Estábamos en medio de un atasco en una calle urbana, la policía empezó la búsqueda del Camaleón, nerviosos y con calor, era el peor atasco de la historia. ¿Qué por que teníamos calor? el defecto del Camaleón es que para que cambie de color tiene que darle calor, y ahora aunque era rojo, los de dentro nos estábamos asando vivos, además desde el asiento del conductor había un botón que cambiaba la matricula por otra diferente.
Decidí quitarme la camiseta, estábamos sudando, asique Tres me copió y se quedó en sujetador.
-¿Qué miras?-Me pregunto Tres al darse cuenta que la miraba las tetas con un poco de enfado.
-Venga Tres... No tengas esa actitud tan infantil- La respondí en tono burlón.
Uno al escucharnos puso una mueca de desagrado en la que me fijé enseguida.
-¿Qué suena?- Preguntó Dos.
-Suena como un despertador de reloj de muñeca- Dijo Uno
-Viene del maletín- Dijo Tres preocupada
-Déjame mirar- La repliqué- Esto...¿Cómo lo abrimos? tiene una contraseña de tres cifras-
-Eso son... unas setecientas veintinueve posibilidades- Calculó Uno no muy difícilmente para mi sopresa.-Si quitamos las opciones de repetir número el radio es mas bajo, podríamos abrirla en un día fácilmente...¿Tres que haces?-
Mientras Uno hablaba Tres cogió una navaja de a saber donde, y empezó a romper el maletín en un rectángulo perfecto.
-Mucha combinación y muchas esposas pero es un maletín de los maluchos- Dijo Tres decepcionada con la facilidad con la que lo había abierto.
Dentro estaba la tarjeta y un dispositivo que pitaba y emitía una luz intermitente. Lo cogí, era un dispositivo de rastreo,o eso creíamos todos. Me puse rápidamente otra vez la ropa de robo con pañuelo y gafas.
-¿Qué haces? Alberto para, ¿Sabes lo que estas haciendo?- Dijo Tres preocupada.
-Si, hacerme el héroe-
-Usa la trampilla inferior, para salir sin que te vean- Me recomendó Dos.
-Nos van a pillar, ¿que va a hacer?, le seguirán a él, y si dan con él dan con todos- Se quejó Uno.
-¿Crees que os vendería si me pillaran?-
-Yo...bueno... solo digo que es una locura-
Abrí la escotilla inferior y justo estábamos encima de una puerta de alcantarilla.
-Perfecto- Dije
-¡Alberto!- Gritó Tres- No... lo hagas, por favor, es peligroso, como vas a salir luego de ahí abajo, además puede... ¡puede que haya caimanes!-
Abrí el alcantarillado y justo antes de saltar la dije.
-Tres hazme un favor... haga lo que haga, pase lo que me pase... por favor...ponte algo mas de ropa, así solo haces que haga mas calor dentro del Camaleón-
Baje por las escaleras sin escuchar el ingenioso insulto que seguramente me propinó, y coloqué la tapa de alcantarilla en su sitio. El sitio era húmedo, olía fatal, y no tenia ni idea de lo que hacer. Puse el gps de mi móvil, se me ocurrió un plan , bueno más que un plan era una idea.