capítulo 46

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Creía haber alucinado. Justo en este momento están mis padres a mi lado, mi novio, mi amiga, Andrew y sus padres, pero lo que me tiene sorprendida es que el fue quien planeó esto. ¿Por qué William no lo hizo?

—¿Qué? ¿Tú planeaste esto? —inquiero.

—Todos  lo hicimos —dijo.

—Ya no mientas Andrew, tu dijiste que era buena idea hacerle creer que no nos acordábamos y asi traerles  a sus padres  aquí —confesó Sarah dejándome boquiabierta, me exalto en cuanto siento a Will rodeando sus brazos por mi cintura.

—Es cierto, amor, Andrew tuvo la idea de traer a tus padres y contó con nuestro apoyo —dijo y suspiro.

—Gracias Andrew, este es el mejor de los regalos, mis padres. —camino hasta mi madre y la abrazo.

—Te amo, mamá —susurro en su oído.

—Y yo a ti preciosa, te extrañamos —musita y permanecimos unidas para luego nos miramos a la cara.

—Supongo  que ya han conocido los padre de Andrew —le digo a mamá.

—Si, son muy simpáticos —murmuro.

—Pero, ¿y tus padres Wílliam? ¿Por qué no han venido?  —preguntó papá y me sentí incómoda, Will baja la mirada y tose.

—Eh..., ellos tuvieron que irse de viaje, regresan en una semana —respondió, la verdad no sé si sea mentira,  porque él nunca me lo dijo.

—Ah, entiendo —respondió papá.

—¡Vamos  a sentarnos en el sofá y hacemos un brindis por este momento! —exclamó Sarah trayendo en mano una botella de Champagne y ni siquiera he comido.

Al cabo de segundos nos sentamos, me sentí super incómoda de estar en medio de Andrew y Wílliam. ¿Por qué siempre es así?

—Hija, tu apartamento es muy hermoso, debe costar una fortuna pagar la renta —murmura mamá y trago seco recordando que ya es propio.

—Eh..., bueno... —miro  a Will y me torno roja, debo decirle que es mi apartamento—, mamá, papá, debo decirles algo —dije sosteniendo la mano de mi novio.

—¡Ay no me digas! ¿¡Nos  harás abuelos!? —exclama y frunzo el ceño.

—No mamá, no estoy embarazada. ¡Por Dios! —me apeno ante la mirada de Amanda.

—¿Se van a casar? —preguntó papá. Suspiro y suelto una bocanada de aire.

—No, papá, aún no. Solo quería...

—Yo se los diré, amor —interrumpe Will y lo miro avergonzada.

—Está  bien —musito.

—Ya pronto su hija y yo cumpliremos cuatro años unidos. Siempre he querido apoyarla y ayudarla en lo que necesita, pero ella nunca lo acepta y se has ganado todo con su esfuerzo, es lo que la hace única —menciona mirándome—, por eso me he dado cuenta que con ella quisiera vivir siempre. Hace algunas semanas yo me tomé el atrevimiento de comprar este apartamento y ponerlo a su nombre.

Tras la confesión mi madre lo mira sorprendida, pero papá mantuvo un gesto serio.

—¿Qué? ¿Por qué lo hiciste? —preguntó papá.

—Porque  ya no la podía ver pagando tantas rentas y sin dejar que yo la ayudara, lo que gana apenas le puede sobrar para algo que necesite, pero esto lo hice como muestra de que con ella quiero compartir todo lo mío —dice haciéndome sonrojar.

El amigo de mi novio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora