Ese día no estudié nada

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Era ya el tercer día que iba al gimnasio, y Vero se acerco a verme, empezó a hablar conmigo mientras yo seguía corriendo en la cinta.
-Tengo algo para ti- Se sonrojo mientras buscaba una cosa en su mochila.
-¿El qué?- Pregunté un poco sofocado por correr.
Vero sacó unos cascos , los cascos que compré aquella vez en la tienda de informática, los segundos, los que compré con dinero robado, me los olvidé en su casa y hoy de repente los ha encontrado.
-Vaya, creí que ya los había perdido- La dije sorprendido.
-Estaban en mi habitación debajo de la cama- Se me acercó un poco- ¿Cómo habrán acabado ahí?- Rio con ironía
Vero se despidió de mi con un beso, se iba a casa a estudiar, yo también debería, los finales estaban cerca. Hasta que Vero no se fue, no noté una presencia a mi derecha, corriendo en una cinta paralela a mi.
-Sois un encanto- Dijo Tres
-No sabía que venias a este gimnasio- La verdad es que Tres estaba en buena forma
-Yo no sabía que tú pisaras un gimnasio- se rio- En serio, hacéis buena pareja, aunque la falta un poco de esto- Dijo mientras se agarraba los pechos.
Tres era un modelo de mujer saludable con unas curvas para descarrilar un tren, no es broma.
-Prefiero no saber tu opinión- La dije
-Bueno ya que vamos a hacer ''eso'' este finde, deberíamos conocernos un poco mas, confiar el uno en el otro ya sabes- no sabría distinguir entre si me lo decía enserio o irónicamente, estaba cansada y jadeaba.
-Tres... Este fin de semana, voy a confiar mas en ti que en mi propia madre- Tras decirla esto me bajé de la cinta y me dispuse a cambiarme e irme.
Empecé a andar hacia los vestuarios, creía que ya no iba a saber nada más de ella hasta el sábado, pero de repente me adelantó por la derecha.
-Nos vemos a la salida- Dijo para informarme, no para preguntarme.
En el vestuario tras cambiarme, me puse los cascos y los conecte a mi móvil, aun funcionaban increíble, eran un recuerdo, no quería volver a perderlos.
Y si, a la salida estaba Tres esperándome.
-¿Hoy no estas muy sociable verdad?- Me preguntó
-Invades mi espacio-
-Yo también vivo por aquí, y venia a este gimnasio antes que tu- sonrió- Tu invades el mío.
No lo había pensado, es verdad que Uno y Dos viven en el centro, pero no sabía nada de Tres.
-Venga anda, vamos a tomar algo- La dije al fin
Llegamos a un bar cercano, los dos pedimos cerveza, ella se soltó antes que yo, y me conto muchas cosas de ella, su familia es rica, siempre a tenido de todo, y por eso no comprendía por que le gustaba robar, fue la que creo la pagina web de los Robófilos, quería respuestas, nos encontró a nosotros, y no le pareció mala respuesta. Yo la conté todo sobre mi familia, que siempre he robado en secreto, con normas, con moral. Se nos hizo de noche, andamos hasta que nuestros caminos se separaban, cada uno para su casa.
-Confío en ti Alberto- Dijo muy seria sin mirarme- Tu eres el del plan, y tienes una responsabilidad, pero se que no nos fallaras-
-Gracias, no me esperaba que dijeras esto-
Por un momento me miro a los ojos, como si viera algo, algo conocido, pero al final nos despedimos con un abrazo y se fue a su casa.

Fue raro, ese día no estudié nada.





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