Capitulo 59

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*Narra Christian*

Regrese a casa después de la escuela, ya que mi princesa se había ido con Alice a comprar el vestido de novia y todo lo que tenga que ver con eso. Así que regrese solo a la casa, pero para mi sorpresa cuando entre mi padre estaba sentado en el sofá con las manos en su rostro, fruncí el ceño pero aun así entre. No quería hablar con el, así que lentamente camine hacia las escaleras para que no se diera cuenta de mi presencia, pero desgraciadamente volteo cuando apenas había puesto un pie en el primer escalón de la escalera.

-Hijo, Christian, ven aquí por favor, quiero hablar contigo- dijo con voz neutra, respire profundamente. ¿Debería ir? Él fue el único culpable de mis últimos problemas con Jenn, pero es mi padre también, me dio la vida y si no fuera por él, no estaría aquí en este momento. Dudando me acerqué a él sin decir nada.

-Siéntate por favor- dijo y me senté. Me miró y suspiro.

-Perdón ¿si? Fui un completo mal padre contigo en estos últimos días, no me di cuenta que tú amas a Jennifer y no a Rebbeca, y yo por pensar solo en nuestra empresa, en nuestro apellido, en mi negocio, me cegué, no vi la realidad, no me di cuenta que te estaba lastimando y perdóname hijo, estoy arrepentido- dijo mirándome triste.

-¿Cómo sé que no me estás mintiendo?- dije mirándolo curioso. Podría estarme mintiendo y eso sí que no se lo perdonaría.

-No hijo, sabes que yo no miento, de verdad estoy arrepentido y quiero arreglar las cosas, quiero que tú me perdones y que Jennifer también me perdone, por haber sido una mala persona con ella- dijo mirándome con sinceridad. Creo que ahora si estaba hablando enserio.

-Estuvo muy mal lo que hiciste padre, por poco y pierdo mi relación por tu culpa- dije apretando la mandíbula mirándolo fijamente. Cerró los ojos con fuerza.

-Lo sé hijo, lo sé y perdón, fui un mal padre, perdóname por favor, no quiero tener tu odio- dijo mirándome arrepentido. Suspiré profundamente antes de asentir lentamente con la cabeza.

-Esta bien- dije mirándolo, este me miró sorprendido y después sonrío.

-Ven aquí hijo- dijo y me abrazo, sin querer una sonrisa salió de mis labios. Aunque no quisiera, era mi padre y lo quería mucho, así que prefiero estar bien con él que enojados.

-Me enteré que te casas la próxima semana ¿es verdad?- dijo y asentí sonriendo.

-Te deseo lo mejor hijo, sé que Jennifer es la chica de tu vida y la madre de tu hijo, así que felicidades- dijo sonriendo y reí.

-Hmm, gracias- dije con una mueca. Aún no estaba acostumbrado a que me hablara así, después de que casi terminara mi relación por el, no me sentía cómodo.

-¿Y ya tienes todo listo? ¿Qué te falta? ¿Te puedo ayudar en algo?- dijo y asentí.

-Ya tengo el lugar y los mismos encargados se van a encargar de arreglar todo, solo falta mi vestuario, no he ido a comprarlo- dijo riendo, mi padre río.

-Mañana mismo lo vamos a comprar, yo te ayudaré a escogerlo- dijo y asentí sonriendo. Después de un rato de charla nos pusimos a ver un partido de fútbol americano en la televisión, mi padre y yo siempre hemos sido adictos al fútbol americano. Desde pequeño él me enseño todos los equipos y a cual deberíamos seguir. Prepare alguna botana y con dos cervezas fui hacia la sala donde estaba mi padre, mi madre había llegado del supermercado, nos miró con ternura al vernos a mi padre y a mí reconciliados de nuevo. Después se hizo tarde y Jenn se estaba tardando, quería hablarle pero decidí dejarla, necesitaba su espacio para comprar sus cosas, así como yo lo necesitaré mañana. Sin pensarlo, Jenn estaba entrando por la puerta con muchas bolsas en sus manos, rápidamente me levante a ayudarla no sin antes darle un beso en los labios. Subí a nuestra habitación y ahí deje las cosas, baje de nuevo y mi padre estaba saludando a Jenn, su cara era de asombro, me miró sin ninguna señal de vida.

¿Sirvienta? ¿Enserio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora