Nosotros

28 3 0
                                    

A mi, y supongo que a muchas otras personas también, algunas veces se mueven por impulsos, impulsos que no se piensan, solo actúas y punto.Ese día estaba siendo cuanto menos peculiar y lo iba a ser más, tuve que ir en tren hasta el centro, había quedado con ''aquella gente'' en un bar de por allí. Llegué tarde, no iba mucho al centro, no sabia que iba a tardar tanto.
Allí estaban, en la única mesa que había en la terraza, justo como dijo uno de ellos, me senté en la única silla libre que quedaba, y me miraron.
-Tu debes ser Caperucitatetona69...- Dijo uno de ellos, el más delgado y con gafas.
Me puse ese nombre porque no quería poner mi nombre de verdad, ni algo parecido y era gracioso.
-Me puedes llamar Alberto, encantado- Me presenté

-Yo soy Tres, y los chicos son Uno y Dos- Dijo la única chica señalando a Uno, el de gafas y a Dos que era alto y fuerte.
-Encantado- respondí, los dos asintieron con la cabeza.
Pedí una cerveza, Uno pidió una coca cola light, Dos no quería nada y Tres una coca cola normal.
-Antes de que vinieras estuvimos contando un poco de nosotros- Empezó a hablar Uno- Dos es el famoso ladrón de los 50 pavos, va tienda por tienda robando exactamente esa cantidad y dándosela al primer vagabundo que pilla, nunca lo han pillado, es rápido y preciso. Pero no habla mucho-
Dos soltó una especie de suspiro
-Uno es un gran hacker, estuvo traspasando dinero de grandes deportistas a políticos, dinero de políticos a banqueros, y todo ese dinero a una anciana que vive en Somalia- Explicó Tres.
-Impresionante- Respondí - Yo solo he robado cacahuetes y en una tienda de informática- Reí.-¿Cacahuetes?- Preguntó Dos.-Si bueno, era un niño.--¿Desde cuando lo hacéis?- Pregunto Tres
Yo fui el que antes empezó en edad, increíble. Eran como yo, robar por robar...
-Tu no has dicho nada Tres- La dije, me intrigaba.
-Y mejor que no lo diga- Sonrió ampliamente.
Estuvimos hablando hasta entrada la noche, descubrí que aunque Dos no hablaba mucho era majo y muy inteligente, Uno no solo era un friki de los ordenadores, en el instituto le llamaban manos mágicas, y no por las mujeres, puede meterte la mano en unos pantalones pitillos sin que te des cuenta. Aunque según Tres ella puede quitar a un hombre su ropa interior sin bajarle los pantalones.
Hicimos un grupo de WhatsApp, queríamos seguir en contacto, conectamos, todos teníamos una afición, y por una razón o otra, nos salieron las copas gratis, y Tres le ató los cordones a uno a la silla, una pena que no estuviéramos para cuando se levantara.
Volví a casa, estuvo bien la tarde, mire el móvil tirado en la cama, Vero no respondía a mis mensajes.Nunca había hablado con ella, nunca antes a esa noche en su casa, ¿Cómo sabe que me gusta?, y ¿Por qué demonios dijo que si estaba enamorada de ella?
-¿Qué cojones es estar enamorado?- Pregunté sin querer en voz alta- No estoy enamorado, suficientes cadenas tengo ya como para ser esclavo de algo más-

-Quiero robar un banco-


Tras esa afirmación dormí del tirón.








RobófiloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora