*Narra Christian*
Después de una buena charla con mi princesa regresamos a casa, decidí llevarla a mi casa ya que mi madre había insistido en que la llevara. Así que cuando llegamos bajamos nuestras mochilas y entramos a la casa.
-Mama ya estamos aquí- dije llamándola, esta apareció por la cocina con una cara de emoción.
-Jenn! Querida- dijo y vino a abrazarla. Rodé los ojos divertido y fui hacia la cocina para tomar un vaso de agua, pero lo que menos me espere era a mi padre sentado en la isla de la cocina comiendo una manzana. Pensé que estaría en su trabajo, él siempre llega hasta la noche. Me miró fijamente y yo lo ignore sirviendo agua en un vaso.
-Trajiste a la sirvienta, tu novia- dijo con desprecio en sus palabras. Suspiré profundamente.
-No quiero pelear papa, no empieces- dije mirándolo mal.
-Sácala de aquí, no quiero a esa muchacha en mi casa- dijo y lo mire retándolo.
-Si se va ella, me voy yo- dije mirándolo fijamente. Este paso saliva pesadamente, sabía que me podía largar de la casa cuando quisiera, pero no le convenía por la chica que compro para que me casara con ella.
-Mi mama está muy feliz al verla, y no me la voy a llevar solo porque tú lo dices- continúe aún mirándolo a los ojos. Lo estaba intimidando ya que baja la mirada al suelo. Sin decir nada, salió de la cocina, sonreí con orgullo. Entonces entraron mi mama y Jenn a la cocina.
-Hijo, Jenn y yo iremos de compras para comprar ropa de embarazadas, esa pansita va a crecer y tiene que lucir, después de eso iremos al medico ya que quiero que la revisen, así estaremos seguros si el bebé está bien- dijo y asentí con una mueca.
-Ósea que, ¿me la vas a quitar?- dije mirándolas con un puchero.
-Ay! Solo es un rato, ni que te fueras a morir por no tenerla- dijo mi mama rodando los ojos.
-Además ya estuve contigo mucho tiempo amor, ahora quiero estar con tu madre- dijo Jenn y la mire incrédulo.
-¿Prefieres irte con ella? Está bien, no me molesto- dije dándoles la espalda, lo se ahora mismo estaba actuando como un completo idiota, pero me gustaba hacerlas sonreír. Estas rieron a mis espaldas.
-Sabes que no bebé, pero no nos vamos a tardar, después de eso podremos estar juntos todo lo que queramos ¿está bien?- dijo abrazándome por detrás y asentí riendo.
-Esta bien, vayan con cuidado, las amo- dije besando la frente de cada una.
-También te amamos- dijeron las dos antes de caminar hacia la puerta.
-Me traen algo!- dije y estas asintieron riendo. Suspiré profundamente antes de correr escaleras arriba y cambiarme de ropa, tenía muchas cosas en mente para hacer este día y una era la más importante. Estando listo, baje de nuevo y me subí al auto, maneje hasta la joyería más cercana, la encontré y me estacioné apagando el auto, entre a la joyería haciendo un pequeño ruido con la puerta anunciando que algún cliente había llegado. Una chica muy linda me miró con una sonrisa.
-Hola ¿puedo ayudarte en algo?- dijo y asentí sonriendo.
-Si, verás, quería comprar un anillo de compromiso- dije y esta asintió.
-Mira aquí tenemos varios tipos- dijo y saco varias cajitas de color negro y gris y me mostró los anillos. Realmente eran preciosos, dignos para una princesa. Pero un par me llamo más la atención, así tendríamos anillo ella y yo.
-Me llevo este- dije y esta asintió sonriendo.
-Excelente decisión, es el modelo más bonito que tenemos aparte de que son dos, está hecho con diamantes finos y piedras esculturales- dijo y asentí. (Anillos en Multimedia)
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¿Sirvienta? ¿Enserio?
Novela Juvenil-¿Una sirvienta? ¿Es enserio?- dije demasiado alterado. Que les pasaba? -¿Que tiene de malo hijo? ¿Acaso te da miedo?- dijo mi padre Bah! -Claro que no. Es solo que no necesito que nadie limpie la casa, ni que me haga el desayuno. Yo puedo solo- B...