Cuatro y yo estábamos uno en frente del otro, llevábamos hablando un buen rato.
-Solo digo que la concepción que tiene el mundo sobre nosotros a cambiado- Siguió afirmando Cuatro- Aunque no lo creas al salvar a esa niña has hecho algo muy grande-
-Yo salvé al anciano- Interrumpió Tres- ¿Eso no cuenta?, los medios de comunicación ponen a Cero en portada, incluso las gemelas, yo también salve a alguien- Dijo indignada
-¿Crees que nos tomarán como modelo a seguir?- Pregunté a Cuatro ignorando a Tres
-También salvé al gato- Siguió insistiendo Tres
-Creo que nos verán como un ideal, los que vigilan a los malos, los que equilibran la balanza de la justicia- Dijo seriamente Cuatro
-¿Vamos a cambiar el mundo?- Dije riéndome
-Tampoco hay que exagerar- Respondió Cuatro.
-Chicos, nos acercamos- Dijo Uno desde el asiento del copiloto en la cabina
Me levanté y miré por una de las ventanas de nuestro avión, un Hércules, un avión de carga militar, igual que el que íbamos a abordar. Al mirar por el cristal vi muchas nubes bajo nosotros.
-Esta nublado- Advertí a Uno y a Dos que se encontraban en la cabina
-Si, a de más, un anuncio de ultima hora dice que habrá una tormenta de arena, a si que nuestros aviones no podrán volar bajo mucho tiempo, supongo que ellos también lo sabrán, asique hay que darse prisa- Respondió Dos desde los mandos
Tres y yo nos ajustamos los trajes que usaríamos para planear hasta la aeronave militar, Cuatro se quedaría aquí, a no ser que pasara algo.
-Eres nuestro comodín- Le dije a Cuatro mientras me abrochaba bien el traje.
-Pues avísame si necesitas hacer una escalera- Dijo bromeando.
-¡Preparaos!- Gritó Uno mientras abría la compuerta de la zona de carga
Y si, esto es lo que os dije, la vez que salté desde un avión, ¿Emocionante?, bueno, no paraba de pensar en que si no deteníamos esa bomba moriría mucha gente, y en que creo que deje la calefacción puesta en mi casa...al final resultó que no, pero me tenía preocupado, luego Vero se cabreaba mucho por esas cosas.
-¿Estas listo tigre?- Me preguntó Tres mientras nos acercábamos a la rampa.
-El hombre no esta hecho para volar- La respondí
Ella casi en el borde se giro, me besó y se dejó caer al vacio.
-¡Suerte!- Oí decir a Cuatro antes de que yo saltara
Yo llevaba mis gafas de soldar de siempre y mi pañuelo, Tres aunque llevaba su bufanda y lentillas, se había puesto unas gafas para protegerse del viento.
Nos dirigíamos a una nube, el avión no estaba por ninguna parte.
-¿Se puede saber...?- Empecé a preguntar
-''Tranquilo, sigue en esa dirección, el avión esta volando bajo, no se ve por las nubes''- Respondió Uno por el pinganillo.
-''Tengo la sensación de que me voy a estampar contra él''- Se preocupó Tres
Tres y yo nos acercamos, planeábamos en una buena formación... atravesamos la nube, nunca había hecho algo así, tampoco es que creyera que estaban hechas de azúcar, pero fue una sensación extraña.
Por fin avistamos el avión, se movía lento a una velocidad de crucero, y mas abajo un desierto enorme, que incluso desde donde estábamos no se veía su final.