Los Celos de un Slytherin

32. El mejor regalo de mi vida.

Draco miraba intranquilo su postre. Sentía que si bajaba un momento la vista, inmediatamente tendría al idiota de Rosier comiéndose con la miraba a su Hermione.

—Así que, Alec... —la cantarina voz de Luna hizo que el nombrado la mirara—. ¿Sabías que Pansy está saliendo con el ex de Ginny, y viceversa? —todos los presentes giraron su vista hacia ella.

Pansy y Ginny mataban a la rubia con la mirada, mientras Harry sentía que sus mejillas se ponían rojas, y Blaise simplemente se carcajeaba.

—¿Cómo dices? —preguntó el joven con confusión, bastante azorado con lo que le había dicho esa chica.

Luna se llevó un mechón de cabello detrás de la oreja, antes de hablar una vez más. Más alto para que ahora 'sí la escuchara'.

—Te explico —comenzó, mientras varias miradas la observaban con ira.

Theo no evitó la incomodidad, Rose estaba completamente escandalizada, sin embargo no pudo evitar escuchar atentamente aquel buen cotilleo de jóvenes. El resto de los presentes, bueno, simplemente se lamentaban mentalmente por las parejas involucradas.

—Ellos se amaron desde que se conocieron, Harry incluso la salvó de ser asesinada por un Basilisco —contó con emoción. La pelirroja sentada junto a ella la miró mientras sus mejillas se ponían rojas, entre la ira y la desesperación—. Pero durante el sexto curso de Harry, Ginny comenzó a salir con Dean Thomas...

—¡Luna, puedes por favor...! —exclamó la chica Weasley terriblemente avergonzada.

—Luna... —la voz de Theo llamó su atención.

—Pero ya voy a terminar la historia, Theodore Nott —le dijo seria.

—Continúe, señorita Lovegood —pidió Alec.

Draco por una parte agradecía la intervención de esa indiscreta Ravenclaw, gracias a eso, el 'nuevo imbécil' había apartado su atención de Hermione.

—¿Te gusta Rosier? —le susurró al oído.

—¡Qué barbaridades dices, Draco! —respondió riendo.

Él entrecerró los ojos.

—¿Sí o no? Responde —exigió.

La castaña lo miró sonriente.

—¿Sabes qué te ves bastante encantador cuando estás celoso? —comentó, mientras se acercaba a besarle suavemente la mejilla.

El ex Slytherin rodó los ojos.

—Cuando yo te ponga celosa vas a estar tan cabreada que no me parecerás para nada encantadora —masculló.

—¿Dijiste algo, amor? —le preguntó con una astuta sonrisa.

—No querida, sólo decía que tú para mí siempre estarás encantadora —le dijo, rozando sus labios suavemente con los de ella.

—Gracias —respondió al beso alegremente.

—¿Entonces te gusta o no? —preguntó una vez más, haciendo un pequeño puchero?