—¡Despierta, pedazo de basura!
Norman abrió los ojos con tal dificultad que apenas y podía estar consciente de donde estaba y quién estaba a unos pasos de distancia. Le dolía muchísimo la espalda y el resto de su cuerpo. Seguía conectado a un aparato de oxígeno en un cubículo aislado y poco higiénico en Austria, con Marlon Blake. Aquella era la celda donde él lo castigaba cuando no cumplía bien sus órdenes. Ni si quiera se dio cuenta en qué momento lo trasladaron ahí; pero no le interesaba preguntar.
—¡Eres un completo inútil! ¿Lo sabías? —gritó Marlon, muy consternado, cerca de su cabeza, haciéndolo estremecerse y cerrar los ojos—no pudiste traerme la cabeza de Egon ni mucho menos a esas dos jovencitas que prometiste. Aunque, fuiste de gran ayuda, debo reconocer. Me acabo de enterar que una de ellas es hija de Dorian Tyler, el maloliente estadounidense que me pisa los talones.
—Yo no... pude—titubeó con debilidad—me fue imposible. No contaba con que Egon tenía aliados.
—Mejor cállate. Y duérmete.
—¿N-No vas a matarme? —balbuceó, tratando de no quedarse inconsciente.
—No. A mí me gusta torturar y si te mato ahora; no tendría nada divertido. Así que púdrete unos días más aquí porque cuando ya estés bien, te haré sufrir como nunca—siseó y abandonó el cubículo azotando la puerta metálica sin miramientos, provocando temblores internos en su cuerpo. Se revolvió incómodo y adolorido en la putrefacta cama, cerró los ojos, dando gracias a los médicos de haberle suministrado medicamentos a través del suero. La bala que había recibido fue letal y por poco perdió la vida, aunque de sobremanera, prefería morir a tener que esperar a recuperarse y sufrir las torturas corporales que le esperaba. Por un lado, anhelaba sobreponerse y así; prolongando un plan mediante el tiempo que iba a reposar, mataría al mismo Marlon Blake y comenzaría una vida sin ataduras. Iniciaría su propio sistema de homicidas que siguieran sus órdenes en vez de viceversa. Blake, no había ni bien abandonado el cubículo cuando uno de los ingenieros computacionales que se encargaban de rastrear a Egon y a la hija de su enemigo, lo interceptó a unos pasos más allá de donde se hallaba.
—¡Señor Blake! —gritó el sujeto, excitado— ¡hemos obtenido respuestas al rastreo! También acaba de comunicarse Peter, haciendo más que obvio mi investigación.
—Déjate de rodeos y habla de una buena vez.
—Egon y la chica se encuentran en un motel llamado Motel 6 Danvers, MA - Boston North en Boston. No sé han movido de la ciudad y parece ser que hay más personas con ellos.
—¿Más persona? ¿Quiénes?
—Vea—continuó diciendo mientras se encaminaban a la sala de computadoras—rastreé a Peitz y a la chica a nivel satelital; obtuve una imagen un tanto borrosa en la que los mostraba claramente a ellos dos en un coche, en compañía de más individuos.
—¿Hace cuánto los rastreaste?
—Hace aproximadamente veinte minutos, después se cayó la señal. Al parecer alguien más intenta rastrearlos también y obtuvo una respuesta positiva como nosotros.
—¿Quién?
—El IP está protegido tanto como el nuestro. Es imposible rastrearlo.
El rostro del hombre estaba impaciente por la reacción de Marlon y se apartó unos pasos cuando notó su semblante lleno de ira.
—Creo saber de quién se trata—masculló, irritado—y vamos a destruirlo.
Se alejó del hombre caminando a grandes zancadas, haciendo oscilar su gabardina negra que optaba por ponerse siempre y para tener un aire más oscuro, pero lejos de verse misterioso, se miraba ridículo. Se introdujo a su área de estar privada y comenzó a maldecir en alemán. Abrió un gabinete con rudeza y de ahí sacó un folder color manila donde había hojas dentro de ella en muy mal estado. Las deslizó en el escritorio con furia hasta dejarlas en posición de abanico para tener la mejor vista de todas las hojas.
"ERES MI MEJOR AMIGO, MARLON. JUNTOS HAREMOS DE ESTO UN MUNDO TERRIBLEMENTE HERMOSO Y PERFECTO PARA LAS PERSONAS. NUESTROS NOMBRES SERÁN RECONOCIDOS EN TODOS LOS LUGARES DEL PLANETA..."
—Maldito miserable—rugió, esparciendo las hojas al suelo de un manotazo.
"HEMOS CONSEGUIDO NUESTRA PRIMERA PISTOLA. ES HORA DE COMENZAR EL PRIMER ASESINATO, MARLON..."
Aquellas hojas pertenecían a distintos diarios y cartas de un par de adolescentes sedientos de sangre.
—Si tan solo hubiese sabido tus intenciones, querido amigo—susurró para sí y recogió una hoja del suelo; y la leyó en voz alta con rabia.
"MARLON Y YO HEMOS MATADO A UNA FAMILIA ENTERA DE PERSONAS. ES FENOMENAL. AUNQUE BIEN, MARLON ES UN COBARDE, PERO ES MI AMIGO Y LE ENSEÑARÉ A MATAR SIN TENER LÁSTIMA."
—Recuerdo como me obligaste a matar a esa pobre gente—arrugó la hoja con asco—y a partir de ese entonces, me convertiste en lo que soy ahora. Mis sentimientos se anularon por tu culpa, Dorian Tyler y nos convertimos enemigos a morir.
Y sus ojos se postraron en una hoja más raída que las demás, la cual era más grande. Tiró la que tenía en la mano y la sustituyó por esa.
"CENTRO DE ADOPCIÓN DE PARÍS, FRANCIA.
Queda estrictamente anulada la posibilidad de ser adoptados los siguientes dos infantes de nombres Dorian Tyler Cash y Marlon Anthony Blake. Ambos de trece años de edad, quiénes se les considera un peligro para la sociedad tras haber asesinado a una familia turista el mes pasado del presente año..."
—Nacimos en continentes diferentes y nos unieron en ese maldito orfanato. Me hubiera quedado aquí, en Austria y tú en tu asqueroso Norteamérica. ¡Pero no! —la rabia era tanta, que sus manos temblaban, con furia. Sus labios eran dos finas líneas rectas que amenazaban con gritar hasta quedarse afónico. —Tendré para mí a tu maldita hija, Dorian. Será toda mía—sonrió con demencia. La locura había abarcado gran parte de su cerebro. Y de una patada, hizo volar todas las hojas del suelo y salió dando golpes a las paredes del área. Le echó llave a la puerta y se dirigió al centro de computación. En el camino, se cruzó con los demás trabajadores y los fulminó con la mirada al pasar, intimidándolos.
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Dark Beauty © Libro 1. (TERMINADA)
Mystery / ThrillerDicen que los asesinos y criminales para que puedan ejercer su labor de asesinar o torturar, necesitan tener atrofiado una parte del cerebro que les impida tener emociones y sentir lo sentimientos que una persona normal tiene. Psicólogos han llegado...