De camino a la autopista del infierno

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No estaba siendo infiel, tenía una necesidad, no estabamos casados ni nada por el estilo, fue algo momentáneo, no significaba nada. Seguro que el profesor que vigilaba la sala de selectividad nunca creería que un alumno en su último examen estaría pensando en esas cosas.
La verdad es que ya daba igual, ya habia terminado, el examen de filosofía era el último, a partir del examen de literatura ya perdi la esperanza de aprobar. Cuando acabó el tiempo entregue el examen y me fui tranquilamente, y a la salida estaba esperandome Vero, sonriente, le habría salido todo bien, la devolví una sonrisa falsa y me acerqué a ella.
-¿Qué tal?- me preguntó ilusionada
-Bastante bien- la mentí.
-Guay, entonces... ¿Mañana lo celebramos?- me preguntó de forma pícara.
-y...¿Por qué no hoy?- La guiñe un ojo.
-Tonto- rio y me dió un codazo- Hoy tenias esa cena con tu familia-
Es verdad, por un momento se me olvidó el robo, muy despistado por mi parte, en cuanto me acordé me entraron nervios otra vez, me despedí deprisa de Vero y me fui corriendo a la guarida.
Al llegar todos se estaban preparando, no dije nada y me metí en la ducha. Ahí bajo el agua pense en voz alta.
-Así es mi vida...-
-¿Así como?- Preguntó de repente Tres
Sin darme cuenta entró en el baño y corrió la cortina de la ducha.
-¡¿Qué cojones haces?!- La pregunté enfadado, me habia dado un susto de la leche.
-¿Que... Que haces? ¿Te estas tapando? Me parece una actitud muy infantil para haber pasado tres noches conmigo- Me dijo en un tono burlón.
-Mira...¿qué quieres?- La pregunté para cambiar de tema.
-Que te des prisa- me riñó- Iras en la parte de atrás conmigo en él Camaleón-
-En ¿qué?- la pregunté aún tapandome.
-La furgo idiota- resoplo- Uno conducirá, te vendrán bien esas gafas de soldar de tu disfraz, te explicaré el resto del plan dentro, y date brío- al terminar cerro rápidamente y se fue.

Como dijo Kant: Lo peor de acostarse con una mujer es volver a verla. Es broma.

Ya vestido me metí en la furgoneta, dentro era mas pequeña de lo que parecía, según Tres el chasis tenia dos capas y entre medias unos tubos que hacían que el Camaleón obrara su magia.

-¿Estamos todos?- Preguntó Uno desde el asiento del conductor

-Falta Dos- Le respondí.

Se rieron a la vez Uno y Tres.

-Dos no va dentro, el esta... por encima de nosotros- Dijo burlona.

Se escucharon dos golpes desde el techo de la furgo, él iba en la parte de arriba, interesante.

-¡Nos vamos!- Grito Uno.

Tres me miro a los ojos.

-Somos Robófilos- Me dijo

-Los únicos e inigualabes- La respondí.




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