*Narra Christian*
Después de llegar a casa nuevamente, todos cenamos tranquilos, mis tíos se acoplaban mas a la conversación y mis primas solo comían sin parar, no les importaba lo que dijéramos.
-¿Y cuando entraste a trabajar aquí muchacha?- dijo mi tío mirando a Jenn que estaba a un lado de mi.
-Hace menos de tres meses, señor- mi tío asintió en respuesta.
-¿Y te gusta este trabajo?- dijo mi Tia ahora mirándola curiosa.
-¿Como no le va a gustar? Si anda de zorra con mi primito- dijo Kendall rodando los ojos. Suspire, no quiero empezar de nuevo.
-Callate Kendall, no le hables así a Jennifer- dijo mi Tia regañandola. Kendall miró a Jenn con odio y siguió comiendo.
-Me gusta mucho señora, aparte de que lo hago con gusto, mi mama esta en depresión y hay gastos en la casa que ella no puede pagar, así que, mas que nada por eso entre a trabajar- dijo Jenn mirando a mi Tia con una sonrisa de lado.
-Oh, lo lamento mucho- dijo mi Tia tomando su mano, Jenn negó con la cabeza con una sonrisa.
-No se preocupe- dijo mirándola tierna. Terminé mi plato y cogí el de Jenn junto con el mio para llevarlo al lavaplatos, me agradeció con una sonrisa que se la devolví con gusto, fui hacia la cocina y los lavé con agua y jabón, cuando termine seque mis manos en mis pantalones y regrese a la mesa. Jenn miraba a todos incómodamente ya que cada quien estaba con su tema de conversación y ninguno la incluía a ella.
-Bueno, nosotros nos vamos a dormir, si necesitan algo estaré en la habitación de Jennifer- dije tomando la mano de Jenn para después levantarla.
-Buenas Noches hijo, que duerman bien- dijo mi tío leyendo el periódico. Y me sigo preguntando ¿de donde saco ese maldito periódico?
-Buenas Noches a todos- dije antes de llevarme a Jenn a su habitación. Llegamos y cerré la puerta detrás de mi, me quité la camisa ya que tenia calor, Jenn caminó hacia su closet y saco una pijama que constaba de una blusa de tirantes y un pequeño short, la tela era muy fresca y suave y de estampado tenia unicornios que parecían que estaban vomitando arco iris por todos lados.
-¿Y esa pijama?- dije riendo con el ceño fruncido. Me miró y después miro la pijama.
-¿No te gusta?- dijo mirándome divertida.
-Claro que si, es solo que esta muy rara por todos los unicornios que parecen que están vomitando arco iris- dije riendo. Se encogió de hombros tumbándose en la cama.
-Fue mi pijama desde que tenia quince años, y todavía me queda- dijo riendo. Me metí en la sabanas y llegué hasta ella tomándola de la cintura para acercarla a mi cuerpo, poso su mejilla en mi pecho y se relajo al escuchar los latidos de mi corazón.
-¿Christian?- dijo Jenn mirándome tiernamente.
-¿Si princesa?- dije mirando el techo.
-Quería pedirte permiso para visitar mañana a mi madre por la mañana- dijo mirándome ilusionada.
-¿Tu sola?- dije mirándola con el ceño fruncido.
-Solo tomaré un taxi y el me llevará- dijo como si fuera la cosa mas fácil del mundo.
-¿No prefieres esperarte a que yo llegué del medico para llevarte?- dije mirándola suplicante. Apretó su mandíbula y miro al frente como si hubiera visto un fantasma.
-No, quiero ir sola- dijo con la voz ronca. La miré y seguía mirando la nada con los ojos muy abiertos.
-¿Estas segura?- dije tomando su barbilla para que me mirara.
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¿Sirvienta? ¿Enserio?
Teen Fiction-¿Una sirvienta? ¿Es enserio?- dije demasiado alterado. Que les pasaba? -¿Que tiene de malo hijo? ¿Acaso te da miedo?- dijo mi padre Bah! -Claro que no. Es solo que no necesito que nadie limpie la casa, ni que me haga el desayuno. Yo puedo solo- B...