Capitulo 34

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Subí a mi cuarto y me recosté en la cama, jugué con mi celular, trataba de recordar que tenía que hacer... Me quede viendo casi cinco minutos al celular, cuando por fin recordé que tenía que mandarle un mensaje a Arturo, se lo mande y casi a los diez minutos me marco.

"-¿Dónde chingados estabas y porque no me has hablado?
-Perdón, en serio, perdón. —Dije riendo.
-Nada más pasamos al dos mil quince y dejas de hablarme, así no se puede, mujer.
-Si te dejas de quejar tal vez te pueda contar todo lo que ha pasado.
-Eso me agrada un poco más. Te escucho. —Sonreí, usualmente platicar con él calmaba todas mis ansias, le conté las cosas de mi casa, los dramas, el regalo que le hice a Pepe.
-Y bueno... Ah...
-A ver, confiésate, hija mía. —Solté una carcajada.
-Yo, eh... Pepe... Si. —Ambos nos reímos. —A ver, espérame.
-Dilo, te escucho.
-Ya estuve con Pepe. —Lo dije de manera rápida para no sentir que estaba haciendo mal al contarle.
-¡¿Qué?! Estar del verbo tú y el, en una habitación, dándose amor. —Solté una carcajada que estoy segura se escucho hasta la sala.
-Sí... Ah, sí.
-De lo que uno se pierde... ¿y qué tal?
-¿En serio quieres que te cuente lo que pasó con uno de tus mejores amigos?
-Con lujo de detalle. No mentira, solo dime si te trato bien o lo tengo que matar.
-No tranquilo, todo estuvo bien. Fue muy lindo y cuidadoso...
-¿Y cómo te sientes?
-Bien, en serio...
-Me agrada escuchar eso... Pero espero que lo que te dije no haya influenciado en tu decisión.
-No... Simplemente se dio en ese momento y me deje llevar, pero todo estuvo bien." Arturo me contó sus aventuras mientras viajaba y todo lo que había visto, como seguía con su novia, y lo bien que estaba todo... Cuando Arturo me comentó que planeaba algo lindo para su novia, recordé que sería catorce de febrero en menos de una semana y yo no sabía ni qué demonios hacer, el año pasado no habíamos podido estar juntos y quería preparar algo lindo.

Colgué y me quede dormida en seguida, la escuela me tenía demasiado cansada, y salir con Pepe entre semana implicaba llegar a las 11 o 12 de la noche y tener que hacer tarea muy tarde, me despertó Alex para llevarme a la escuela, el estaba entrando tarde al trabajo y me podía llevar en el carro, me senté en la cama y busque mi mochila, saque las cosas y ahí estaba mi blusa, solté una risa, acomode las cosas, me metí a bañar, el camino a la escuela paso normal, llegue al salón y estaba mi grupo en las bancas.

-¿Qué tal, chicas? —Me acerqué y las salude.
-Todo bien, te tenemos una propuesta...—Dijo Jenny.
-Las escucho. —Sonreí.
-Bueno, Elia nos estaba contando que llevas mucho tiempo soltera. —Dijo Sandra.
-Si, ya un par de años... —Mentí.
-Bueno, digamos que mi hermano está soltero y vio alguna de las fotos que nos hemos tomado... Y le pareciste bonita. —Sonreí con su gesto.
-¿Qué dices? —Elia me vio fijamente sonriendo. No quería romper sus ilusiones, pero tenía que hablar con Pepe antes de cualquier cosa de ese tipo.
-¿Tienes alguna foto de él? —Dije sonriendo. Jenny desbloqueo su celular y me mostró una foto, en realidad era muy guapo. —Vaya, pues... No está mal.
-Vamos, es guapo, deberías darte una oportunidad. —Dijo Sandra.
-¿Me dejan pensarlo y les digo esta semana? —El trío de chicas asintió al mismo tiempo y yo sonreí. Al salir Elia deicidio ir un rato a mi casa, solo para pasar el rato, llegamos a la casa y como costumbre estaba sola, subimos al cuarto después de buscar algo de comida, me senté en suelo y ella se acomodó en un pequeño sillón que tenía.
-¿Ya me vas a decir porque no quieres salir con el hermano de Jenny? No es feo y lo sabes.
-No es eso... Simplemente, no estoy interesada... —Dije mientras comía.
-Deberías dejar ir lo que pasó con Cesar... —Tenía tiempo sin escuchar ese nombre, el mismo nombre que me había hecho sufrir tanto tiempo, que me había hecho tanto daño.
-No, no es el... Simplemente no quiero nada...
-¿Segura que no es el? —Asentí.
-¿Has sabido de él?
-Si, a veces hablamos... Bueno... Tiene una hija. —Eso me llego por sorpresa. —Tiene como dos meses la bebe, la conocí...
-¿Entonces lo has visto recientemente?
-Si, Alana... Perdón, sabes que éramos amigos desde antes que ustedes fueran novios... Y bueno, cuando me enteré que iba a ser papá me ganó la emoción... Yo sé que te hizo mucho daño, pero tengo muchos recuerdos con el...
-Tranquila, Elia... Entiendo. Solo dime que no le dijiste nada de mi, por favor.
-No... Si me preguntó por ti, no te lo voy a negar, pero le dije que prefería no hablar de ti...
-Gracias. —Apreté los labios en una línea. —Vaya... Ya es papá... Es curioso... Hace casi tres años terminamos y el ya es papá...
-¡Y tú estás soltera! No quiero eso para ti...
-Estoy bien así... Me agrada. —Me agrada estar con Pepe y no lo quiero cambiar por nadie.
-¿Y si piensas lo del hermano de Jenny?
-Eso te haría feliz, ¿verdad?
-Demasiado.
-Esta bien... Lo pensare. —Baje por más comida. Desde que conocí a Pepe nunca soltaba mi celular ni para ir al baño, pero con Elia sabía que no había mucho problema. Escuche un grito y subí a tropezones, llegue a la segunda planta y estaba Elia con mi celular en la mano afuera de mi cuarto, hice que entrara, trate de arrebatar el celular sin exito.
-¡¿Me puedes explicar esto?! —Me mostró el celular, tenia en el fondo una foto que nos habían tomado en mi cumpleaños, estaba dándole un beso en el cachete. —Esta foto no es de la convivencia, Alana..
-No sé a qué te refieres.
-Sabes de qué hablo.
-No... No lo sé. En serio.
-¿Cuánto lleva pasando esto? ¿Por qué nunca me lo dijiste?
-Elia, cálmate, ¿sí?
-¡¿Cómo quieres que me calme si estás teniendo un que sé yo con Pepe y yo ni enterada?! —Suspire.
-No es fácil de explicar. —Dije sentándome en la cama.
-¿Cuánto llevas con él?—No respondí.—¡¿Cuánto?!
-Salimos desde la convivencia, pero estamos juntos desde Agosto del año pasado.—Dije con un tono bajo.
-Tienes más de un año con el y no pudiste decirme nada, ¿en serio?
-Perdóname, no era algo así de fácil, Elia... Entiende.—Ella se veía demasiado enojada, nunca la había visto así.
-Lo único que entiendo es que me has mentido casi dos años, me escondiste que has estado saliendo con la persona que ambas adoramos desde hace años, Alana...
-Elia, perdóname. En serio no sabia como tomarlo y tenia miedo de contarte.
-¿Quienes saben?
-Alex, Fernanda, mi medio hermano, todo el grupo, y Axel...—Dije esperando el grito más fuerte que podía salir de su garganta.
-¡¿Hasta tu hermanastro sabe y no me pudiste decir a mi?! ¿Son todos o hasta la esposa de tu papá sabe y yo no estoy enterada?—Guarde silencio.—Por Dios, Alana... Ni la conoces.
-No se lo dije yo, nos vio juntos y ya no había nada que negar...
-Solo espero una cosa...—Hubo un silencio que me pareció eterno.—Espero que no te deje botada y vengas a mi como si te merecieras mi perdón.
-¿Cómo puedes decir eso?—Mi celular comenzó a sonar y lo ignore.
-¡Vamos, Alana! Tiene treinta años y tu dieciocho, ¿no crees que el ya debería estar buscando con quien casarse o una familia? Tu tienes dieciocho, ni siquiera sabes si la carrera en la que estas te gusta... Por favor... Solo ya no me busques.—Tomo su mochila y abrió la puerta de mi cuarto. Mi celular volvió a insistir, opte por ignorarlo.
-Vamos a hablar, tienes que entenderme.
-¡Ya cállate! No te quiero escuchar, ya te dije.—Salio de la casa y estaba la camioneta de Pepe, afuera de ella estaba Arturo. —Mira... tus príncipes han llegado.
-¿Qué pasa?—Se acerco Arturo cuando vio a Elia lanzando gritos a diestra y siniestra.
-Mucho gusto, Arturo. Soy Elia, la mejor amiga... o eso creí mucho tiempo de Alana...—Pepe se bajo de golpe.—Mira... Tu príncipe azul, Alana...—Soltó una carcajada sarcástica.—Háblame cuando te deje sola sin nada más que recuerdos.
-Elia, basta.—Dije con voz baja, estaba realmente herida.
-¿Te vas a ir o vas a seguir insultando a Alana?—Hablo Arturo.
-Discúlpame, no sabia que tan importante era Alana para ustedes. —Se dio la vuelta y antes de seguir su camino se detuvo.—No te preocupes, Alana... Nadie se enterara de tu secreto. —Pepe se acercaba a mi mientras Elia se iba.
-¿Me puedes explicar porque estaba gritándote? —Dijo Pepe con un tono de voz demasiado fuerte.
-Creo que no ayudas mucho para que se calme, Pepe.—Arturo me sostenía suavemente del brazo, mientras me veía fijamente. Pepe se acerco y me abrazo.
-Perdón, me molesto demasiado ver como alguien te gritaba de esa manera, discúlpame.


Hola, preciosos. Estos días he traido mucha inspiracion y ya tengo la idea concreta de como terminara la historia, debo agradecer a una amiga, que no me lee, pero me apoya con la historia y me da demasiadas ideas.❤️

Pd: Tomen como que la foto en el display es la de fondo, o algo así, ah.

Pd2: Yin, eres amor, te amo.❤️

Espero les guste, gracias por votos, vistas, mensajes, comentarios, son amor.

Por ahora creo que es todo, los amo.😳❤️

Reina de Uxmal.🙅🏻


Usted. (José Madero)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora