Llevaba ya un cuarto de hora dando vueltas por el laberinto que es el alcantarillado, buscaba la forma de llegar a un sitio en concreto con mi gps, pero por desgracia no te da la opción de moverte por el subsuelo. Escuchaba a la policía encima de mi, sirenas de coches, incluso un helicóptero, habíamos robado a alguien muy importante. A de más, ¿Se me ha olvidado comentar que en las alcantarillas no hay luz? , usaba la linterna de mi móvil para moverme, esto hacía que la batería del mismo estuviera agonizando. Una y otra vez me encontraba con callejones sin salida y tenía que volver sobre mis pasos, ¿hubiera sido fácil tirar sin mas el rastreador?, si, pero estábamos en un atasco, ¿dónde lo íbamos a dejar?, cuando lo encontraran aún estaríamos cerca. No quería ponerles en peligro... yo era su ''jefe'', tenia que ganarme ese titulo.
La batería de mi móvil empezó ha quejarse, asique paré un momento para memorizar en que dirección debía ir, justo debajo de un hueco de alcantarilla...para mi suerte.
-¿Has oído eso?- Preguntó un policía que se encontraba justo encima de mi
-Si...¿Viene de las alcantarillas?, ¡Mira! se supone que esta justo aquí- Respondió otro
-¡A todas las unidades, repito, a todas las unidades, tenemos sospecha que los ladrones están en el alcantarillado público, empiecen la búsqueda!- Dijo por radio.
Mierda...mierda... y mierda pensé mientras corría, cinco minutos después el móvil se apagó, y me quedé completamente a oscuras. Pero al fin lo escuché, divino sonido del transporte publico de mi ciudad, bendito sea el metro. Hace unos años vi en las noticias que al construir una conexión entre estaciones se toparon con el alcantarillado, consiguieron solucionarlo, y a de más colocaron una puerta que conectaba el túnel del metro con las alcantarillas para facilitar trabajos futuros, ese era mi plan. Empecé a escuchar a los policías bajando, reflejos de linternas e incluso ladridos de perro, avancé pegado a la pared rezando por encontrar esa puerta, hasta que por fin...
-¡Cerrada!- Grité con desesperación demasiado fuerte.
Con ello alerté aún mas a la policía que estaban mas cerca de lo que pensaba. Desesperado, cargué contra la puerta, una y otra vez, un total de ocho veces, hasta que al fin cedió y la cerradura se rompió. Con el brazo derecho entumecido salí poco a poco, por si escuchaba algún tren pasar. Confiado saqué tres chicles que tenía en el bolsillo, me los compre porque me ponía muy nervioso entre examen y examen de selectividad, me los metí en la boca y empecé a masticarlos. Mientras tanto empecé a correr en dirección izquierda, sabía donde estaba, necesitaba encontrar una curva que hacía las vías, la única forma de salir de ahí sin que me vieran las cámaras es montando en un tren en marcha, entre vagones, y sabía que en entre trayecto había una curva donde los trenes normalmente aminoran la marcha.
Escuché un tren que venia de mi espalda, aunque no solo eso, escuche a un policía gritar algo, se darían cuenta de por donde escapé del alcantarillado. Sabía que tenía que coger ese, o si no estaría perdido. Empecé a correr lo mas deprisa que mi cuerpo me lo permitía, siempre pensando, ahora vendrá la curva, ahora...Escuche el tren como tocaba la sirena, debe haber visto a los policías y seria una señal de aviso, lo noté tan cerca... Me cambié de vía, ya sabía por donde venía, y seguí corriendo.
Casi no podía respirar, el sonido de las vías y esas ruedas de metal... sonido de muerte pensaba. Vi las luces... ya estaba en la curva, el tren tenia que frenar, un poco, quizás lo suficiente para tener una oportunidad. Y así fue, el tren pitó al verme, dejé los dos primeros vagones pasar, y salté, apoyado como pude, en un espacio mínimo , me incorporé y respiré profundamente. Estaba sudando, no podía más, pero debía hacer más.
El tren aceleró al llegar a la recta me quité la ropa de robo quedándome en una simple camiseta y unos vaqueros, la guardé en una mochila que llevaba, no bajé justo en la siguiente parada, esperé a llegar a una mas transitada. Antes de llegar escupí el megachicle , y con él pegué el rastreador al vagón. Me baje entre la manada de gente, siendo imperceptible para la cámara de seguridad del metro.
Al salir fuera, me senté y me encendí un cigarro. Creía que iba a explotar.