Se frotaba la sien mientras apretaba sus ojos con fuerza. La copa de whisky que estaba bebiendo para tranquilizar su inquietud amenazaba con ser destruida por su mano en cualquier momento.
La rubia parada frente a él la miraba desafiante, sus ojos celestes clavados en el chico sentado frente a ella.
—Debes estar bromeando —dijo el castaño.
Ella enarcó una ceja.
—¿Quieres que llame al abogado de mi familia? Esto fue un trámite completamente legal, todo se aseguró con magia y la palabra de nuestros respectivos padres.
—Mi padre era un imbécil —repuso el chico bebiendo un trago de whisky.
Los ojos de Annabeth se volvieron dos pequeñas rendijas.
—Deberías tener respeto por los muertos, Theodore. Mi padre también está muerto, pero puedo asegurar que él no era un imbécil —espetó de mala manera.
Theo se acomodó en su silla detrás del escritorio, dejó su copa sobre él antes de posar las manos en su regazo. Suspiró profundamente.
—¿Qué pretendes entonces? ¿De verdad quieres hacerlo?
La joven rodó los ojos.
—¿Acaso tenemos otra opción? Te recuerdo, que este contrato sólo se invalida al momento de la muerte de una de las dos partes —se señaló a ella y luego a él.
—Yo amo a Luna —confesó con sinceridad.
Un matiz de dolor se asomó por los preciosos ojos de la rubia, ella giró levemente la cabeza, logrando que su rostro fuera cubierto parcialmente por una cortina de su cabello corto.
—¿Y crees que eso me importa? —espetó con toda la indiferencia que pudo.
Los ojos azules de Theo la miraron agresivamente.
—Pues debería. Si planeas casarte conmigo no serás una mujer feliz; porque yo tampoco seré un hombre contento pasando el resto de mi vida con una mujer a la que no amo —no había que negarlo, las palabras de Nott calaron profundamente en la chica.
Tragó el nudo en su garganta antes de hablar.
—Este futuro es tan terrible tanto como para ti, como para mí, Nott. No te amo, y nunca lo haré; pero esto es algo que quedó estipulado y debe cumplirse.
—¿Y cuándo planeas hacerlo? —preguntó secamente.
Una risa amarga brotó de los labios rosados de la delicada jovencita.
—Te aseguro que este año no, ni el siguiente —se dispuso a salir—. Pero ve asegurándote de cortar toda relación con tu novia —la última palabra salió con desprecio—, porque deberías saber que mínimo tenemos que aparentar frente al Mundo Mágico nuestro futuro feliz matrimonio. Y claro, nuestro perfecto enamoramiento.
Comenzó a caminar hacia la puerta como la hermosa sangre pura que era, con toda elegancia y delicadeza; pero antes de salir, se giró levemente hacia él.
—Quizás deberías comentarle a tu amigo Malfoy y a su prometida que sería muy agradable hacer una boda doble —acotó con burla antes de azotar fuertemente la puerta detrás de ella.
Theo masculló todas las maldiciones que a su mente vinieron antes de lanzar con fuerza la copa vacía a una de las paredes.
[...]
Las lágrimas resbalaban por sus mejillas, sus ojos fuertemente apretados, sus labios estaban entreabiertos y estaba sudando.
Estaban en pleno verano, sí, pero las tierras británicas jamás eran tan cálidas.
ESTÁS LEYENDO
Los Celos de un Slytherin
FanfictionLa vida de Hermione Granger dio un inesperado giro luego de la muerte de sus padres. Fue acogida por su adinerada abuela muggle, luego asediada por un príncipe, y... ¿Otro príncipe más? ¿El de Slytherin? Draco Malfoy heredó todo en cuanto Lucius f...