Tres días

24 3 0
                                    

A horas contadas de mis exámenes pude desfogarme, lo que empezó con un beso desembocó en caernos a la cama y poder olvidarme por un momento de los exámenes, del robo...de todo. Cuanto mas la beso el cuello más la gusta, ella me muerde, me duele pero me gusta.

La quito la camiseta, no hay selectividad, no hay notas, no hay Alberto.

Me sigue besando, me quita la camisa, se ríe de forma picara, la acaricio el pelo, cierra los ojos, la gusta.

Se quita el sujetador, es suave y caliente. No hay robo, no hay Cero.

Se te olvida que hay gravedad, que tienes que respirar...se te olvida todo, sin esta noche puede que hubiera explotado de nervios.

No sentía el tiempo pasar, ni los minutos ni las horas, solo a ella, encima mía.

Al terminar, cogí un poco de aire y me senté en la cama, ella me abrazó por la espalda.

-¿Estas bien?- Me pregunto

-Si, estoy bien Tres- La respondí

Muchas veces me he preguntado cuando una persona es mala o buena, siempre me pregunto ¿Por qué las cosas que supuestamente son buenas o correctas nunca las hacemos? o sea, nuestras obligaciones como cosas tan tontas como hacer la cama, recoger la habitación, fregar los platos... Cosas que yo hacia viviendo con mi madre, nunca quería hacerlas, pero es correcto hacerlas.

Sin embargo ¿Por qué nos encanta hacer cosas malas? faltar a clase, acabar borrachos a las seis de la mañana en el centro, eso cuesta, pero sin embargo nos quejamos de tener que fregar los platos que son cinco minutos.

Creo que nos gusta hacer cosas malas y buscar excusas para nuestro comportamiento, como los típicos niños que son unos abusones en el cole y dicen que en su casa lo pasa mal, ¿En serio? ¿que tipo de excusa es esa?, Prefiero  no inventarme ninguna excusa, en ese mismo instante estaba en la cama de la guarida con Tres, y no me sentí mal, y ella tampoco se preocupo por si era lo correcto.

Decidí no darle mas vueltas.



RobófiloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora