CAPITULO EXTRA 01

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PEQUEÑAS COSAS QUE ALEGRAN MI VIDA...| CAPITULO EXTRA 1

Un año y 2 semanas después...

Owen apago la regadera, salió de esta y tomo una de sus toallas de color beige envolviéndola en si cadera, dejando su perfecto y mojado pecho al descubierto. Era domingo, así que había tomado su rutinaria ducha después de haber corrido por la orilla de la playa, sin duda esa era una de sus partes favoritas del día. Ya era tiempo de prepararse mental y psicológicamente para el día que se le venía, era el día en que dejaba descansar a su esposa. Había sido muy cuidadoso al salir y entrar de la casa para no despertar a su bebe, quien parecía tener un súper dote con el su sentido del oído, y que Madeleinne despertase mientras él estaba en la ducha que su maravillosa esposa seria interrumpida durante su tranquilo sueño para ir y atender a su bebe de un año, quien parecía tener toda la energía del mundo. Owen estaba completamente seguro que haber puesto persianas oscuras en el cuarto de su beba era la mejor decisión que podían haber hecho al momento de decorar la "habitación" de la suite. Mientras la luz no molestase a Maddie ellos podrían dormir hasta después de las 8am y podría darle tiempo de salir a correr un rato.

Owen salió del baño decidiendo dejar abierta la puerta del baño para no hacer mucho ruido, ya que su habitación estaba conectada a la de su hija, miro en dirección a su cama y su esposa se encontraba acostada en el lado derecho de la cama, se veía hermosa en su pijama tipo babydoll de Victoria Secret en color rosa palo y en tela tipo seda, su largo y ondulado cabello rojizo estaba esparcido entre su almohada y la de ella. Acurrucada junto a ella se encontraba Maddie, descansando parte de su cuerpo sobre su madre, las observo por un par de minutos era tan extraño ver a su hija en tanta paz y tan silenciosa. Usualmente Maddie era muy parlanchina le gustaba mucho "platicar" con ella misma o con ellos, la pareja no podía esperar a que su niña hablase bien.

Owen se sentía mal consigo mismo, y por su esposa, por más que había tratado de ser cuidadoso parecía que había desertado a su hija durante su ducha haciéndola levantarse por ella y acostarla junto a ella. Por un momento considero el acercarse y recostarse junto a Claire, y así permanecer un rato más como la hermosa familia que eran, pero al momento de acercarse a la cama no se dio cuenta que había un libro, de su hija, tirado. El libro era de animales, así que cada que presionabas el botón hacia diferentes sonidos de distintos animales. El hombre contuvo la respiración, mirando intensamente a su bebe, suplicando que no fuese a despertarse, la niña solo cambio su posición y siguió durmiendo.

-si se despierta en los siguientes diez minutos tú la llevaras al pasillo.-le advirtió su esposa, su voz sonaba entre dormida y cansada, y no la culpaba, por las noches era ella quien más se levantaba a ver a su bebe.

-trato hecho.-le susurro él dándose cuenta de la sonrisa de su esposa.

Él se acercó a su lado de la cama y se quitó la toalla de su cuerpo, recostando su desnudo cuerpo en junto a su esposa. Owen vio a Claire acariciar a su bebe dulce y ligeramente, ella estaba hecha para ser una madre, no importaban todos los miedo que ella podía tener, ella estaba hecha para ser madre. Él se inclinó hacia ella para besar la suave y desnuda piel de su esposa a la altura de su clavícula. Ella se giró un poco y beso a Owen de manera tierna, el beso estaba durando más de lo que Owen esperaba y sintió como Claire lo profundizaba más introduciendo su lengua en su boca. Él se movió un poco para tener un mejor ángulo, pero al hacer eso empujo el cuerpo de su esposa haciendo que empujara el cuerpo de su bebe. La pareja se quedó helada, y con los ojos abiertos como platos, en menos de medio minuto su bebe estaba llorando. El padre de la niña se dispuso a ponerse unos pantalones de algodón y tomar a su hija en brazos.

-ven acá mi cielito, dejemos descansar a mami.-le susurro a su beba con amor.

Sin embargo la niña comenzó a retorcerse muchísimo en los brazos de su padre dejando al hombre sin otra opción alguna más que bajar a s u hija en el piso junto a la puerta, Owen siguió caminando esperando oír a su bebe gatear detrás de él, pero este volteo con el ceño fruncido cuando escucho a Claire levantarse de la cama con un jadeo. Se dio cuenta que su esposa estaba ya sentada en la cama observando a la pequeña niña parada sobre sus gorditas piernas, apoyándose con una de sus manitas en el marco de la puerta, pero de pie. Ella estaba parada por sí sola, Owen sonrió al ver como su hija le sonreía de vuelta, él se dejó caer sobre sus rodillas y extendió sus brazos a su niña.

-ven aquí mi vida.-le dijo Owen.

La niña brinco un poco, sin soltar el marco, emocionada de ver a su papa al mismo nivel que ella, pero el sonido de los pies de su madre la desconcentro por completo olvidándose por completo de mantener su manita en el marco de la puerta, haciéndola caer contra el piso de manera brusca. El padre inmediatamente corrió a auxiliar a su niña y Claire no perdió el tiempo para ir con ellos.

Le seguía doliendo un poco cuando su hija seguía eligiendo los brazos de Claire en lugar de los suyos en situaciones como estas. Owen le entrego la bebe a Claire quien la tomo con delicadeza, el observo como su esposa inmediatamente calmaba el llanto de su niña. Él se sentía muy orgulloso de ella ya que había sabido manejar el ser una excelente madre y una excelente gerente del parque. Todo el trabajo del mundo no impedía que Claire Grady estuviera a las 5pm en su casa y a medio día para la comida con su esposo y su hija. Maddie dejo de llorar y tomo entre sus dedos un mechón de cabello rojo de su madre, Owen se acercó y pudo darse cuenta de una marca roja en la frente de su niña.

-¡Maddie!.-dijo Claire dándose cuenta de la marca mientras la tocaba cuidadosamente.

La niña solo soltó una rosita mientras observaba cuidadosamente a sus padres con sus grandes ojos que eran del color de su madre, eso era cosa suficiente para saber que la niña estaba bien y motivo suficiente para sonreír. Al fin de cuenta, hoy era un domingo bastante particular su bebe había dado sus primeros pasos...

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