Capitulo 43.

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"-Sabes que si no fuera importante no te pediría venir.
-Yo sé, Alana... Bueno veré que hago y te aviso que pasa.
-Gracias, Pepe... Te amo.
-Yo también te amo, Alana." Colgó y yo seguía con el celular en la oreja y el papel en la otra mano.

-Ya... —Dije viendo mi celular.
-¿Y qué pasó?
-Dijo que vendría en estos días... —Solté un suspiro fuerte.
-Todo estará bien.
-Estoy a punto de decirle a mi novio dieciséis años mayor que yo que estoy embarazada, nada pasa.

Axel pasó todo el día tratando de calmarme y dándome ánimos. Pepe me confirmó que llegaba en dos días, tenía que mantener mi mente en claro si quería decirle tranquilamente lo que estaba sucediendo, después de un día que me pareció eterno me recosté en la cama y me fijé en los resultados, después busque las pruebas, tenía todo frente a mí en la cama, dándome una cachetada y llevándome a la realidad, Pepe no iba a poder estar todo el tiempo a mi lado, ni siquiera sabía si lo iba a querer tener...
Escuche la puerta y escondí todo bajo la almohada, entró mi mamá y yo solo estaba sentada con las piernas cruzadas en la cama.

-Hola, Alana... ¿Podemos hablar?
-Si, claro... Cuéntame. —Sonreí, se sentó junto a mí y sonrío.
-¿Recuerdas a Sergio?
-Claro que lo recuerdo, ¿Qué pasa con el?
-Bueno... Estoy saliendo con el. —Abrí los ojos como plato y trate de procesar la información.
-No sé qué decir ante eso... Me agrada que hayas encontrado a alguien que te haga feliz. —Sonreí.
-¿Y él te agrada?
-Es un buen hombre y es agradable, si... Me cae bien.
-¿Y Alex sabe?
-No, planeo contárselo pronto. Tal vez venga la próxima semana y le contemos juntas, ¿te parece?
-Suena grandioso... —La idea de pensar que mi mamá estaba con alguien más no me causaba ningún problema a mi... Pero imaginaba los problemas que tendría el. Salió del cuarto y me quede sentada, me quede dormida y me desperté con una llamada casi a las dos de la mañana, era Arturo.

"-¿Bueno? —Dije adormilada.
-¿Alana? ¿Estabas dormida?
-Si, estaba muy cansada, pero esta bien, ¿qué pasa?
-Dímelo tú.
-¿Qué? —Agite la cabeza y me senté en la cama.
-Tan solo llamaste a Pepe y como de costumbre está buscando el primer avión para irse a Monterrey. —Suspire y me reí.
-Solo le dije que lo quería ver... No era para tanto.
-Bueno, ese no era para tanto canceló dos entrevistas. —Abrí los ojos.
-¿Cómo?
-Si, dijo que no quería hacerlas y que tú lo necesitabas más.
-Diablos..." Pero no me sentía culpable, era algo relevante lo que debía decirle. Le inventé mil excusas a Arturo e hizo como que me creía, no planeaba decirle a Arturo antes que al padre. Pepe me mando un mensaje al día siguiente informándome que ya estaba en el aeropuerto y venia hacia la casa, tome una pequeña mochila con las cuatro pruebas y con los resultados, corrí a casa de Axel para que me calmara.

-Ya viene para acá, no si, me voy a matar, ya no importa nada de lo que haga.
-Alana, carajo, cálmate. Tienes que hacerlo. ¡Es el papá! Yo sé que es difícil pero no quieres ser como tu mamá en ese aspecto, ¿o sí?
-No... No quiero, pero tengo miedo...
-Le vas a decir y todos felices ¿si? —Asentí y me calme. —¿En cuánto llega?
-Como en media hora... —Asintió, me sentó en el sillón y nos pusimos a esperar juntos, cuando me mando un mensaje que ya estaba fuera, salimos Axel y yo, estaba segura que estaba pálida del miedo, se despidió de mí y me dejo con Pepe.
-Cada vez que te veo estas más hermosa.
-Es porque duras meses sin verme. —Sonreí y me abrazo, caminamos al carro, manejo hasta su casa.
-He estado pensando enseñarte a manejar, sería genial.
-Estaría padre... —Llegamos a su casa y bajamos, agarro su maleta y entramos, dejó la maleta en la entrada y me senté en el sillón. Se quedó parado y me vio fijamente.
-¿Qué pasa? ¿Por qué era tan urgente que viniera.
-Ven... Tengo algo que contarte. —Se sentó a mi lado. —Es más que obvio que yo no planeaba esto, ni siquiera lo tenía en mente, pero al final de todo son las consecuencias de nuestros actos...
-No me asustes.
-Perdon, no es mi intención... Bueno, el punto... El punto es que... —Me trague las palabras, no sabía decirlo. —Estoy embarazada...
-¿Qué? —Busque en mi mochila, saque las cuatro pruebas.
-Primero fue un retraso... Me hice estas pruebas, y me confundí más de lo que ya estaba. —Suspire.
-Si... —Aún seguía en shock.
-Después Axel me llevó al doctor... —Le mostré la hoja. —Y esta fue la definitiva...
-¿Cuánto tienes? —Se tapo la cara y lo vi fijamente.
-Casi tres meses.
-¿Sabe alguien más?
-Solo Axel... —Hubo un silencio incómodo. Baje la mirada y jugar con mis manos, en ese momento me sentía diminuta tratando de no llorar.
-Esta bien, está bien... Saldremos adelante, no pasa nada.
-Perdón... Yo no planeé esto...
-Yo sé, Alana... —Lo voltee a ver y estaba aún con las manos en su cara. —Estaremos bien.
-Perdón por arruinarte todo.
-¿Arruinármelo? Alana, tienes diecinueve años recién cumplidos, vas comenzando tu carrera, ¿quién le arruina la vida a quien? Yo tengo más de treinta años, ya debería estar formando una familia... —Estaba sentada en el sillón con las piernas cruzadas, mi panza se iba asomando un poco, Pepe estaba en la entrada fumando mientras yo veía al suelo. —Tenemos que decírselo a tu mamá.
-¿Qué? —El se acercó a mí.
-Tenemos que decirle a tu mamá, no vamos a dejar pasar más tiempo.
-¿Cuándo?
-No se... Primero tengo que despejar mis pensamientos.
-Esta bien... —Lo que resto del día Pepe se notaba muy nervioso, me tenía abrazada y lo sentía distantes. —Me puedes llevar a casa si quieres estar solo...
-No, perdón... Me siento muy abrumado, no esperaba esto en ningún aspecto... Pasado mañana le diremos.
-¿Seguro?
-Si, va a ser lo mejor. —Asentí, me dio un beso en la frente, me acomodo junto a él y pasó su mano por mi panza, me estremecí ante el tacto.
-Te amo, Pepe... Perdón.
-Deja de pedir perdón, fue algo de los dos.

Salimos a cenar, mientras me contaba como estaba su familia y algunas cosas de su vida, yo trataba de ponerle atención sin interrupciones, su voz siempre me daba una tranquilidad enorme.
Me llevó a casa y mamá aún no llegaba, trate de calmarme, con Pepe consciente de que estaba pasando me sentía algo más relajada, llame a Efra para despejar mi mente, hablamos por al menos una hora mientras trataba de no pensar en todo lo que estaba ocurriendo, él me contaba alguna historia que no tenía mucho sentido, o al menos no si no le ponías atención, colgamos un rato después cuando empecé a quedarme dormida, desperté realmente tarde y tenía al menos diez llamadas perdidas de Pepe.

"-¿Bueno?
-¿Por qué no me contestabas?
-Estaba dormida.
-No me puedes tener así.
-Perdón por querer dormir en mis vacaciones...
-Bueno ya, ¿cómo estas?
-Bien, ¿y tu?
-Bien, perdón por cómo me comporté ayer...
-Te entiendo, te dije algo muy fuerte.
-Pero estaremos bien, lo lograremos juntos, Alana.
-¿Lo crees?
-Estoy seguro de ello... ¿Ya sabes que es?
-No, no he preguntado, no he ido al doctor.
-¿Cómo que no? Alana, tienes que ir, es más, iremos hoy mismo, le preguntare a mi mamá que doctor nos recomienda aquí e iremos. —Gire los ojos.
-Esta bien, déjame voy a bañarme... Me avisas cuando vengas.
-Te amo, perdón, me preocupo por ti.
-Esta bien, te perdono." Colgué y me fui a bañar, pase por el cuarto de Alex, se veía tan solo sin el, me parecía eterno el tiempo, éramos tan unidos y ahora el ya estaba casado y alejado de mi, termine de hacer lo necesario y baje a la sala, Pepe me mando un mensaje, ya estaba fuera de mi casa.

-¿Y qué le dijiste a tu mamá?
-Que una amiga lo necesitaba, es buen doctor, sabe ocultar cosas según mi mamá. —Asentí. Llegamos al consultorio, la secretaria nos hizo pasar y en el cuarto estaba una mujer de al menos cuarenta y tantos años. Nos atendió de muy buena manera, hizo todos los procedimientos necesarios, Pepe estaba junto a mí mientras veíamos a la pantalla donde se veía el bebé, yo solté una lagrima.
-¿Qué pasa? —Dijo la doctora.
-No le entiendo. Me siento mal. —Pepe soltó una risa y la doctora sonrió.
-Tranquila, es normal, es su primer hijo, ¿cierto? —Ambos asentimos. —Mi hija es muy fan tuya, me tiene harta de tanto que me cuenta de ti.
-Vaya.
-Pero no te preocupes... De aquí no saldrá nada, relájate.
-Gracias... Como verá no estamos en la mejor posición para que la gente se entere de nosotros.
-Tranquilos, no saldrá nada.

Ando desde una computadora y no les puedo poner todo lo que siempre les pongo, ajaja. Pero gracias como siempre por su apoyo y todo, son amor.❤️❤️

Ya casi llegamos a 4K vistas y a 600 votos, no saben cómo me animan a seguir.🙊

—Reina de Uxmal.🙅🏻🐼

Usted. (José Madero)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora