Capitulo 28.

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-¿Te gustó tu cumpleaños?
-No pudiste hacerlo mejor, aunque estando contigo viendo películas hubiera bastado.
-Quería que te festejaras como yo lo hice. —Sonrió y me acerqué, iba a darle un beso en los labios y el se sentó tomándome de la cintura, termine encima de sus piernas. Nunca había estado de esta manera con él, tomé su cara y lo bese, el paso sus brazos lentamente por mi espalda, yo puse mis brazos en su cuello, solté una risa, estaba demasiado nerviosa. El sonrió y recargo su cara en mi hombro.
-Debo aprender a controlarme contigo, mujer. —Acaricie su cuello. —Anda, duerme aunque sea un rato.
-Si... Esta bien. —Me recostó y se puso a un lado mío. Se fue al rato, y yo me senté en la cama. Jugué un rato con la sabana de la cama, casi una hora después sabía que no iba a dormir, baje y no vi a Pepe ni a sus hermanos, me acerqué a Ricky
-¿Y Pepe?
-Creo que afuera con sus hermanos. —Me asomé a la puerta, Pepe venía con Marcelo únicamente.
-¿No te había dormido ya? —Dijo y me abrazo.
-No pude dormir, ¿pasa algo? ¿Y Evaristo?
-Se tuvo que ir, pero todo está bien. —Asentí.

Sabía que no estaba bien algo, pero prefería realmente no meterme mucho en el asunto. Entramos a la casa, después de un rato se fue vaciando quedando únicamente Marcelo, Ricky, Arturo y Pepe.

-¿Entonces tú has sabido desde siempre? —Le dijo Marcelo a Arturo.
-Desde la primera pelea.
-¿Y cómo se conocieron? —Dijo Marcelo.
-En una convivencia que hubo, Pepe me dio su numero y aquí estamos...—Sonreí.
-Después de treinta y dos peleas y treinta y cinco reconciliaciones. —Dijo Arturo, ambos reímos. Me fije en el reloj, ya eran las seis de la mañana, y bufé. Me levante a prepararme algo de café.
-¿A dónde vas? —Dijo Ricky.
-A prepararme café, en menos de tres horas tengo que estar en la escuela.
-¿Es en serio? —Se levanto Arturo y me acompañó a la cocina.
-Si, pero esta bien... No tengo tanto sueño. —Puse la cafetera y busque algo de comida. Arturo se sentó en un banco que estaba cerca de la barra.
-¿Soportaras todo el día así?
-Esta bien, me preparé mentalmente para eso. —Me tome el café y le di uno a Arturo, me subí para arreglarme, tenía aquí una blusa de cuando fue el concierto, me bañe y fui al cuarto de Pepe. La escena de nuestro beso pasaba por mi mente cada que veía la cama, nunca había pensado en cuanto se ha estado conteniendo desde que empezamos a ¿salir? ¿Había estado con alguien más antes de estar juntos? Fue un año muy confuso en el cual nunca fuimos nada oficial, podía hacer lo que quisiera... Baje y Pepe estaba recostado, no podía pedirle que me llevara, se veía muy cansado.
-Yo te llevo. —Se acercó Arturo.
-¿Seguro? —Asintió. Me acerqué a Pepe y removí un poco su cabello, estaba recostado en el sillón, abrió un ojo y me sonrió.
-¿Ya te tienes que ir?
-No te preocupes, me llevara Arturo, tú duerme. Por favor.
-Es mi deber llevarte.
-Tranquilo, Pepe. Sabes que la quiero como una hermana no hay problema en llevarla. —Le di un beso y el paso sus manos por mi cintura. Me aleje de el y sonreí.
-Cuando despiertes me mandas un mensaje. —Asintió. Arturo se despidió de los que quedaban en el lugar y salimos, iba tomándome de los hombros.
-Se ven felices. —Dijo caminando detrás mío.
-Yo soy feliz, él me hace feliz.
-Y tú a él. —Se estacionó algo lejos del lugar, aún faltaban quince minutos antes de si quiera la hora, Arturo recargo su cara en el volante y yo en la ventana.
-No quiero entrar.
-No entres, no pasa nada. —Se rió sin ganas.
-Ya falte ayer, ya no quiero faltar. ¿Cómo crees que se la pasó Pepe ayer?
-Bien... Siendo sincero pudiste haber ido por él al aeropuerto, encerrarse en su habitación y hubiera estado igual o más feliz, a él solo le importa tu compañía cuando regresa de cada vuelo. —Mis mejillas ardieron cuando hizo el comentario de la habitación. Me volteo a ver y lo noto. —Ay que, como si nunca te hubieras quedado a solas con el.
-No es eso, nos hemos quedado solos un sinfín de veces, pero no ha pasado nada... —Arturo soltó una carcajada, me volteo a ver y abrió los ojos como plato.
-¿Es en serio?
-Si... ¿Esta mal? —Me miró acongojado.
-No, no está mal. Ustedes pueden ir al ritmo que quieran... Solo me sorprendí un poco, pero a veces olvido que no eres de nuestra edad. —Encendió el carro y nos acercamos a la entrada, aún no se veía mucha gente.
-Gracias por traerme... —Abrí la puerta y bajo conmigo, casi lo empujo dentro del auto. —¿Qué pretendes? Te van a ver.
-Ay, no pasa nada, decimos que soy tu primo o algo.
-Eres un idiota, todos aquí saben que los amo. —El se comenzó a reír y me abrazo. Me dio un beso en la frente.
-Anda, ve a clases. Nos vemos luego. —Me dio un beso en el cachete, entre al lugar y él se fue. Las clases siguieron normal, mis amigas llevaban energías de sobra. Termino el día y regrese a casa, mis redes sociales estaban inundadas de Pepe y su cumpleaños, realmente me encantaba ver como todos demostraban su amor.

Pasó el día muy tranquilo, mamá ni siquiera piso, Fernanda me llamo pidiéndome ayuda para buscar el vestido de su boda y ver los vestidos de las damas, la boda sería en Julio, pero querían comenzar a arreglar todo y no apresurarse con nada, Fernanda aún no sabía bien que quería, pero ella era hermosa, todo le quedaba, era algo blanca, con cabello café castaño y algo ondulado, no muy delgada pero con un cuerpo hermoso, estuvimos dando muchas vueltas en algunas tiendas y aún no encontrábamos el indicado.

-Esta es la última tienda, si no encontramos aquí, tendremos que esperar hasta mañana para ir a otro centro, Fernanda. —Dije viendo a la tienda.
-Esta bien, está bien... Perdón por ser tan exigente.
-No hay problema, es tu vestido y tienes que amarlo.
-Cuando te cases, yo también te ayudare a escoger tu vestido.
-Gracias, Fer. —Sonreí con el hecho de pensar en Pepe en traje, en mi con un vestido blanco.

Las semanas pasaron un poco rápido, por fin encontramos un vestido perfecto para Fer, ella me pidió que me probara vestidos junto a ella, decidí no contarle nada a Pepe, no quería que pensara que fueran indirectas ni nada por el estilo, Pepe me pidió que lo acompañara a una sesión de fotos que haría para su libro y la portada, en poco más de un mes saldría y aún le faltaban algunos pequeños detalles, estaba su amigo tomándole las fotos, mientras yo los veía desde el sillón, Pepe se veía tan natural en las fotos, entre ratos iba, me daba un beso y volvía a su sesión.
Por fin le entregaron la primeras copias a Pepe, me dio la primera y solo dijo que moría porque lo leyera, pocas veces lo podía ver así de emocionado con algo. Fuimos al estudio y le entregó a cada uno su copia, estuvimos un buen rato con ellos platicando, dieron las ocho y Pepe decidió ir un rato a su casa, para mi suerte había dicho que no tendría hora de llegada, a mi mamá no le parecía la idea, pero con tal de que no dijera nada, ella aceptaba. Llegamos a su casa a las nueve, se tumbo en el sillón y yo me puse a un lado de el. Tenía su pelo completamente desarreglado, solo me limitaba a verlo, podía no ser muy guapo, pero para mí era perfecto, me volteo a ver y sonrío.

-Como puedes soportarme tanto. —Soltó de repente.
-Porque te quiero demasiado y no me importa, ni siquiera se puede decir que te soporto, me agrada estar contigo, me gusta demasiado lo que eres. —Se acercó y me abrazo, me levanto y camino conmigo en brazos.
-Te amo, Alana.
-Yo también te amo, Pepe. —Me estremecí cuando me dijo eso, envolví su cuerpo con mis piernas y mis brazos se pescaron a su cuello, él tenía sus brazos en mis piernas. Camino a las escaleras. —Bájame.
-No, así te quiero llevar.
-Nos vas a matar.
-Si puedo. —Subimos a duras cuestas, entramos a su cuarto y me dejo caer lentamente en la cama. —Si pude.
-Un día nos vas a matar. —Sonrió y lo acerqué, me besó, sus brazos se acomodaron de cada lado de mi cuerpo y yo tenía mis brazos en su cuello, recargue mi cabeza en su cuello y aspire su perfume.
-No se porque me tarde tanto en pedírtelo.
-Si nunca lo hubieras pedido, por mí no habría problema.
-¿Por qué?
-Porque no necesitábamos un título para ser felices.


Tengo malas noticias, como casi siempre, jaja.🤔 Por cuestiones personales tendré que acortar la historia, ¿a qué me refiero? Que si tenía planeado sesenta capítulos, bajaran a cuarenta o cincuenta como mucho, (o menos, en un descuido) Y por tanto tendré que adelantar mucho el tiempo, pido una disculpa desde lo mas profundo de mi corazón, no es tanto elección mía, bueno si, pero yo no quiero, Chao.

Espero entiendan el brinco que dará en los tiempos y no me juzguen:(. Los amo, gracias por tanto apoyo, amor, votos, comentarios, ya llegamos a 2k y no sé ni cómo lo hicieron, son los mejores.🙊❤️❤️❤️❤️

Reina de Uxmal.🙅🏻

Usted. (José Madero)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora