Maratón 2/?
*Narra Jennifer*-Y así pasó todo- dije suspirando mientras veía a mi mejor amiga comer galletas con nutella.
-Wow, qué interesante- dijo y me miró sorprendida. Rodé los ojos divertida.
-Y, ¿no dirás nada?- dije y esta me miró con la boca llena.
-Yo opino que es un idiota, eso es todo- dijo chupando su dedo que tenía nutella. Me acerqué y metí mi dedo llenándolo de nutella, después me lo metí a la boca y disfrute de su delicioso sabor.
-Eso ya lo sé, ni que me lo digas- dije rodando los ojos. Por una parte entendía a Christian, tenía miedo por ser papá por primera vez, pero esto también es nuevo para mí y yo también tengo miedo así que los dos deberíamos enfrentar esto juntos pero no, él quiso hacerlo por su lado y dejarme sola a mi.
-Pero qué bueno que lo mandaste a la mier*da, así como él lo hizo, ellos también tienen que sufrir!- dijo mirándome enojada.
-Tranquila, yo no estoy diciendo que no- dije alzando los brazos en forma de rendición.
-¿Lo perdonarás?- dijo mirándome fijamente. Suspiré y me acosté en mi cama.
-¿Crees que deba perdonarlo?- dije mirando al techo. Alice se acostó a un lado de mi.
-Mira, sé que ese chico me está sacando de mis casillas por lastimarte a ti, y aunque no quiera que lo perdones, obviamente tienes que perdonarlo, Jenn es el padre de tu hijo, tienen que enfrentar esto juntos, no quiero que estés sola en esta situación, me refiero a sin un padre para tu hijo, por qué no estás sola nos tienes a tus seres queridos que te apoyaremos en todo- dijo mirándome con ternura. Y sin darme cuenta las lágrimas ya bajaban por mis mejillas. Malditos sentimientos, maldita yo que soy tan sensible y lloro por todo.
-Muchas gracias amiga, no sé qué haría sin ti de verdad- dije y sollocé mientras la abrazaba fuertemente. Esta negó con la cabeza y así nos quedamos por un buen rato.
*Narra Christian*
-Odio esto mamá- dije mirándola mal. Llevábamos casi tres horas en este maldito lugar que estaba tan grande como el infierno.
-Quieres que tu novia te perdone, ¿no es así?- dijo mirándome enojada. Asentí con la cabeza agachada.
-Entonces cállate- dijo y siguió en la fila para pagar. Habíamos comprado de todo, en un resumen les podría decir que con todo esto tenía una posibilidad de que Jenn me perdonará, así que mejor no abro la boca y sigo en esto. Después de que parecieron años, mi madre pago y salimos de aquel infierno que me estaba matando.
-Mier*da, ya no vuelvo a lastimar a Jenn, después tengo que pagar haciendo todo esto- dije cansado. Mi madre me miró mal.
-¿Qué te dije de las malas palabras?- dijo subiéndose al auto.
-Ahg, está bien, lo siento- dije rodando los ojos.
-Y si quieres que tu novia te perdone, copera y cállate Christian- dijo poniendo el auto en marcha. A veces mi madre podía ser muy regañona, así como la ven de cariñosa puede ser el mismísimo diablo en persona. Después de eso, me limité a callarme ya que si abría la boca mi madre me regañaría, pronto llegamos a casa, bajamos todas las cosas y las llevamos directamente a mi habitación. Mañana sería un gran día, de verdad espero que Jenn me perdone, quiero que sepa cuánto la amo y todo lo que daría por qué ella me perdonará. Si fui un maldito imbecil, cobarde y todas las palabras que te puedas imaginar, pero estoy dispuesto a cambiar y sé que ahora mismo no me creen, pero yo sé que cambiare, estoy seguro de que cambiare. Me cambie de camisa y me puse unos pantalones de Chandal, mis favoritos y los que tanto me gustaba usar mientras estaba en mi casa. A mi mente llego una curiosa pregunta; ¿qué estará haciendo Jenn en este momento?, sonreí como el gato de Alicia, no me juzguen, vi esa película cuando era un niño y hasta ahora me encanta y la sigo viendo, tome mi celular y escribí un mensaje lindo para mí hermosa princesa.
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¿Sirvienta? ¿Enserio?
Novela Juvenil-¿Una sirvienta? ¿Es enserio?- dije demasiado alterado. Que les pasaba? -¿Que tiene de malo hijo? ¿Acaso te da miedo?- dijo mi padre Bah! -Claro que no. Es solo que no necesito que nadie limpie la casa, ni que me haga el desayuno. Yo puedo solo- B...