*Narra Christian*
Pare el auto en una gasolinera ya que se me había acabado la gasolina. Voltee a ver a Jenn que estaba durmiendo placidamente en el asiento de copiloto. Íbamos camino a la casa de su Madre, ella me había explicado por donde quedaba y aquí estamos rumbo a su antigua casa. No digo que no estoy nervioso, por que en verdad si lo estoy y dirán ¿por que? Pues por que como ya han visto quiero a Jennifer y ella a mi, así que se puede decir que tenemos algún tipo de relación. No esta confirmada pero pronto lo estará.
-Me pone $50 dolares a la caseta 5, ¿por favor?- le dije al viejo que estaba en el mostrador.
-Si- dijo mirándome de abajo hacia arriba, yo solo rodé los ojos. Pagué y Salí Jenn estaba poniendo la manguera en la bomba. Le Sonreí y ella lo hizo de vuelta.
-Hola, Bella Durmiente- le dije riendo.
-Callate, tenia sueño. Me hiciste despertarme a las 6 de la mañana!- dijo rodando los ojos.
-Son 3 horas de camino, ¿a que horas pensabas que íbamos a llegar si nos levantábamos a las 11?- le dije rodando los ojos de vuelta.
-Pero es muy temprano- dijo quejándose.
-Lo siento, yo te lo advertí- le dije guiñándole un ojo.
-¿Cuanto falta?- dijo bostezando.
-Una hora con treinta minutos- dije mirando mi reloj.
-Wow, se paso muy rápido el tiempo- dijo mirándome.
Asentí con la cabeza estando de acuerdo.
-Ya quiero ver a mi Madre- dijo ilusionada.
-Si yo también. Vamos se nos hace tarde- dije con una sonrisa. Me metí en el auto y ella hizo lo mismo, encendí el auto y volví a la carretera. Todo el camino la pasamos hablando de cualquier cosa, cantábamos, reíamos, hasta que llegamos a nuestro destino. Me estacione enfrente de una casa muy hogareña, las paredes eran de color beige y tenia un jardín hermoso con flores adornando el camino hacia la entrada. Tomé de la mano a Jenn y la guíe hacia su casa, llegamos al porche y ella tocó 3 veces la puerta, se escucho un 'Voy' y pasos hasta que se abrió la puerta dejando ver a una señora muy linda, cabello color chocolate y ojos marrones.
-Que alegría que estén aquí- dijo mirándonos ilusionada.
-Hola Madre- dijo Jenn soltando mi mano para abrazar a su madre.
-Pasen, pasen- dijo haciéndose a un lado para que pudiéramos pasar a la casa. Mire a mi alrededor y todo era muy bonito, las paredes eran del mismo color que en la entrada, en ella tenia muchos cuadros con fotos de Jenn y su madre.
-¿Gustan agua, jugo, refresco?- dijo mirándonos a los dos
-Yo solo agua- dijo Jenn mirándome.
-Yo también, gracias- dije sonriendole.
-Ahora vengo- dijo antes de marcharse hacia la cocina.
-Tu madre es muy linda- le dije a Jenn sonriendo.
Se encongio de hombros y me miro divertida.
-Por eso soy su hija- dijo riendo.
-Que graciosa- dije dándole un beso en la frente. Se tensó y me miro sorprendida. Frunci el ceño.
-¿Que pasa?- le dije confundido.
-Nada de muestras de cariño aquí, por favor Christian- dijo mirándome.
-Pero, ¿porque?- le dije sin entender.
-Por Dios, soy tu sirvienta. Se supone que no debemos tener nada en común- me dijo obvia.
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¿Sirvienta? ¿Enserio?
Jugendliteratur-¿Una sirvienta? ¿Es enserio?- dije demasiado alterado. Que les pasaba? -¿Que tiene de malo hijo? ¿Acaso te da miedo?- dijo mi padre Bah! -Claro que no. Es solo que no necesito que nadie limpie la casa, ni que me haga el desayuno. Yo puedo solo- B...