-Bien Antonio... primero deberás pegar a tu lengua esta sal... después beber un pequeño trago de agua mágica... y por ultimo morder la fruta amarilla....- Dije en tono tenebroso
Antonio tras beber el típico sal tequila y limón puso una cara de desagrado y nos reimos.
-Esto es una mierda- Dijo Antonio- Donde este la cerveza de toda la vida-
-Bueno has pasado la prueba, asique vamos a nombrarte nuestro camarada- Le dije
Esa noche estuvo muy bien, celebramos no solo el robo y escapada, si no a de más que Antonio decidiera unirse a nosotros.
-Bueno Antonio, dinos,¿ cómo sabias lo que pasaba en la casa del jefe de Shell-tec?- Le preguntó Uno
-Digamos que mi pasado es algo turbulento, perdí no solo a mi mujer, si no también a mi hija... tras eso acabé en paro y antes de vivir en la calle tiré mi ultima baza... unirme a un grupo de maleantes- Tragó saliva- al principio eran cosas tontas, robar alguna que otra cartera, estafar a algún turista... hasta que uno de mis compañeros decidió aceptar un trato con un tío mafioso... Fui con mis dos compañeros a un bar del centro, en una calle estrecha, esos dos compañeros míos fueron los que encontrasteis en la casa- Cerró los ojos- No eran malos chicos, solo querían dinero, pero el querer dinero...el robar por agoísmo te cambia... Ni si quiera sabia que llevaban pistolas, amenazaron al barman de que le debía dinero a alguien, el barman dijo que solo tenía la mitad, la misión era que si no tenia el dinero matarlo, eso hicieron mis compañeros, y se quedaron con la mitad de lo que debía y mintieron al mafioso diciendo que no tenía nada-
Todos nos quedamos callados...
-Yo...me fui cuanto antes, pero mis compañeros siempre me mandaban mensajes de un próximo golpe... un próximo trabajo... cuando os fuisteis recibí el mensaje de que estaban a punto de robar al presidente de una gran compañía, y por primera vez les pregunte... tenia ese presentimiento...-
-Por eso no querías unirte a nosotros- Le dije
-Creía que os convertiríais en ellos-
-Gracias- Dijo Tres- Sin ti les hubiera pasado algo muy malo a mis amigos.
Fue extraño, nunca ninguno había dicho eso, nadie había llamado amigo a nadie, solo compañeros, pero a nadie le extrañó, ni si quiera a mi, ya no éramos simples compañeros... empezábamos a ser una pequeña familia.
-Decirme, ¿Por qué robáis a los poderosos?, ¿sois justicieros?, al menos las Hermanas García dicen eso en sus reportajes- Preguntó Antonio
-Bueno al principio robamos en un banco al Alcalde... creo que lo hicimos como excusa, nos gusta robar, nos hace sentir bien, vivos- Dijo Tres
-Pensábamos que si robábamos a alguien que se lo merecía no seriamos ''malas personas''- Continuó Uno
-Solo somos unos jóvenes que querían robar- Terminó diciendo Dos
-Pero ahora la gente os ve como libertadores- Empezó a decir Antonio- Como si pudierais pillar a los verdaderos malos-
-Pues aunque no lo parezca todo eso a pasado sin querer- Le dije.
-Bueno...es un honor pertenecer a este grupo- Termino Antonio
Nos levantamos todos.
-Y nosotros estamos orgullosos de tenerte a nuestro lado...Cuatro- Le dije
Todos sonreímos y uno a uno le fuimos abrazando para darle la bienvenida.
Esa noche volvimos a casa pronto, estábamos cansados, Tres y yo volvimos juntos ya que vivíamos mas o menos cerca, acabamos andando lento y compartiendo mis cascos.
No hablamos de nada, cuando nos tuvimos que separar me besó, tampoco dijimos nada, y cada uno siguió su camino.
Al llegar a casa estaba mi hermana despierta y me senté con ella en el sofá un rato.
-A buenas horas- Me dijo
No la respondí
-¿Has decidido ya que vas a estudiar en la uni?- Mi hermana lo tuvo muy claro desde el principio, Lucía siempre ha sido mas decidida que yo.
-Filosofía- Respondí
-¿Qué?, ¿Filosofía?- Pregunto sorprendida- Pero si has hecho un bachillerato de ciencias-
-Si, pero quiero saber el por qué de la mente humana, y dudo que estudiando sesos lo averigüe-
Lucía se quedó callada durante un momento.
-Ya veras cuando se lo digas a mama...-