiempo descubrí que yo soy mi milagro.
“El modo en que te tratas a ti mismo establece el estándar para otros”– Sonya Friedman
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Después me iré
RomantizmAlexia Woods se ve obligada a mudarse a Chicago cuando sus padres deciden darle esta segunda "oportunidad". Ha estado perdida mucho tiempo y es hora de reencontrarse, pero lo que no espera es que tal vez en este camino de vuelta, no sólo se encuent...