*Narra Christian*
Los vi alejarse hacia el bosque y Maldita sea, me sentía tan impotente, nunca había experimentado tantos celos en mi vida. Pero es que algo tiene Jennifer que me hace quererla así. Me metí a la casa hecho una furia, ¿por que mier*das decidió irse con ese Imbécil al bosque? Fui a la cocina a servirme un vaso de agua, necesito calmarme. Ni yo me conozco estando así, no tardo mucho tiempo hasta que oí la puerta abrirse y cerrarse al instante. Deje el vaso en el lavaplatos y camine hacia la entrada. Estaba Jenn de pie en la puerta y me miro al instante que entre a la sala.
-¿Y como te fue? ¿Ya eres su novia de nuevo? Felicidades- dije con sarcasmo.
-No, no soy su novia y nunca lo seré. Por que no me gusta ni lo quiero ¿no puedes entender eso?- dijo mirándome.
-No puedo dejar que te vayas así como si nada con el- le dije mirándola mal.
-Era importante Chrisrian!- dijo alzando la voz.
-¿Asi? ¿Que tan importante? ¿Se besaron? ¿Se van a casar?- dije ciego de los celos.
-Se va a ir a Francia Christian! Eso es lo que me dijo! Deja de ser tan celoso!- dijo alzando los brazos al aire.
¿Se va? Por Dios, esa es la mejor noticia que me han dado en años. Por fin se va, por fin me quito un peso de encima. Jenn camino hacia mi al ver que no respondía. Me sentí mal por hacerle todas esas preguntas sin sentido.
-Debes aprender a confiar en mi Chris- dijo tomando mis mejillas en sus manos. Se acerco lentamente y me dio un lento y suave beso.
-Lo siento- dije cuando nos separamos.
-Sabes que eres el único a quien quiero- me dijo mirandome con ternura. Asentí con la cabeza asimilando su información.
-Yo también te quiero Jenn, es solo que me ciego por los celos y digo cosas incoherentes- le dije mirándola.
-Lo se, lo se. Debes medir tus celos y meterte en la cabeza que al único hombre que quiero es a ti y a nadie más- me dijo sonriendo. Se acerco y me dio otro beso. Nos separamos por falta de aire, nuestras respiraciones chocaban. Nos miramos el uno al otro y sonreímos. Mier*da, como estos momentos son lo que quiero que nunca acaben.
-Tengo algo que decirte, verás, los idiotas de mis amigos, los que vinieron el otro día, vendrán ahora. Tenemos planeado hacer una carne asada en el jardín trasero ¿que te parece?- le dije tomándola de la cintura.
-Me parece bien, de todos modos es tu casa- dijo encogiéndose de hombros mientras reía.
-Lo se, pero quiero que también decidas en esta casa, que es lo que te parece y no te parece ¿vale?- le dije mirándola.
-Vale- me dijo antes de darme un casto beso en los labios.
-Bueno iré preparando el asador en lo que tu sacas las carnes del refrigerador ¿ok?- le dije guiñándole un ojo. Asintió con la cabeza y fue corriendo hacia la cocina. Salí al Jardín y prepare el carbón, lo puse en el asador y espere a que prendiera perfectamente. Llegó Jennifer con las carnes y las puse en la parrilla.
-Ve a cambiarte, hoy quiero que te veas hermosa, mas de lo que ya estas- le dije a Jenn asintiendo hacia la casa.
-¿Que debería ponerme? ¿Algo formal o informal?- me dijo mirándome.
-Lo que tu quieras, con todo te ves hermosa- le dije encogiendome de hombros.
-Vale, ahora vengo- dijo antes de darse media vuelta y correr hacia la casa.
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¿Sirvienta? ¿Enserio?
Ficção Adolescente-¿Una sirvienta? ¿Es enserio?- dije demasiado alterado. Que les pasaba? -¿Que tiene de malo hijo? ¿Acaso te da miedo?- dijo mi padre Bah! -Claro que no. Es solo que no necesito que nadie limpie la casa, ni que me haga el desayuno. Yo puedo solo- B...