-¿Quién? —Dije tratando de esquivarlo.
-El que te tenía abrazada, ¿quién es?
-Es... Un amigo —Sonreí.
-Me gustaría que me abrazaran así. —Dijo Sandra y yo reí.
-Alana... Te queremos preguntar algo. —Trague saliva y rece porque no fuera lo que creía.
-¿Qué pasa?
-Perdón si te ofendemos o te llegamos a agredir, pero... ¿Estás embarazada? —Bufé, hice una pausa de casi un minuto.
-Si... Tengo tres meses...
-¿Y él es el papá? —Examine mi respuesta y pensé que después les podía explicar lo que verdaderamente pasaba.
-Si... Es el es papá.
-Vaya... Que sorpresa. —Jenny se veía incrédula.
-Perdón por no haberles dicho antes, tenía que mantenerlo para mí un rato más.
-Lo entendemos. —Ambas me abrazaron. Al terminar las clases, salimos y Marcelo me llamo diciendo que tardaría unas horas más. Bufé y solté algo parecido a un gruñido.
-¿Qué pasa? —Sandra soltó una risa al verme así.
-Marcelo se tardará en llegar.
-¿Y no te deja irte en camión?
-Ya no vivo con mi mamá, estoy viviendo con él y está algo retirado.
-Si quieres vamos a la cafetería y nos quedamos un rato mientras llega. —Dijo Jenny sonriendo.
-¿No les molesta?
-Claro que no, vamos. —Caminamos a la cafetería, nos sentamos y pedimos algo de comida.
-¿Y de donde lo conoces? ¿Cuánto llevan? —Jenny comenzó a bombardearme de preguntas.
-Por... Amigos en común y no... Eh... No...
-Jennifer, estás haciendo preguntas incómodas de nuevo. —Jenny se encogió de hombros.
-Perdón. —Sonreí.
-No pasa nada...
-Bueno... —Después de casi dos horas en la cafetería decidimos caminar un rato, Sandra tomo mi mochila para que yo no cargara, ambas se sensibilizaron conmigo al enterarse de mi estado, llegamos al centro de la facultad, Marcelo estaba parado justo en la entrada con el celular en la mano.
-Hey. —Grite un poco fuerte y el volteo a verme, se acercó y sonrío. —¿Qué haces aquí?
-Pensé que estarías sola y quería darte una sorpresa.
-Gracias. —Voltee a ver a mis amigas. —Solo me despido y nos vamos.
-Claro. —Camine hacia mis chicas.
-Gracias por quedarse conmigo... Las veo luego. —Me abrazaron, me entregaron la mochila y camine hacia Marcelo, me quito la mochila y caminamos por la facultad. Una chica siguió todos nuestros pasos, la podía notar. —Yo creo que alguien aquí reconoció a un Madero.
-¿Tú crees? —Asentí. Bufo y seguimos caminando a la salida. —Alana...
-¿Si?
-¿Has pensando en hablar con tu mamá?
-No... No creo que quiera verme.
-Ya ha pasado un mes, ya se le habrá pasado.
-No la conoces, Marcelo.
-Háblalo al menos con tu hermano, el la conoce más y te podrá ayudar.
-Supongo que tienes razón. —Llegamos a casa y trate de calmar mis pensamientos, Marcelo me había alborotado mis sentimientos, no quería culparlo por querer ayudarme a arreglar mis problemas familiares. Me decidí por hacerlo, busque un papel cualquiera, escribí la dirección de Pepe en este mismo, estuve casi veinte minutos pensando en lo que haría, por fin baje, Marcelo estaba sentado viendo la tele en la sala. —Marcelo...
-¿Si?
-¿Me puedes llevar a casa de mi mamá?
-¿Estás segura?
-Demasiado... Quiero arreglarme con ella.
-Esta bien... —Tomamos camino hacia casa de mi mamá, cuando llegamos note enseguida el auto, me estremecí y voltee a ver a Marcelo.
-¿Me puedes esperar aquí?
-Claro... Pero si necesitas algo no dudes en pedirme que esté ahí.
-Gracias, Marcelo. —Cerré los ojos y me prepare, me levante y camine a la entrada, toque la puerta y espere una respuesta, cuando por fin abrió la puerta, su cara se tensó y sus manos se cerraron en un puño.
-¿Qué haces aquí?
-No importa cuan enojada estés conmigo o cuan embarazada este... Tú eres mi mamá... Yo soy tu hija y eso jamás va a cambiar.
-Vete...
-¿Puedes comportarte un poco más madura, Alejandra?
-Esto no se trata de madurez.
-¿Entonces?
-Se trata de que me decepcionaste, me mentiste...
-¿Y tú a mí no? —Dije viéndola de frente.
-Fue diferente.
-Te escondí una relación que llevaba un año y un embarazo de meses, tú me escondiste a mi papá. Es un mano a mano.
-¿Y dónde está tu querido novio?
-De gira.
-Vaya, qué triste que no está contigo.
-Fue un error venir, que quede claro... Yo traté de ser civilizada y arreglar las cosas de buena manera.
-Tu único error ha sido aceptar a ese señor en tu vida. —Dijo mi mamá cuando di la vuelta.
-No es un señor... Es el papá de tu nieto.
-Me frustra ver cómo te estás arruinando la vida con todo esto...
-No me estoy arruinando nada, Alejandra.
-¿Esto querías para ti? Tener diecinueve años y estar embarazada, que el papá de tu hijo no pueda estar contigo por estar de gira el setenta por ciento del tiempo.
-No es lo que planee, es verdad.
-Cambiaste todos tus planes por alguien tan simple y tan poca cosa para ti.
-El no es poca cosa... Ha logrado muchas cosas a lo largo de su vida.
-¿Y de que te sirve todo eso que ha logrado? Solo te aleja de el, pero antes que todo, ¿de qué sirve todo lo que hice por ti? —Eso me llego como una cachetada en seco.
-Esto no tiene nada que ver contigo.
-¿Entonces con Miguel?
-Con ninguno de ustedes, esto es mío, es lo que yo decidí, lo que yo quiero.
-¿Tú quieres pasar tu vida en espera de que tu hombrecito regrese de una gira?
-Sabes que no me refiero a eso.
-Pero eso es lo que te espera en tu futuro. —Negué y solté un grito ahogado.
-Me queda claro que fue un error venir. —Hice una pausa, saque de mi pantalón el papelito escrito unas horas atrás. —Pero si algún día cambia lo que piensas, aquí me puedes encontrar.
-Gracias. —Dudo en tomar el papel, asintió y lo guardo en la bolsa de su pantalón. Asentí y camine hacia el carro de Marcelo.
-¿Estás bien?
-Hice lo que tenía que hacer y ya, es todo.
-Me llamó Pepe.
-¿Qué te dijo?
-Solo que te extrañaba y que pronto volvería para verte.
-Ya lo llamaré cuando lleguemos. —Regresamos a la casa y Marcelo se sentó en el sillón. Estaba por cerrar los ojos cuando su celular sonó. Contesto y se veía algo emocionado, me agradaba verlo así de feliz, cuando colgó me volteo a ver. —¿Qué pasa?
-Me contrataron. —Me emocione, se levanto y me abrazo.
-Me alegra tanto. —Sonreí.
-Pero tengo que salir rápido a revisar unas cosas en la oficina, ¿me esperas?
-Claro, aprovechare para llamar a Pepe. —Subió a su cuarto, se cambio, se despidió y salió de la casa, me recosté y busque el teléfono para llamar a Pepe."-¿Bueno? —Su voz se escuchaba algo cansada.
-¿Cómo estás?
-Algo cansado, ¿y tú? Me dijo Marcelo que hablaste con tu mamá.
-Si... No fue buena idea.
-¿Qué pasó?
-No mucho, solo me dijo lo de siempre.
-¿Qué es lo de siempre?
-Que cambie mis planes, que no debería estar contigo, que me arruine la vida.
-¿Y lo crees?
-¿Cómo puedes pensar eso?
-Porque es verdad y lo sabes.
-No es verdad, José. No me arruinaste nada, tienes que dejar de pensar tan negativo.
-No es negativo, es realista.
-¿Vas a estar así todo el rato?
-¿Así como?
-De fastidioso.
-No es que este fastidioso, simplemente es verdad lo que está pasando... Y lo sabes.
-Tienes que dejar de decir eso, José. Estoy contigo porque te amo, porque yo acepté estar contigo, nadie me obligó.
-Sabes... Estoy algo ocupado, hablamos luego.
-Esta bien... Te amo, Pepe.
-Yo también, Alana."Hace tiempo que no me sentía herida después de hablar con Pepe... Tal vez era yo quien exageraba lo que está pasando, pero sabía que algo en la voz de Pepe era diferente, se escuchaba cortante, lejana de mi, lejana de nuestra platica.
Esto llego a afectarme y entre todos mis pensamientos me encontré llorando como idiota, estaba envuelta en una sabana en el sillón de la sala, tratando de controlar mi respiración y mis sentimientos, quería entender que pasaba con Pepe, mientras trataba de aclararme a mí misma que estaba pasando Marcelo llego con ese semblante tan tranquilo, me vio tumbada en el sillón se acercó rápido a mí, no dijo nada y solo se acomodó junto a mí, me pescó con sus brazos, acariciaba mi brazo y yo me sentía un poco más alterada que en un principio. Después de un rato me calme, Marcelo seguía abrazándome, cuando por fin pude hablar rompí en llanto de nuevo, Marcelo se sentó justo en frente de mi y tomo mis manos.-Alana... Cálmate, ¿qué pasa? Respira. —Acaricio mi mano y asentí.
-No sé qué pasa.
-¿Cómo que no sabes? —Soltó un suspiro fuerte.
-Perdón, perdón...
-¿El bebé está bien?
-Si, el está bien.
-¿Y tú?
-Yo no... No se.
-Dime qué pasa.
-Pepe está enojado conmigo... O yo qué sé... Y me hablo algo mal, o tal vez estoy exagerando un poco.•
Feliz día de san Valentín, aunque me la vaya a pasar sola haciendo tarea, espero ustedes si la pasen bien. Cuéntenme que harán, que hacen o porque diablos están solteros, ah.Ya escribí el último capitulooooooo, no les quiero arruinar la historia pero quedan como diez capítulos, jeje.
Los amo.❤️🙄
—Reina de Uxmal.🐼🙅🏻
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Usted. (José Madero)
FanfictionJugamos con el destino, quisimos mentirnos, quisimos crear un futuro que no nos correspondía. Existen amores que jamás se podrán cumplir. Esos éramos nosotros.