El amigo de mi novio

capítulo 44

Mi sonrisa se desvanece lentamente tras ver a la frívola Doña Elizabeth y su familia monster ante mis ojos, como siempre lleva puesto un enorme abrigo de piel de leopardo; odio a las personas que se adornan con las pieles de los animales.
Mis ojos se encuentran con lo de Hanna, la insípida ex de mi novio, luego veo Rubí corriendo a los brazos de Andrew.

—¡Amor, feliz cumpleaños! —lo toma por ambas mejillas y le planta un enorme beso en sus labios.  Mi corazón se estruja al verlos. Busco a Wílliam y lo veo  dándole un abrazo a su madre, más atrás de ella veo a sus  dos hermanas, Keila y Kaisy, la mayor es Keila y tiene veinte años mientras,  que Kaisy tiene diecisiete.

No me muevo de donde estoy,  y no sé como ir a saludar a esta familia. Claramente me harían a un lado, menos el señor el padre de Wílliam. Él es diferente a todos y al menos eso lo hace único.

—Te extrañaba tanto —murmura Rubí, y Andrew solo se mantiene en silencio. Decido esperar que todos saluden a Andrew y lo feliciten, así no me veo como una imprudente.

William tiene muchísimos tiempo sin enfrentar a su madre cada vez que me hacía pasar el ridiculo, espero que esta vez el me dé mi lugar, aunque creo que no lo hará. 

Todos saludan a Andrew y juro que este es el momento mas incómodo.

Rubí saluda a la Amanda, y la veo un poco de seria con su nuera.  ¿Será que no le agrada para su hijo? Rubí saluda a sus cuñadas y luego a Edward, mientras que Will habla con su padre.

Luego de ellos terminar de saludarse, me siento incómoda y me tomo la copa completa de vino.

—Ay amiga, la familia de anormales   nunca faltan —murmura Sarah , y no soporto la risa.

—Mejor cállate, me siento súper  incómoda —susurro.

Rubí me mira y frunce  el ceño, ahora sonríe y al parecer viene hacia acá.

—Me han dicho que organizaste esta fiesta,  ¿cierto? —preguntó después de darme un beso en la mejilla como saludo.

—Pues, fue idea de Wílliam, yo solo ayudé.

—Oh, que bien. Me alegro que hayas  hecho esta sorpresa. Si yo hubiese  estado en la ciudad, hubiese  hecho lo mismo, aunque en otro lugar más amplio, quizá en un gran salon de un hotel cinco estrella —menciona y elevo una ceja.

—Así está bien, Rubí, me ha gustado que ella lo hiciera aquí, sabes que odio tantos formalismos —opina Andrew, ella se sorprendió y puedo jurar que pensaba en insultarlo,  pero en cuanto miró a Amanda solo le plasmó un beso en su mejilla disimulando su molestia.

—Eres tan adorable.

Andrew  ni siquiera reacciona, se ve  enojado y sus ojos solo se mantienen fijamente en mí.

—Él te ama amiga —susurra Sarah.

—Ay cállate —le dije entre dientes.

Veo a Wílliam acercarse y mas atrás vienen su familia. ¡Joder!, ya mis manos empiezan a temblar.

—Amor, ¿no saludarás a mi familia? —preguntó Will.

—Claro,  amor, solo te daba espacio.

—¿No será por ser maleducada? —espetó la vieja de su madre, yo abro mi boca y respiro profundo.

—¡Mamá, por Dios! Hemos acordado de llevar la fiesta en paz —le reclama  William. 

—Hola, querida CUÑADA —me saluda Keila resonando en voz alta la palabra "cuñada", se acerca y me abraza—. Perra—susurra en mi oido. Me alejo y frunzo el ceño. Nadie la escuchó y si le reclamo quedaría como mentirosa.