29. ¡Salimos vivos de Hogwarts!

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La cabeza le iba a explotar. Juraba que sucedería, y entonces Filch mascullaría algo como «estúpido joven Malfoy» mientras barría los restos de su cabeza.

Bueno, en sí pensar eso le sonaba demasiado sádico, pero justo en ése momento apostaría por ello.

Sus ÉXTASIS habían sido todos perfectos, ya que por la mañana les habían dado los resultados luego de dos días de pruebas. Excelente en todo, al igual que su incomparable chica. ¡Oh! Pensar en ella le tranquilizaba tanto.

Pero bueno, no todo era miel sobre hojuelas.

—¿Estás bien Draco?

No hizo falta que levantara la vista: Era Astoria.

—Vete.

La chica lo ignoró olímpicamente mientras se acomodaba en el sillón junto a él. Lentamente movió su mano hasta posarla sobre su rodilla.

El rubio se sobresaltó e inmediatamente se puso de pié, alejando a la chica y dejando que en su rostro se formara una mueca de absoluta ira.

—¿¡Qué demonios te sucede!? —exclamó mientras la fulminaba con la mirada.

La Sala Común se silenció completamente, mientras expectantes, observaban la discusión del Príncipe de Slytherin con la menor de las Greengrass.

—Draco, tranquilízate...

Ambos estaban ya de pié, los dos con sus venenosas lenguas listas para atacarse.

—¡No! ¡Me toca hablar a mí, Astoria! —dijo frotándose las sienes. Sí, estaba seguro, Filch pisotearía su tumba hasta el cansancio por el desastre que haría en el piso luego de que su cerebro explotara. Se golpeó mentalmente. Filch no fregaba los pisos de Slytherin. A la mierda todo.

—Amigo... —Blaise intentó calmarlo.

—¡No Blaise! No me detendré. ¿O acaso olvidas la humillación que le hizo pasar a Pansy? ¿Olvidas las estupideces que hace? ¿Ya se te olvidó que intentó darme Amortentia por no sé cuál maldito propósito? —escupió.

Una sonriente Pansy, sentada a unos metros de allí curvó sus labios en una maligna sonrisa. Ya nadie le molestó en Slytherin luego de que Astoria ventilara su embarazo. Si algo agradecía de ser amiga de Draco, Blaise y Theo, era que los tres ejercían el papel de líderes en esa Casa, e inmediatamente amenazaron con «consecuencias terribles» a cualquiera que se atreviese a seguirla insultando.

—Déjalo, Blaise —habló con una voz cargada de satisfacción y entusiasmo.

El ojigris casi suelta una carcajada al ver el semblante maquiavélico de su amiga.

Para ése entonces, Astoria ya fulminaba con la mirada a todos, y sobretodo a él, que si por ella fuera, estaría mil metros bajo tierra.

—No me importa nada de lo que digas, Draco. Ni lo que piense la perra de Potter —espetó mirando con desprecio a Pansy.

—Pues no me interesa, porque ya me tienes harto, Astoria. ¡Tus estúpidos intentos de lograr no sé qué, han fallado y cada vez que vuelves a intentarlo causas daños colaterales a la gente que me importa y eso no lo permitiré! ¡Eres sólo una niña tonta y mimada con complejo de princesa, aunque de ello no tienes nada! Siempre intentando llamar la atención. Eres desesperante, no creo que si quiera Daphne te soporte —la nombrada, a unos metros de ahí, se encogió de hombros—. ¡Tu voz me causa migraña! ¡Tu perfume me causa náuseas! ¡Toda tú me repugnas, Astoria! —dijo con desprecio— ¡Acepta de una vez que nunca me fijaré en ti, no significas nada para mí! ¡Que ni siquiera con todos los filtros de amor en el mundo me enamorarías un poco! ¡Me alegraría muchísimo que dejaras de besar el suelo que piso! Eres un estorbo. Realmente tu sola presencia me asquea —la chica tenía los ojos húmedos y su labio inferior temblaba—. Deberías tener un poco de dignidad, y dejar todo este teatro de una vez. Granger, quieras aceptarlo o no, es mejor en todos los sentidos que tú. Quizás no sea una sangre limpia, pero tiene un cerebro, un cuerpo y una esencia por los que sé que matarías para obtener. No le llegas a Hermione Granger ni a la punta del pié, y sinceramente, nunca lo harás. En cualquier forma que la veas, te supera. Y no puedes hacer nada con eso. Y también, hazte a la idea de una vez, que ni siquiera enfermo me casaría contigo. Tú sí eres una verdadera perra.

Los Celos de un Slytherin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora