48. Aún no me despiertes.

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N. A. // Escuchar Between the wars de Allman Brown cuando ponga el "Play".


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—¡Depulso! —logró conjurar Hermione, antes de que la maldición asesina tocara a Rose.

Sin embargo, el rayo color esmeralda tocó el pecho de Rose y después rebotó, por consecuencia del hechizo de Hermione.  Éste a su vez, se dirigió a Hydria, y sin que ella si quiera lo notara, también la hirió, cayendo al suelo de inmediato.

Todo sucedió demasiado rápido, el rostro de Hydria comenzó a adquirir rasgos más maduros y su piel se volvió más avejentada... Bajo la mirada asombrada de las personas alrededor, Bellatrix Lestrange acababa de ser descubierta y vista públicamente por vez primera desde su muerte.

Todos ahogaron un grito que expresaba distintas emociones: Temor, incertidumbre... odio.

Los mortífagos al ver a su líder caída intentaron escapar, pero les fue imposible, ya que alguien había bloqueado el lugar con hechizos para que nadie saliera del lugar.

Viktor apresó la muñeca de Peregrine mientras observaba con tristeza la desoladora escena que se presentaba a unos cuantos metros de él. Hermione ni siquiera lloraba, veía a su abuela, con el cuerpo laxo y sin vida con sus ojos azules abiertos y brillantes de los cuales una lágrima había resbalado segundos antes.

Malfoy levantó cuidadosamente la cabeza de Rose, y con suma delicadeza la sostuvo entre sus brazos.

Nadie hizo algún otro movimiento, los aurores habían llegado y comenzaban a detener a los antiguos seguidores de Voldemort.

—¿Por qué intentabas escapar? —le preguntó completamente lívido.

La bruja simplemente sonrió de lado.

—¿No es bastante obvio, Viktor?

—Hemos sido amigos por años, Peregrine, cuidé de ti durante el Colegio... —la chica hizo una mueca— Sé que los muggles no eran de tu total agrado, ¿pero ésto?

Peregrine volvió a sonreír.

—Ingenuo Viktor... Siempre has sido así —el búlgaro la miró sin entender aún—. Nunca lo notaste, siempre fui para ti la «pequeña Penny» —pronunció con asco— Una amiga, casi hermana, en la cual por tal motivo nunca te fijaste.

—¿Acaso tú...?

Ella asintió.

—Efectivamente. Durante aquel estúpido intercambio en el que tuvimos que asistir a Hogwarts, tú conociste a la insípida Granger. Me robó tu atención y eso que ni siquiera la conocías tanto como a mí... —unos aurores se posicionaron detrás de la chica y le ataron las manos con sogas mágicas—  Ahí comencé a odiarla, y le he seguido la pista desde entonces... ¡Por eso no dudé en unirme a madame Lestrange!  ¡Ella juraba que destruiríamos a la sangre sucia!

—Ella está muerta ahora, Burke —agregó Harry, sin ser capaz de dar un paso más hacia la chica. Estaba demasiado furioso.

Peregrine soltó una carcajada.

—Oh no, no lo está, y ustedes lo saben —sentenció—. ¡Y saldré para concluir lo que ella empezó!

Los Celos de un Slytherin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora