Tres y yo estábamos yendo a un local en el centro, el cual necesitábamos, era un lugar donde por un precio te dejaban durante unas horas encima de un ventilador gigante, para ''volar''.
-¿Que tal con Verónica?- Me pregunto Tres
-Bien, la mudanza bien...todo bien...-
-¿Qué pasa?-
-El otro día me encontré con un compañero de clase...ya tenia hijos y todo...-
-¿Y temes que eso te pase a ti?- Dijo riendo Tres
-Temo hacerme mayor- La dije seriamente
-Aiss... que negativo eres, hay cosas peores-
-¿Como qué?-
-No sé, perder un brazo...-Empozó a decir Tres- O perderme a mi- Esto ultimo lo dijo muy forzadamente y en tono burlón
Después me beso, corto pero intenso.
-Vamos viejales...-
Llegamos al local lleno de grafitis y de jóvenes y niños con ganas de saber que se siente al volar, pero ya llegamos nosotros a joderles.
-Buenas ¿Es el encargado?- Pregunte a un chico con uniforme
-Encargado y dueño- Respondió
-Genial, me gustaría alquilar el sitio para usarlo de forma privada-
-Vale, ¿para un cumpleaños o algo así?-
-Digamos que una semana-
-¿Una semana entera?, señor, no puedo alquilárselo una semana entera, perdería dinero-
-¿Con cuanto dinero se iría usted de vacaciones?-
-¿Qué?-
-¿Cinco mil?, ¿Seis mil?-Empecé a decir mientras sacaba billetes de quinientos- Si, seis mil-
-Yo... esto... esta bien- Termino aceptando
-Pero eh- Dije antes de entregárselo- ¿No queremos que nadie se entere de esto verdad?-
-¿De qué?- Pregunto irónicamente el encargado mientras cogía el dinero- A partir de mañana esto estará vacío, toma una llave, y diviértase-
-Gracias-
Al terminar cogí la llave y nos fuimos.
-Eres un experto negociador- Dijo Tres
-Si, ahora me toca negociar contigo-
-¿Conmigo?-
-Si, ¿Arriba o abajo?- La insinué mientras la mordía el cuello.
-Idiota...-
Estuvimos andando un buen rato hasta llegar a la guarida, antes de entrar con los de más Tres me paró.
-Alberto...- Dijo tímida- Me gustó la cena del último sábado-
Hace una semana invité a Tres a una cena en un restaurante caro para celebrar que había terminado su carrera, ella me hablaba mucho de si misma, pero nunca de nada de su alrededor, hace unos años me confesó que había sido con el único chico con quien había estado, y eso me hacía plantearme la misma pregunta que me hacía Vero, ¿Por qué yo si soy el primero? no tienes con que comparar.
-A mi también- La respondí
-Yo... te quiero- Dijo sin mirarme
Llevábamos poco tiempo, diciéndonos eso, pocas veces ella me lo decía a mi, y a mi se me escapaba de vez en cuando, y por supuesto nunca delante de nadie.
-Eh...- La dije mientras la levantaba la cabeza- Yo también te quiero-
Tres es una chica dura, muy dura, la típica que si la dispararan ella seguiría avanzando, la que lucharía sin miedo a que la hagan daño, tengo la sensación de que ha sufrido mucho.Quizás sea mala persona por estar con dos chicas a la vez... pero me di cuenta de por que lo hacía, no solo por la emoción, o por ser ''Cero'' en mi otra vida, si no porque me di cuenta de que las quería a las dos, evidentemente no igual, pero las quería.
Nunca podría dejar de ser un Robófilo por Tres, y nunca podría dejar de ser Alberto por Vero, ¿estaba atrapado? quizás mi falsa libertad se debiera a eso, quizás el amor no es muy diferente a unas esposas...
Gracioso ¿No?, esposas...imaginaos que me casara con las dos.
Al entrar estaban todos sentados, Uno con su portátil, Dos leyendo un manual sobre aviones, y Cuatro hablando por teléfono, comprando los trajes.
-Mañana empezamos chicos- Les dije
-Buen trabajo