Extra 09

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Owen estaba recostado en el sillón del cuarto de hotel que compartían en Isla Nublar con una cerveza en su mano mientras miraba un juego de futbol. Normalmente, nada podía lograr distraerlo de esa clase de entretenimiento ya que era lo único que lo lograba relajar, eso y su novia. Sin embargo, la susodicha lo estaba logrando distraerlo, y no precisamente porque tratase de seducirlo, o llamar su atención sino porque podía escuchar en la cocina el golpeteo de cucharas, tenedores, vasijas... todo. La exitosa empresaria estaba trabajando arduamente en cocinar una tradicional cena de día de gracias para ella y su novio ya que sería el primero (de muchos, esperaban ambos) que pasarían juntos. No era exactamente una muy mala idea, pero si Owen era completamente honesto su novia no era la experta en las habilidades culinarias, la pelirroja sabía lo básico y le quedaba divino, pero no estaba seguro si la mujer podría cocinar una comida que no fuese pasta o cremas.

Días antes Owen le había propuesto a su novia pedir un platillo con anticipación, o en su defecto hacer una reservación en el restaurante del hotel. Sin embargo, Claire se mostró bastante insistente en querer complacerlo cocinándole una comida ella misma con sus propias manos. La pelirroja le presumió a su novio haber ordenado en línea un libro con todas las recetas tradicionales para hacer ese día. Y el deber de un buen novio era hacer a su mujer feliz así que eso era exactamente lo que había hecho, dejarla cocinar la cena para ambos ese día. Sin embargo, ahora que escuchaba a su novia maldecir a su novia desde la cocina en todos los idiomas que la mujer conocía comenzaba a pensar que quizá no había sido una buena idea.

Todo empeoro cuando la alarma de incendio se prendió logrando que el hombre se levantase de un brinco del sillón para ver qué era lo que sucedía en la cocina.

En cuanto llego se percató de que su novia estaba teniendo ciertas dificultades en lograr sacar el pavo del horno gracias a todo el humo que había en la cocina. Una vez puesto el pavo encima de la estufa por instinto fue hacia su novia para cerciorarse de que la mujer estuviese bien.

-¿estás bien? –le pregunto el hombre, tomándola de sus brazos.

-estoy bien –le respondió ella de manera hostil, dando una bocado de aire bastante frustrada.

Owen se acercó a la base de la alarma de incendios y la apago, para evitar alguna escena que no era necesaria que incluyese a los bomberos del parque.

-no puedo creer que haya arruinado nuestra cena, ¡seguí las indicaciones paso por paso! –farfullo Claire mirando al pavo, el cual estaba completamente quemado.

Realmente la empresaria encontraba completamente ridículo que un pavo tomase demasiadas horas para estar listo por lo que había decidido subir la temperatura del horno para que estuviese listo antes. Claire cubrió su rostro con sus manos debido a la vergüenza que estaba sintiendo. Ella nunca hacia nada mal. Lo único que ella quería era hacerle una comía hogareña y tradicional a su novio ya que nunca le había nacido la iniciativa con algún otro novio de hacerlo.

Owen fue a su lado para rodearle su cintura con sus brazos.

-está bien amor, no te preocupes –le susurro Owen en el odio para después besar su frente mientras formaba pequeños círculos en su espalda para darle ánimo.

-estoy comenzando a creer que no nací para las relaciones... -le dijo Claire en su pecho, abrazando a su novio por la cintura.

Owen se alejó lo suficiente de ella como para tomarla por la barbilla para que sus ojos encontrasen los suyos.

-oye no digas eso mi amor, eres una novia excelente

-no puedo ni siquiera hacerte una comida tradicional –dijo la mujer, rodando los ojos cosa que hizo sonreír a Owen ganándose un golpecito por su novia.

-Claire, mi amor lo que te digo es verdad, eres una novia maravillosa, increíble diría yo

-¿ah sí? ¿Y porque? –pregunto curiosa la mujer de orbes azules.

-bueno, para comenzar eres la mejor haciendo el amor... -dijo con una sonrisa coqueta, haciéndola sonreír y ruborizar- y además, me haces sentir que soy el hombre con más suerte del mundo

-es usted incorregible señor Grady –dijo Claire rondando los ojos, pero con una sonrisa en sus labios.

-pero más importante me soporta Srta. Dearing, y no creo que exista otra mujer en el mundo que logre eso, ni que sepa cómo lidiar conmigo –confeso Owen.

Claire era una mujer fuerte, y Owen también, pero lo que decía era cierto Claire lo aceptaba por quien era y eso era lo importante. Además, Claire lo amaba de manera incondicional de la misma manera que él lo hacía. Owen se había enamorado de la mujer que ella era, no de sus habilidades culinarias.

-puedes apostar que no hay otra mujer que pueda con tu cabeza dura y terquedad, pero créeme que tu caballerosidad lo compensa –dijo la mujer para después besar sus labios- ¿Qué vamos a comer?

Gracias al cielo Owen tenía un plan B del que no le había querido hablar a Claire, un hombre preparado valía por dos.

-no te preocupes mi amor, tengo esto cubierto, tu relájate mientras que yo tirare algo e iré a conseguir alguna cosa para comer

Antes de salir de la habitación Owen le dio un beso corto a su chica y salió en busca de su plan B, el hombre no permitiría que algo así arruinase su primer día de gracias con su adorada Claire. 





Cuando Owen volvió Claire no pudo evitar la cara de sorpresa que se le puso en su rostro.

-¿encontraste algo abierto?

-comeremos pato a la naranja para nuestro primer día de gracias mi amor –le dijo Owen haciendo su camino a la cocina, mientras le daba un guiño a su novia.

-no había nada más, y además... mi amor el pato es un pájaro así que califica para comerse hoy, y además conseguí un poco de tus macarons favoritos, no es pastel de calabaza per...-dijo, pero fue interrumpido por un par de labios sobre los suyos.

Inmediatamente Claire rodeo su cuello con sus manos, y Owen llevo sus manos hasta sus curveadas caderas. Fue un beso profundo lleno de amor puro y real.

-¿a qué se debe eso? –pregunto Owen cuando se despegaron por aire.

-por ser el novio más increíble Owen, gracias por la cena

-solo quiero verte feliz mi amor –dijo el hombre, acomodando un cabello pelirrojo detrás de su oído- mientras tú seas feliz yo seré feliz, feliz primer día de dar gracias juntos mi vida, tu eres por quien más agradecido estoy

-te amo tanto Owen, no se que hice para merecerte, feliz rimer día de gracias –le dijo antes de volver a unir sus labios en un dulce y romántico beso.











Holaa a todos!, les dije que les tenía algo por el día de gracias. El siguiente es uno por año nuevo, y después uno de navidad.

Quería aprovechar la época para agradecerles todo su apoyo y cariño, no se imaginan lo feliz que me hacen siempre al ver sus comentarios, mensajes y votos. Me siento muy afortunada de hacer contenido que les guste, mil gracias por el apoyo!

YOU CAN DRAG ME DOWNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora