Capitulo 44

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-Gracias... —Pepe soltó un momento mi mano. —Voy al carro, no tardó. —Asentí.
-¿Cómo se conocieron? —Dijo la doctora mientras veía la imagen que parecía estática y resultaba ser un ser dentro de mi.
-En una convivencia, es algo complejo.
-Vaya... Entonces eres más pequeña de lo que creí.
-Si... Algo. —Regreso Pepe y le entregó un sobre a la mujer.
-Esto es para su hija, son dos boletos para el concierto.
-Vaya, gracias. Aún pensaba en si lo compraría o no... Me facilitaste la vida con una adolescente de catorce años.—Ambos sonreímos.
-De nada... —Pepe sonrió.
-¿Quieren ver a su bebé? —Ambos asentimos, Pepe se sentó junto a mí.
-Estas son las piernas. —Me emocione demasiado cuando entendí lo que pasaba.
-¿Sabe qué es? —Pepe dijo viendo fijamente la pantalla.
-¿Quieren saber? —Ambos nos quedamos callados.
-Si... —Dije viéndola. La mujer vio por unos segundos a la pantalla y sonrío.
-Niño... Van a tener un niño. —Pepe sonrió. —Muchas felicidades.

Termino la cita, Pepe hablo por última vez con la doctora, nos entregaron los ecos y la doctora nos volvió a felicitar, me dejo en la esquina de la casa y le pedí que se quedara con las cosas que nos había dado la doctora, no podía correr el riesgo de llevarme eso a casa, llegue y mamá me estaba esperando en la sala con Alex y Fernanda, corrí a abrazarlo y se levanto del sillón, platicamos un rato, ambos se veían tan felices, sentía un poco de envidia, ellos podían tener una relación sumamente tranquila, mientras yo estaba frente a ellos ocultando un embarazo de alguien totalmente imposible. Cuando se fueron le pedí a mamá que se tomará el día de mañana con la excusa de que quería pasar algo de tiempo con ella, acepto con la condición que solo fuera medio día, no podía perder un día entero, me quede dormida tratando de no entrar en pánico con lo que estaba a punto de hacer. Se levanto un tanto tarde y salimos a desayunar, ya había planeado con Pepe como le diríamos y si todo salía bien para antes se se fuera a trabajar le diríamos.
Después de la mañana más difícil de mi vida ahí estaba, enfrente de mi mamá en la sala, con una gota de sudor frío que resbalaba desde mi cuello hasta mi espalda, unos nervios que estaban a punto de volverme loca y tres meses de embarazo ocultos.

-¿Ya me dirás que esta pasando? Tenemos diez minutos aquí y hay cosas que hacer.
-Espera. Tengo que hacer algo antes de explicarte que esta pasando. —Estaba esperando a Pepe. No iba a comentarle esto sola para que creyera que era madre soltera.
-¿Al menos me podrías decir de que se trata? Creo que siendo tu madre merezco una explicación de porque me tienes sentada como tonta desde hace diez minutos.
-Espera un poco más. —Lo estaba bombardeando de mensajes, hace media hora dijo que ya estaría aquí y yo no podía hacer esperar tanto a mi mamá.
-¿Estas esperando a alguien? —Me saco de mis pensamientos.
-¿Por qué la pregunta?
-Se escucho un carro enfrente de la casa. —Trague saliva, mi celular comenzó a vibrar, él ya estaba esperando afuera de la casa.
-Si, esa persona me ayudara a explicarte que esta pasando. —Me levante y mi mamá siguió mis pasos con la mirada. Abrí la puerta y ahí estaba ese hombre que me tenía histérica en estos momentos.
-Perdón por tardarme. —Susurró. —Surgieron unas cosas que tenía que solucionar.
-Te recuerdo que vienes a decirle a la mamá de tu novia de 19 años que esta embarazada. —Mi mamá carraspeo para recordarnos que seguía aquí esperando por una respuesta. Suspire.
-¿Ahora si me puedes explicar que esta pasando?
-Mamá... El es mi novio... —Ella abrió los ojos como platos al verlo. —El es Pepe...
-Se perfectamente quien es. —Pepe se paso las manos por la cara. —La pregunta es, ¿qué hace el aquí?
-Mucho gusto, Alejandra. —Por fin hablo Pepe. —Yo soy el novio de Alana.
-¿Sabes qué edad tiene?
-Si, se que es menor que yo... Mucho menor. —Mi mamá se puso de pie, juro que estaba a punto de golpear a Pepe.
-Así que me vienes a decir que el cantante de una banda que te gusta desde que tienes como doce años es tu novio. —Asentí. —¿Cuántos años tienes, José?
-Tengo treinta y cinco.
-Y ella tiene 19. Son 16 años. Eres incluso mayor que su hermano.
-Lo sé. Lo se perfectamente.
-¿Desde cuando son pareja?
-Desde hace un año. —Pepe se escuchaba algo nervioso.
-Sabes que si me entero que estas con ella desde antes que fuera legal te puedo destruir. —Mi mamá se acercó a él de golpe.
-Le puedo asegurar que no es así, conozco a su hija desde que tiene diecisiete, pero nunca la toque, no fuimos más que amigos hasta Agosto del año pasado.
-¿Y vienes a pedirme que sea tu novia un año después de que ya están juntos?
-No... Vengo a hablar con usted sobre algo más. —Venia la parte más difícil.
-Habla, te escucho.
-Yo amo a su hija como a nadie, siempre la he respetado, le he ayudado en lo que puedo, no la he abandonado en sus peores momentos y hoy quiero decirle a usted —Hizo una pausa que me pareció eterna. —que ella esta embarazada, va a ser abuela, vamos a ser papás. Tiene tres meses de embarazo. —Mi mamá apretó los puños.
-Mi hija de diecinueve años de edad esta embaraza de un viejo de treinta y cinco. Interesante, ¿cómo lo tomara la prensa?
-No te atreverías. —Hable por fin desde que llego Pepe.
-Me conoces. Que escándalo seria para tu grupo, ¿no crees? Ella es casi una niña.
-¡Mamá, por favor! —Me puse enfrente de Pepe. —Date cuenta de lo que estas diciendo, te recuerdo que ya no soy una niña. Y no tienes que hacer esto.
-¡Eres mi hija y puedo hacer lo que quiera mientras vivas aquí!
-Perfecto. —Subí las escaleras y Pepe venia pisándome los talones detrás mío.
-¿A dónde vas?
-"Mientras vivas aquí..." —Repetí.
-Si sales por esa puerta no vuelves a entrar. —Fue lo último que dijo antes de que yo cerrará la puerta del cuarto, estaba enojada y ella igual. Saque toda la ropa que pude del clóset, voltee a ver a Pepe, estaba doblando ropa.
-Creo que no me detuve a pensar lo que tu quieres... —Me acerque a el y puse la blusa que tenía en las manos en la cama. —¿Estas seguro que quieres esto?
-Claro que quiero esto, no me atrevería a dejarte aquí después de todo el drama. —Sonreí y el camino a mi armario. —Ni siquiera sabes si esto te va a quedar en unos meses.
-¡Eres un idiota! —Lance la almohada que tenía a mi lado. —Date prisa.

Nos apresuramos en acomodar todo y bajamos intentando hacer el menor ruido posible. Al bajar mamá estaba en la cocina, olía a café, pero ella no se asomaba, me acerque a la cocina, giro su cabeza hacia donde estaba, me vio a los ojos, vio mi panza y se giró de nuevo. Creo que eso era todo. Esa era nuestra despedida. Salí y Pepe ya tenía las maletas y bolsas en la cajuela de su camioneta. ¿Cómo habíamos llegado a todo esto? Hace apenas dos años estaba yendo a su concierto.

-¿Qué pasa, Alana?
-Nada, es algo raro.
-¿Qué?
-Estar aquí, contigo... Todo. —Mire al suelo.
-¿Por qué? Alana... Tenemos casi tres años juntos, por dios.
-Yo sé, no es eso... Es que han pasado tantas cosas y es todo muy distinto.
-Nuestras decisiones nos han llevado hasta aquí.
-Supongo que si... —Llegamos a su casa y le ayude a bajar algunas cosas, cuando me di cuenta que estaba poniendo las cosas en su cuarto me entró un escalofrío. Me senté en la cama y vi las maletas, mientras Pepe hacia espacio en el armario.
-¿Ya llamaste a Miguel? Le tienes que decir también.
-¡Estás loco! No, coño, no.
-¿Le tienes más miedo a él que a tu mamá?
-No quiero decepcionarlo...
-¿Al menos a Mireya? —No sonaba mala idea.
-Esta bien... A Mireya será... —Busque mi celular y la llame.

"-¿Bueno?
-Mireya, hola... ¿Cómo estás?
-Bien, ¿y tú?
-Bien... Sabes... Necesito verte... Tengo algunas cosas que contarte.
-Vaya... Ahora están aquí David, Fernanda y Alex... ¿Es urgente? —Voltee a ver a Pepe, tratando de decirle si quería que ellos se enteraran, se quedó pensando y acepto.
-Sabes... De hecho, me gustaría también verlos a ellos.
-Puedo mandar a David por ti, si quieres...
-No... Eh... Estoy en casa de Pepe.
-Podemos ir para allá si quieres.
-Me gustaría demasiado.
-Bueno... En un rato vamos, espero sea una noticia grande.
-Lo será..." Colgué y voltee a ver a Pepe.

-Ya está... No tardan en venir.
-Pero estamos listos para lo que sea.
-¿Seguro?
-Claro que si.
-Te amo, Pepe.
-Yo también te amo, Alana.


Así es, mis pequeños animalitos de la creación, el final está cerca.

Los amo.😩❤️

Reina de Uxmal.🐼🙅🏻

Usted. (José Madero)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora