Capitulo 32.

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He escuchado a mucha gente decir que solo por el hecho de que es tu primera vez, va a ser algo que siempre recordaras y no es así, tu siempre recordaras a la persona con quien estuviste, y aquí estaba yo, viendo fijamente a Pepe quien seguía recostado en mi estomago, tenía el cabello algo húmedo y su respiración seguía algo agitada, estaba acariciando su cabello, ninguno de los dos decía nada, Pepe simplemente acariciaba mi mano. Sonó mi celular escaleras abajo y Pepe suspiro, se hizo a un lado y yo me levante de un solo brinco, busque mi ropa interior, me la puse casi corriendo y bajando las escaleras torpemente para poder alcanzar la mochila, cuando por fin saque el celular ya habían colgado, di un grito frustrado, me fijé y era Alex, regrese la llamada.

"-¿Bueno? —Dije tratando de calmar mi respiración.
-¿Dónde estás? —Dijo algo distraído.
-¿Te digo la verdad o lo que le dije a mamá? —Soltó una carcajada.
-Lo que le dijiste a mamá.
-Estoy con mis amigas en casa de Elia.
-No llegues tarde, por favor.
-No prometo nada.
-Mándale un saludo de mi parte.
-Por supuesto. Cuídate, te amo.
-Y yo a ti." Colgué, me senté en el sillón viendo mi blusa tirada en el suelo, no pude evitar sonreír.

-Se te ve mejor mi camisa. —Escuche la voz de Pepe bajando las escaleras. Voltee a verlo, solo traía su bóxer, mi cara se tornó completamente roja.
-Me gusta más tu camisa, de hecho. —Se sentó a un lado mío y pude ver su espalda con algunas marcas. Las toque y él hizo un movimiento en seco. —Lo siento.
-Esta bien, no arden demasiado. ¿Estás bien?
-No podría estar mejor. Gracias por el detalle de la camisa. —Se acercó y me dio un beso en la frente.
-Quería que estuvieras cómoda. —Cheque mi celular, faltaban diez minutos para las nueve, le mostré el celular.
-Como dato, llegamos aquí a las cinco. —Solté una risa algo nerviosa.
-No pudimos gastar mejor el tiempo. ¿Quién era?
-Alex, solo llamaba para saber si estaba bien.
-¿Y estas bien? —Se sentó a mi lado.
-Claro que estoy bien, tienes que relajarte un poco...—Acaricie su brazo.
-Tengo miedo de que te arrepientas.—Negué con la cabeza.
-¿De qué? ¿De lo que acaba de pasar? Jamas... Tienes que entender algo, te soñé mil veces de mil maneras...—Admití de golpe.—Antes de poderte siquiera conocer, te imagine cientos de veces, me imaginaba a tu lado, pero al final del día era solo eso... Mi imaginación. Hoy te tengo aquí, siento algo por ti más fuerte que un simple amor de fan. —Pepe sonrió.
-¿Cuantas veces te he dicho que pierdes el tiempo con un treinton amargado con complejos de escritor?
-Lo del escritor es nuevo...—Ambos reímos.
-Deberías irte con alguien más.
-Claro, porque irme con alguien más sera la solución, porque te olvidare fácilmente, ¿verdad?—Pepe trago saliva.—Desde que te conocí, supe que nada iba a ser fácil a tu lado, ni siquiera si solo fuéramos amigos.
-¿Y por qué continuaste?
-Porque me gusta correr riesgos y tu eres el riesgo más grande que tengo en mi vida.—Sonrió, pero seguía con su mirada gacha.—¿Y tu porque estas aquí? Por dios, podrías tener a la que quisiera y estas con una adolescente inmadura, histérica, que hace dramas por todo.
-¿Necesitas una respuesta para eso?—Asentí.—No se, desde la primera vez que te vi supe que tenias algo, que no eras cualquiera. Y no me equivoque... No eres como cualquier adolescente, eres fuerte, eres un poco más madura, aguantas mis momentos de amargado, mis cambios repentinos de humor y eso no cualquiera lo hace.—Sonreí, me levante y lo tome de las manos.
-Tienes que ponerte algo, no falta mucho para que me tenga que ir.—Se tumbo en el sillón y negó.
-¿No puedo ir a dejarte así en bóxer a tu casa?—Solté una carcajada, se acerco y me abrazo de la cintura, sus manos se pasaban lentamente por mi espalda.
-¿Y si Alex te quiere saludar? Te vera en bóxer.
-Para que sepa todo lo que su hermana tiene.—Me gustaba verlo así de relajado, significaba que estaba cómodo.
-Bueno, me iré a cambiar yo y regreso.—El asintió, me soltó y camine escaleras arriba.

Pepe se paseaba por la casa únicamente con su bóxer, presumiendo su cuerpo como si no supiera que me tenia a sus pies, yo subí a su habitación para cambiarme, busque mi ropa interior y mi pantalón, encontré lo que buscaba, baje aun con la camisa de Pepe y con mi pantalón puesto, mi blusa seguía en el mismo lugar donde Pepe la había dejado hace unas horas. Me la puse y le entregue su camisa, negó y la guardo en mi mochila. Yo sonreí, me levante y el subió a su cuarto para cambiarse, bajo y caminamos hacia la entrada, el camino era largo y siempre me desesperaba por esto, me sentía demasiado ansiosa y aun no sabia bien porque, Pepe lo noto y se comenzó a reír de mi.

-No te rías.—Dije moviéndome en mi asiento.
-¿Qué te pasa?—Dijo mirando fijamente la carretera
-No se, es lo peor. —De golpe supe que tenia, estaba ansiosa porque sentía lo mismo que unos años atrás con mi ex novio, cada vez que tenia relaciones con el, se rehusaba a usar protección y yo era la que tenia que pasar hasta semanas con miedo de que algo malo pasara, y Pepe no había usado protección anoche.
-¿Pasa algo?—Detuvo la camioneta cuando vio la preocupación en mi cara.
-No usaste protección, ¿cierto?—La cara de Pepe cambio de golpe.
-No... —Suspire exaltada, venían demasiados malos recuerdos para mi.—Pero no pasa nada, ¿si? Yo estoy aquí, si quieres... puedo comprar pastillas hoy mismo... No quiero que tengas miedo, Alana.
-Es más que eso, Pepe...—Me volteo a ver.
-¿Qué pasa? Dime...
-Mi ex novio siempre me hacia esto, siempre... Siempre...
-Pero tu sabes que no soy tu ex novio, sabes que no te haría nada de lo que te hizo el.—Tenia mis ojos cerrados, realmente tenia tanto miedo de lo que pudiera pasar.
-¿Me puedes llevar a mi casa?—Solo me atreví a decir eso.
-Si, vamos...
-Gracias...—Trate de calmarme, sin éxito... Me quede viendo a la ventana, llegamos a la esquina, mire a los alrededores, y le asentí a Pepe en señal que podía bajar, se recargo en la parte trasera de la camioneta y yo estaba frente a el.
-Alana, perdón, me deje llevar por todo lo que paso y no pude aclarar mis pensamientos para recordar eso. Perdóname. —Lo veia herido, era verdad... El no era mi ex novio, el no tenia la culpa de mi pasado.
-Perdóname tú...
-No tengo nada que perdonar, entiendo tu pasado... Todo va a estar bien. —Acaricio mi cabello y suspiro.

Estuvo un rato acariciando mi cabello sin decir nada, yo trataba de sofocar el llanto, pero no podía, después de un rato pasó Alex junto a Axel, Pepe sonrió cuando los vio, plantó un beso en mi frente, les hablo con un chistido, ambos voltearon a la par y se sorprendieron.

-¿Qué hacen aquí? —Se acercaron y yo aún estaba un tanto alterada.
-Nada, solo no queríamos estar encerrados en la camioneta dejando el tiempo pasar.
-¿A dónde iban? —Por fin pude hablar.
-A comprar de cenar... Pero la cena puede esperar, tener aquí al cuñado siempre es un honor. —Pepe sonrió y yo solté una pequeña risa.
-Vayan a comer, creo que estaría bien que también tú fueras. —Pepe se dirigió a mi.
-¿Seguro? —Lo mire a los ojos. Y él asintió.
-Nos adelantaremos nosotros, allá te esperamos, Alana. —Ambos asentimos, ellos caminaron y Pepe me volteo a ver.
-Te amo demasiado, Alana... Estaremos bien.
-Claro que si, sabes que también te amo. —Pepe se inclinó y me besó, sus brazos apretaban fuerte mi cuerpo, mis brazos estaban en su cuello, sonrío mientras yo acariciaba su cuello.
-Creo que es momento de que vayas, los vas a matar de hambre.
-¿Está todo bien entre tú y yo?
-Nunca hemos estado mejor, Alana. No dudes ni por un momento que estamos bien. —Caminamos a donde estaban Alex y Axel. —Cuídenla mucho, por favor.
-Siempre, Pepe. No te preocupes. —Ambos sonreímos, se despidió de ellos y camino hacia la camioneta, me entrego mi mochila, me besó por última vez y se fue.
-Todo normal... Ver a Pepe Madero besando a mi mejor amiga. —Yo sonreí y abrace a Axel.
-¿Nos vamos a comer? —Dije sonriendo. Alex agarro mi mochila y nos dirigimos a un pequeño lugar cerca de la casa.
-¿Cuánto tiempo llevan juntos? —Dijo Alex.
-Pues... —Me quede pensando cómo idiota. —Nos conocemos de hace poco más de un año, y somos novios desde hace cinco meses...
-Pero están juntos como desde hace más de medio año... —Hablo Axel.
-Algo así. —Sonreí inconscientemente.


Perdón si los decepcione en no poner la escena más descrita, pero prefiero omitir detalles morbosos y que esto se vuelva una historia erótica, espero entiendan.
Ando muy inspirada estos días, disfrútenme, no sé cuánto dure.
Aunque siento que el capítulo está un poco Meh, a mí me agradó, pero espero ustedes lo disfruten.

Como siempre: Gracias por su apoyo, comentarios, votos, comentarios, mensajes, todo... Me hacen tan feliz todos, los amo.❤️😌

Reina de Uxmal.🙅🏻•

Usted. (José Madero)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora