Era irónico...yo aquí, seguro que al elegirme parte del jurado en contra de Alberto he roto alguna ley de la probabilidad... aún recuerdo como hace una semana me llamó un hombre ofreciéndome un par de miles por mi decisión en la mesa del jurado... evidentemente dije que si, ¿traición?... no, este dinero también se lo habrían entregado a otros del jurado...
Ahí estábamos otra vez en la sala del juicio... por ultima vez Alberto seria interrogado por el abogado del estado y su abogado defensor... al sentarse por un momento me miró en la tribuna del jurado... me reconoció hace ya unas semanas creo, aprovechaba varias veces para mirarme, era la única cara conocida que tenía en todo el juicio.
-Bien señor...Cero...- Empezó a burlarse el abogado atacante...
-¡Protesto!- Gritó Víctor, el abogado de Alberto - Esta mofándose de mi cliente-
-Haya orden...-Es lo único que dijo el juez...
¿Estaría también comprado? ¿Y el abogado de Alberto?... quizás toda la sala estuviera bajo sueldo del estado...
-Bien ''Alberto'', ya confesaste todo ayer asique esto me parece una perdida de tiempo, pero quería dedicar estos minutos a... es broma, he terminado- Dijo de forma chulesca el abogado contrario
-Señoria...- Intento quejarse una vez más el abogado de Alberto
-Si si... le toca señor Ramírez- Respondió el juez
Víctor suspiró...
-Bien Alberto... quiero preguntarte algo... y me gustaría que me respondieras con total sinceridad...- Empezó a decir
Alberto le respondió arqueando una ceja.
-¿Sabes que es esto?- Le preguntó Víctor a Alberto mientras le acercaba unos cascos rotos... sus cascos...
-Si- Respondió secamente
-Dime, ¿que es?-
-Mis cascos, los que robe en una tienda de informática del barrio de mi niñez- Respondió
-Bien... aunque ves que ahora están rotos- Prosiguió Víctor
El casco derecho estaba cortado y chamuscado
-Si, supongo que se rompieron por culpa del incendio en la guarida- Siguió Alberto
-Bien... dime ¿antes funcionaban?- Preguntó Víctor
-Si...claro que si-
-Bueno, eso crees tu... y dime ¿dónde los conectabas? ya sabes para escuchar música- Siguió preguntando Víctor.
-Pues... a mi mp3...- Respondió dudoso
-¿Por qué no se encontró ningún mp3 en la guarida Alberto?-
-Pues supongo que se quedó dentro y se... ¿Quemó?- Dijo indiferente Alberto, no le interesaba el tema.
-Te voy a decir lo que creo Alberto- Dijo Víctor mientras se apoyaba en la mesa decidido-Dijiste que los cascos de esa tienda se rompían enseguida, pero según tu... te duraron seis años...-
-No me gusta por donde va esto- Se quejó Alberto
-Creo... que esos cascos no funcionaban desde hace mucho... quizás desde que los comprastes... quizás solo escuchabas la música en tu cabeza... y quizás por eso no había ningún reproductor en la guarida...- Dijo seguro de si mismo el abogado de Alberto
Toda la sala se quedó en silencio
-Tres también lo escucho...- Intentó responder Alberto
-Tres no es que este muy cuerda según tu y puede que solo te siguiera la corriente... a de más en tu historia de ayer no mencionas en ningún momento tu mp3- Siguió acusando Víctor a su cliente
-No lo mencione porque me parecía importante los cascos porque los había robado, el mp3 no- Intento explicarse Alberto
Lo entendí, el abogado intentaba hacer ver a Alberto como un desquiciado, un loco... no quiere que le lleven a la cárcel... quiere llevarlo al manicomio...
-Dime Alberto... bajo juramente- Dijo mirándole a los ojos- ¿Necesitabas escuchar música con el mp3 o te bastaba solo con los cascos?... recuerda... bajo juramento-
Alberto le devolvió la mirada a su abogado, pero con ira, y enfado... quizás con un poco de resquemor... se tomó su tiempo para contestar.
-Si... había un mp3 en mi bolsillo mientras escuchaba música... ¡el día de la detención y todos los días!- Respondió Alberto cabreado
Su abogado lo miro con pena...¿Decepción? puede que fuera su as en la manga pero Alberto no reacciono como debería.
-He terminado...- Acabó Víctor
-Bien, que el jurado vaya a deliberar, por unos últimos momentos tras los hechos acontecidos ahora... nos vemos en media hora- Dijo el juez terminando la sesión
Todo el jurado nos fuimos a una sala a elegir nuestra posición, mire una vez más a Alberto, pero este no se percató, estaba furioso con su abogado, y no estaba atento a nada más.
Al llegar a la sala y sentarnos sin más preámbulos la gente bromeó con el intento de Víctor de decir que su cliente estaba loco o sufría algún trastorno... pero finalmente todos votamos por unanimidad...
-Culpable por todos y cada uno de los cargos: todos los robos acontecidos en su declaración... por vandalismo... desorden social... escandalo publico... desobediencia a la policía... incriminar indebidamente a dirigentes políticos... terrorismo... y conducción temeraria- Dijo una compañera mia del jurado.
La sala se llenó de murmullos.
-Bien.. Alberto... le condeno a treinta años en una cárcel del estado, aleatoria y secreta por posibles incidentes futuros...- Terminó con un mazazo el juez.
Todos nos levantamos, el abogado de Alberto agachó la cabeza y un par de policías entraron en la sala, entre ellos Pablo.
-Tuviste que hacerme caso- Dijo Víctor a Alberto antes de ser entregado a la policía.
-Vamos, seguro que puedes luchar muy bien por tu '' libertad'' en una celda- Dijo Pablo el jefe de policía mientras le ponía una parte de las esposas en el brazo izquierdo.
-¿Y que vas a hacer con el otro grillete?- Pregunto Alberto señalando a que no tenia brazo derecho.
-Perdón, la costumbre- Respondió Pablo
Nunca me acostumbrare a ver a Alberto sin brazo, a veces se me olvida.
-Y a lo que has dicho antes señor Pablo Romero... piensa que desde mi punto de vista yo no estaré encerrado ahí dentro... tu lo estarás aquí fuera- Le dijo Alberto con tono chulesco.
Todos echábamos de menos a Alberto... pero nadie quería venir al juicio... ni si quiera hablar de él... ya no nos llamábamos por números... solo por nuestro nombre... echaba de menos que me llamara Uno.