-Mira mama, ¿Crees que esta camisa le gustará a Alberto?- Preguntó Vero a su madre
-¿Le gustan las camisas?- La pregunto su madre
-Siempre bromea con comprarse una hawaiana...-Rio
Irrumpimos en ese centro comercial corriendo, justo cuando escuche esa conversación nos paramos y toda la gente nos miró.
-Ya me he jodido un regalo- Me quejé de forma cómica a mis compañeros.
La policía empezó a tomar todas las salidas por fuera... estábamos atrapados, aunque para Antonio no.
-Tengo una idea- Dijo de repente Antonio- Vamos, al ascensor-
Justo cuando empezamos a correr, sin exigirle alguna explicación, una docena de policías comandados por Pablo, el jefe de policía, entraban justo a nuestras espaldas.
-¡Alto!- Gritaba Pablo sin ningún resultado.
Llegamos justo a tiempo al ascensor y nos subimos, rápidamente dimos al segundo piso, la parte mas alta a donde llegaba, el ascensor era el típico de cristal para observar las ''fabulosas tiendas''. Como justo Pablo y los demás policías se quedaron a punto de llegar al ascensor, decidí divertirme un poco, asique me baje los pantalones y pegué mi culo al cristal del ascensor para la gusta mirada de aquellos agentes de la ley.
-Eso es un poco inmaduro- Dijo Dos
-¿Somos libres recuerdas?-
-¿Y ser libre significa hacer un calvo a la policía?-
-Es parte de su sentido-
Subimos hasta el segundo piso observando como patéticamente todos los policías intentaban subir por las mismas escaleras mecánicas.
-Las salidas estarán bloqueadas, asique nos dirigimos a algo que no es una salida- Explicó Antonio
-La azotea...- Adiviné
Tres policías se adelantaron y estaban a unos metros de nosotros al salir del ascensor, por suerte e increíblemente, antes de pasar por delante de un cajero automático, de un banco que allí se encontraba, este soltó, como si estuviera a presión, cientos de billetes, haciendo que los propios policías se resbalaran en ese charco de dinero, y así nos diera tiempo a seguir huyendo.
La imagen era hermosa, los tres cajeros de todo el edificio empezaron a soltar y soltar billetes, muchos caían al piso inferior haciendo que lloviera dinero y que la gente en vez de abalanzarse, cogiera cada billete con timidez ¿Por qué? me pregunte, esperaba que la gente se echara encima unos de otros para pelearse por los billetes, pero no fue así, había suficiente para compartir, la gente lo sabía, sabían que era un regalo para compartir, ya que todos habían sido estafados alguna vez.
Llegamos a una puerta de servicio hasta el tejado, era una zona prohibida para clientes, al llegar seguimos corriendo, hacia una de las esquinas .
-¿Confiais en mi?- Nos preguntó Antonio
No nos dio tiempo a responder ya que instantáneamente saltó al vacío, y tanto Dos como yo, en vez de responder un simple si, saltamos directamente, sin siquiera pararnos.
Caímos en algo blando...y... oloroso.
-¿Un camión de basura?- Se quejo Dos
-No te muevas- Susurro Antonio- Aún quedan bolsas-
y así era, pocos segundos después un par de bolsas más llegaron a nuestra cara, lanzadas por un currante que no se percató de nuestra presencia, después cerro la parte de atrás del camión y se fue.
-No es de basura, es de fruta-Explicó Antonio- Fruta pocha, las fruterías y comercios de aquí venden las frutas que se pasan a cosméticas, con ellas hacen cremas y esas cosas-
-¿En serio?- Le pregunté impresionado- Bueno, al menos se nota que la fruta esta blandita...-
-Si, y olemos a mierda- Respondió Dos
Tras escapar en ese camión fuimos a la guarida a ducharnos, mientras esperaba mi turno Uno me enseñó las noticias.
''Una vez mas, el grupo terrorista autodenominados Robófilos ha desatado el caos en la ciudad, asaltaron penosamente la casa de un gran empresario de este país agrediendo a su integridad, supuestamente se dividieron para conseguir un fin, y fue que todos los cajeros de la ciudad expulsáran dinero, aparentemente de la cuenta de Shell-tec, pero como se ha podido comprobar en sus movimientos públicos, nada de eso ha pasado, y el propio presidente ha afirmado que el dinero ese no es suyo... ni de su compañía. Además cabe destacar el intento de denuncia a las ya famosas periodistas García y García, las cuales según las tropas de policía y del propio Pablo Romero, Jefe de policía, ayudaron a escapar a este grupo.En su defensa alegan que solo buscaban una buena primicia, y la consiguieron ya que pudieron entrevistar al mismo Cero, líder de esta organización, preguntándole sobre el amor y como charló con él sobre por qué pronuncia ''picsa''... el gobierno ya a puesto precio a cualquier información sobre este grupo para intentar acabar con ellos cuanto antes''
-Espera, o sea, que según dice la presentadora, el dinero de los cajeros a salido de la nada ¿No?- Dije a Uno
-Lo sé, patético- Me respondió
-Voy a ducharme, ya hablaremos todos de esto-
Acto seguido antes de ir al baño, mire el móvil, Vero me escribió diciendo que había visto a los Robófilos en el centro comercial, que me quería contar todo, la dije que luego la llamaría. Justo antes de llegar al baño Tres se colocó en mi camino.
-Tres...- Intente decir
Acto seguido me empujó.
-Que soy para ti eh... ¿parte de tu disfraz?... ¿Para qué me estas usando?-
-¿Qué? no yo...-
Me volvió a empujar.
-Tu... tu... tu ¿qué?, ¿con que derecho has dicho eso?, ¿así ganaremos más popularidad?...me usas como a las periodistas esas, ¿tan solo para que la gente crea que tienes sentimientos?- Dijo mientras unas lagrimas empezaban a caer- ¿Para eso mientes? ¿para que seamos artículos de prensa rosa?, hasta donde yo sabía solo te desahogabas conmigo-
-Tres.. yo no...-
Me volvió a empujar.
-Tu no ¿Qué?, ¿quieres que ahora me apiade de ti?-
-Yo no he mentido-
Me acerque a ella, quería besarla, por un momento parecía que ella también quería pero...
-Ni te me acerques- Contestó a mis intenciones- Hueles mal, dúchate- Dijo justo antes de marcharse.