*Narra Jennifer*
Caminamos hacia la entrada y un señor de unos 40 años nos estaba esperando con una sonrisa impecable.
-Bienvenidos a Delia's Restaurant ¿tienen alguna reservación?- dijo sin dejar de sonreír.
-Si- dijo Chris devolviéndole la sonrisa.
-A nombre de ¿quien?- dijo viendo en la lista que tenia en el caballete.
-Christian Mackenly- dijo Chris.
-Siganme- dijo dando la vuelta y empezó a caminar hacia una dirección.
El restaurante era hermoso, mas de lo que era por fuera, realmente estaba impresionada. Había alguna que otra gente, casi la mayoría eran parejas. Llegamos a una mesa que estaba en la esquina del restaurante, el señor se despidió y nosotros nos sentamos.
-¿Te gusta?- dijo Chris mirándome con una sonrisa.
-Es hermoso- dije mirando a mi alrededor impresionada.
-Es bueno saber que te gusta- dijo riendo bajo.
-Gracias- le dije tímidamente.
-No tienes nada de que agradecer- dijo tomando mi barbilla y dándome un beso corto en los labios.
-Bienvenidos ¿ya saben que van a ordenar?- dijo un joven con una botella de vino en su mano, sirvió en nuestros vasos y nos miro con una sonrisa. Dejo la botella de vino en la mesa.
-Si, nos puedes traer el plato del Chef para los dos ¿por favor?- dijo Christian amablemente.
-Por supuesto. Enseguida traigo su orden- dijo el Joven antes de dar media vuelta e irse.
-Hay un lugar muy hermoso en este mismo restaurante. Te llevaré cuando terminemos de cenar- dijo Christian tomando mi mano. Asentí con la cabeza emocionada.
-¿Como conociste este lugar?- le dije curiosa.
-Vine una vez con mis padres a este lugar, y me gusto- dijo encogiendose de hombros.
-Oh que bien. Es muy hermoso- dije sonriendo. El Joven de hace un rato llego con nuestra orden, nos puso enfrente nuestros respectivos platos y se fue dándonos una ultima sonrisa.
-Hmmm, esta delicioso- dije disfrutando de mi plato.
-Me alegro que te haya gustado- dijo riendo.
-Cuentame mas sobre ti- le dije tratando de hacer una conversación
-¿De mi? No hay nada que decir de mi- dijo encogiéndose de hombros. Rodé los ojos.
-Siempre hay algo que puedas contarme- le dije mirándolo.
-Pues sin duda mi infancia fue la mejor- dijo sonriendo.
-¿Enserio? ¿Porque?- dije sonriendo.
-No lo se, era solo un niño. Mi padre y yo siempre jugábamos en el Jardín trasero de la casa, mientras mi madre preparaba bocadillos en la cocina- dijo encogiéndose de hombros.
-Luego crecí y todo se fue a la mier*da. Ellos casi no me hacían caso por su trabajo- dijo rodando los ojos.
-Ellos te aman Christian- dije mirándolo fijamente. Negó con la cabeza.
-Si lo hicieran estarían conmigo en este momento- dijo negando con la cabeza.
-Tienes que entender que ellos tienen obligaciones y una de ellas es cuidarte y que tengas alimento para sobrevivir- le dije tomando su mano. Asintió no muy de acuerdo.
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¿Sirvienta? ¿Enserio?
Teen Fiction-¿Una sirvienta? ¿Es enserio?- dije demasiado alterado. Que les pasaba? -¿Que tiene de malo hijo? ¿Acaso te da miedo?- dijo mi padre Bah! -Claro que no. Es solo que no necesito que nadie limpie la casa, ni que me haga el desayuno. Yo puedo solo- B...