Capitulo 37.

696 53 0
                                    

-Pues... Estuvo bien. Fue todo bonito.
-¿Y...? —Sabia a que iba esa pregunta.
-¿Me harás decirlo? —Solté una risa.
-¡Claro!
-Esta bien... O sea...
-¡La tiene grande! —Solté una carcajada y le tape la boca.
-Nunca dije eso. —Sonreí. —Solo... Está bien.
-¿Y se protegió?
-No... Pero no fue como Cesar, simplemente se le olvido.
-¡Alana! ¿Cuántas veces no sufriste por eso mismo? Y lo vuelves a hacer, carajo.
-¡Perdón! —Ambos reímos.
-Prométeme que no volverá a pasar.
-Si, te lo prometo.

Después de todo el drama, llegó la paz por un rato, Pepe se había olvidado de todo sobre Cesar, o al menos no lo había mencionado en un rato, Febrero casi llegaba a su final y Pepe no tardaba en irse, y a mis acompañantes Jenny y Andrea no olvidaban que querían que saliera con el hermano de Jenny.

-Anda, tenemos casi un mes convenciéndote, Alana. —Me reí.
-Tengo que pensarlo.
-Te damos hasta mañana para pensarlo. —Tiempo suficiente para hablarlo con Pepe.
-Excelente.
-Oye, Alana... ¿Te puedo preguntar algo? —Dijo Andrea.
-Claro...
-Siempre veo que alguien viene por ti algunas veces a la semana en una camioneta y otras un carro gris...
-También un carro negro. —Añadió Jenny. Solté una risa.
-Son unos amigos, usualmente pasan por mí para no irme caminando y tal. Jenny asintió no muy convencida, las clases fueron de lo más normal. Salimos, Jenny y Andrea se despidieron, ahí estaba la camioneta de Pepe, ente y plante un beso en su mejilla.
-¿Qué tal tu día? —Dijo mientras manejaba.
-Todo tranquilo, solo... Quería hablar contigo de algo.
-¿Qué pasa? —Se veía algo confundido.
-Mis amigas... Obviamente piensan que estoy soltera y antes de que Elia me dejara de hablar comentó que tenía años soltera.
-Ajá... —Dijo Pepe concentrado en el camino.
-Y bueno, quieren que salga con el hermano de una de ellas, solo sería un par de veces o solo una dependiendo de que pase y después yo les explicaría que pues no quiero nada por el momento y eso... —Pepe se veía divertido con mi relato.
-¿Y a qué viene todo esto?
-Que necesito saber qué opinas...
-Creo hasta cierto punto que entiendo el punto de tus amigas y a mí no me molestaría que salieras con él para variar...
-¿Seguro?
-Claro... —Lo note algo serio.
-¿Pasa algo? —Negó. —José Madero.
-Nada, solo estoy demasiado cansado y quedan muchas cosas por hacer.
-¿Es todo? —Negó. —Dime...
-Estoy enojado.
-¿Conmigo? —Dije confundida.
-No, conmigo mismo.
-¿Por qué?
-Por retenerte.
-No me estás reteniendo...
-Te estoy arruinando la adolescencia. —Suspire, realmente me estaba hartando de esto.
-Puedes dejar eso ya, ¿por favor?
-¿Por qué?
-Porque no sabes cómo me duele cada que lo dices, estoy enamorada de ti, como nunca había estado y que estés dudando de esto cada que tienes la oportunidad, lo vuelve un poco tedioso.
-No es que dude de lo que sientes.
-¿Entonces?
-Me molesta que estés desperdiciando tus mejores momentos y tu mejor etapa.
-No es un desperdicio.
-Sabes a lo que me refiero.
-No, no lo sé... Porque resulta que esa persona imposible, esa que jamás imaginé que siquiera sabría de mi existencia es la misma que está volviendo una etapa cualquiera en la mejor. —Nos detuvimos en un restaurante y apago la camioneta.
-¿Saldrás con ese chico?
-Si te molesta, no. No es necesario que lo haga.
-Hazlo por mí y si te agrada, si sientes aunque sea lo más mínimo por el, me vas a dejar y vas a ser feliz con alguien que no te cause problemas, alguien con quien no te tengas que esconder. —Cerré los ojos en señal de desesperación.
-Buena manera de despedir nuestro ultima dia juntos.
-Perdón.
-Ya no importa.

Bajamos del auto y caminamos al lugar, el ambiente entre Pepe y yo era horrible, yo estaba herida y molesta, Pepe solo no entendía que hacer conmigo, la mesera reconoció a Pepe y le pidió una foto, muchas veces le pedí a Pepe que tratara bien a sus fans aún cuando estuviera enojado conmigo, ellos no tenían la culpa de lo que pasará entre nosotros, después de un rato se acercó a la mesa un chico de al menos quince años, Pepe tenía cara de pocos amigos, golpee su pierna por debajo de la mesa, agitó la cabeza y se mostró amable, les tome la foto y el chico se despidió, ni el chico ni la mesera hicieron algún cuestionamiento sobre mi presencia, lo cual agradecí, no era el preciso momento para eso y la amabilidad de Pepe siempre tenía un límite, yo no trate de hacer una conversación y Pepe no se mostraba con intención de hacerlo.

-¿Sabes qué no estamos para enojarnos cuando queramos, cierto? —Por fin hable después de casi una hora de silencio incómodo.
-¿Cree que no lo sé? —Dijo con un tono molesto.
-Esto me gano por querer arreglar algo que yo no hice. —Siguió jugando con el tenedor. —¿Crees que yo soy muy feliz a sabiendas que tú ya no estás en edad para andar con una adolescente?
-¿Qué? —Mis palabras le llegaron de golpe, lo note en seguida.
-Por dios, no eres el único que sufre, ¿crees que me agrada vivir con la idea de que José Madero está perdiendo tiempo importante de su vida con una niña?
-Yo no estoy perdiendo tiempo.
-¿Y por qué yo sí? —Dije retándolo.
-Porque tú estás comenzando tu vida, apenas vas a vivir cosas que yo ya viví.
-Tal vez son cosas que quiero vivir contigo.
-No deberías querer.
-Un día te terminare haciendo caso.
-¿Qué?
-Que un día realmente me iré y veremos si ahora si estás contento.
-Creo que me merezco eso.
-No, no te lo mereces, ni yo merezco que estés diciendo esto cada que tienes la oportunidad.
-Perdón.
-¿Vas a tratar de controlarte?
-¿Vas a salir con el hermano de tu amiga?
-¿Eso te hará feliz?
-Me dejara más tranquilo.
-Esta bien.
-Yo trataré de controlarme.
-Gracias.

La comida siguió en paz, Pepe se veía ansioso de irse, estaba emocionado porque quedaban pocos conciertos y después seguiría el tan esperado tour de celebración de quince años junto a la banda, llegamos a la casa y bajo conmigo del auto.

-¿Estaremos bien?
-¿Será poco, no?
-Poco menos de dos meses. —Suspire.
-Pero haré lo posible por venir.

Lo abrace y lo bese por bese por última vez en un buen rato. Entre a la casa y el se fue, la tarde pasó realmente lento a sabiendas que Pepe estaba por irse de nuevo. Al día siguiente por fin acepte la salida con el hermano de Jenny, sabía que me iba a arrepentir, realmente no quería conocer a nadie más, pero también sabía que no le iba a poder mentir a Pepe diciéndole que si había salido con el. Hablé algunas veces por teléfono y mensajes con el chico, se llamaba Alexis y tenía que admitir que era algo simpático, pero no tenía mi atención... Llego el viernes y mi tan esperada salida con su hermano llego de igual manera, salimos y ahí estaba esperando fuera de un carro, era un poco más alto que yo, era muy delgado, tenía el pelo negro peinado de lado, tes aperlada, era guapo, tenía que admitirlo, pero no era mi tipo, tenía ese toque artificial que a mi parecer quitaba el encanto.

-Alexis. —Hablo Jenny mientras nos acercábamos a él.
-Jenny. —La abrazo, saludo a Andrea y se acercó a mí.
-Hola, Alexis. Por fin nos conocemos.
-Hola, Alana. —Se acercó y me saludo. —Eres muy bonita.
-Gracias. —Sonreí.
-¿Lista? —Asentí. Nos despedimos, subimos al auto y yo acomodé mi bolsa en mis piernas. —¿Y cómo conoces a mi hermana?
-Estamos en el mismo salón. —Trate de no ser muy cortante.
-Si, lo supuse, ella no es de muchas amigas.
-¿Ah, no?
-No, me agrada que le hables.
-Si... Es buena amiga. —Ambos sonreímos, fuimos a comer a un pequeño lugar en el centro comercial, tenía tiempo sin salir a escondidas o solo a ciertos lugares, en parte se sentía bien, pero no dejaba de pensar que el no era mi Pepe.
-¿Tienes mucho tiempo soltera? —Trataba de dar una respuesta no tan idiota a eso.
-Si... Un tiempo ya. ¿Y tú?
-Si, medio año, demasiado, ¿cierto? —Era el tipo de chico que no sabía estar soltero.
-Si, bueno, yo tengo tres años... Poco más de tres años.
-¿Y no te aburres?
-¿Qué? No... A mí me agrada estar soltera.
-No te creo...
-¿A qué te refieres?
-A ninguna chica le gusta estar soltera. —Me reí nerviosa, trataba de no ser grosera.
-Vaya, pues aquí estoy yo, y me encanta cuando estoy soltera.
-Pero seguro no sola... —Note un tono de voz distinto.
-¿Disculpa? Creo que te confundes de chica. —Bufé. Pasó la mano por su cuello, sabía que la había cagado.
-Lo siento... ¿Soné grosero?
-Si... Y un imbecil.
-¿Empezamos de nuevo?
-Me suena bien.
-Gracias... Cuéntame de ti, que te gusta, música, tiempo libre, dime...


Subiendo desde la facultad porque soy bien lacra, jeje. ¿Se acuerdan que les dije que quedaban como diez capítulos? Bueno ya no se :v. Estoy escribiendo y pues creo que será menos, veré qué puedo hacer.

Mientras tanto, espero les guste el capitulo, gracias por votos, comentarios. Recuerden que siempre contesto mensaje privado, SIEMPRE. A veces me tardo, pero lo hago. También contesto cosas personales, donde vivo, donde estudio, etcétera, probablemente al final de la historia haré una mini presentación sobre mi.
Los amo.❤️

Reina de Uxmal.🙅🏻

Usted. (José Madero)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora